5ª Estación: El cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz
Un hombre, un espectador que volvía de trabajar en el campo, es forzado a llevar la cruz porque Jesús parece que no va a llegar vivo al Calvario. Este hombre recibe una encomienda única y preciosa: ayudar al Salvador, aliviarle del peso de la Cruz. Pero éste no es un hecho esporádico, aislado, algo del pasado o una simple anécdota. No. No es algo pasado, ya que se convierte en vivo, actual, contemporáneo a nosotros, que también debemos, podemos, necesitamos, aliviar al Salvador de la carga que soporta, llevar nosotros su cruz para que Él retome fuerzas. Esto, en lenguaje católico, tiene un nombre: se llama reparación, y una medida, la del amor, pues más se reparará cuanto más se ame al Redentor.
Quien ama no se queda impasible, frío, inerme; quien ama se implica, siente como propio el dolor ajeno y hace suyos los sufrimientos del prójimo. Quien ama mucho hace lo posible e incluso lo imposible para que el otro no sufra llegando a tomar sobre sí el dolor del otro. ¿Y la reparación, entonces, en qué consiste? En un amor tan grande, tan apasionado, fuerte, vivo e intenso, que mirando a Cristo quiero consolarlo, ayudarlo, aliviarlo; viéndolo hoy todavía despreciado por los hombres, yo ofrezca mi homenaje de amor y de entrega; que si lo veo solo –y cuántos sagrarios no están hoy abandonados- por amor lo acompañe y esté de rodillas ante el Sagrario; que si veo tanta frialdad incluso en muchos católicos, yo ofrezca a Cristo mi fervor y mi recogimiento al estar en la iglesia, al asistir a la Eucaristía, al comulgar; que si muchos se olvidan de Él con ingratitud y sólo se acuerdan de Cristo cuando tienen dificultades, yo viva en su presencia cada día, invoque su nombre con alguna jaculatoria, haga oración cada día y trate con Él en amistad; que si otros viven indiferentes ante Cristo como si nada tuviera que ver con sus vidas y fuera un añadido, algo superpuesto, yo viva cimentando mi vida en Cristo porque Él tiene que ver con todo lo humano, con lo que soy, con lo que vivo, sueño, sufro, amo, siento... que tiene que ver con mi vida, mi noviazgo, mi matrimonio, mi familia, mi trabajo, mi forma de pensar, ¡con todo!
La espiritualidad de la reparación, que tanto tiene que ver con el gesto del Cirineo, posee unas formas y unas prácticas concretas. Se repara ofreciendo al Corazón de Jesús todas las obras y trabajos cada mañana; se repara cuando se ofrece a Cristo el dolor, una enfermedad o una circunstancia concreta y difícil; se repara estando de rodillas en oración ante el Señor en el Sagrario o en la custodia; se repara cuando, voluntariamente, se practica alguna penitencia, alguna mortificación. Entonces, y de esta forma preciosa, uno se convierte hoy en Cirineo de la Cruz de Jesús, entregando amor y compañía al Corazón de Cristo.
Reparación y expiación; demos la palabra a Edith Stein, a santa Teresa Benedicta de la Cruz y que ella, maestra espiritual, nos imparta su doctrina: “El peso de la Cruz que Cristo ha cargado, es la corrupción de la naturaleza humana con todas su consecuencias de pecado y de sufrimiento... Sustraer del mundo esa carga, ése es el sentido último de la Via Crucis... Cualquiera que a lo largo del tiempo haya aceptado un duro destino en memoria del Salvador sufriente, o haya asumido libremente sobre sí la expiación del pecado, ha expiado, en parte, el inmenso peso de la culpa de la humanidad y ha ayudado con ello al Señor a llevar esta carga; o mejor dicho, es Cristo-Cabeza quien expía el pecado en estos miembros de su cuerpo místico que se ponen a disposición de su obra de redención en cuerpo y alma... La expiación voluntaria es lo que nos une más profundamente y de un modo real y auténtico con el Señor” (Amor por la Cruz).
Éste es un blog que pretende ser formación y catequesis de adultos, mistagogia de la liturgia, pensamiento teológico, vida espiritual y aliento para la santidad. Y lo pretende con fidelidad a la Iglesia, al sentir eclesial y a la Tradición. ¡Sé bienvenido!
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PIDO ORACIONES
ResponderEliminarTENGO DOS HERMANAS, UNA CON ALZEIMER AVANZADO, LA OTRA SE NIEGA A ANDAR.
YO TENGO UN TUMOR ENORME EN EL ABDOMEN, EN EL HOSPITAL NO SABEN COMO CURARLO. TENGO CATARATA EN EL OJO DERECHO, Y, ARTRITIS EN TODO EL CUERPO.
YA NO PUEDO MÁS
me parece muy buena redacción sobre cuando el cirinero ayudo a Jesús a llevar la santa cruz
ResponderEliminaranonimo ora tu en lugar de los demas y se te cumplira
ResponderEliminarbuena redaccion del crinero