jueves, 6 de septiembre de 2012

Evangelizar, siempre evangelizar

A un mes de empezar el Año de la Fe, y rogando al Señor por sus frutos para todos, vamos a acudir a un discurso del papa Benedicto XVI sobre la evangelización.


Estamos empeñados en una nueva evangelización. Ésta en modo alguno supone un rechazo a la primera evangelización de la que somos hijos y frutos, sino un vigor y un impulso nuevo para evangelizar a las generaciones actuales, hijas de la post-modernidad, al menos en Europa, que están de vuelta del cristianismo. Conocen de él algunos rasgos y algunas costumbres, participan de las fiestas cristianas que han marcado la cultura occidental, pero creen conocer el cristianismo sólo por esos datos aislados e inconexos y lo valoran como superfluo, insignificante para la propia vida.

¿El cristianismo tiene hoy algo que decir al hombre contemporáneo? ¿Puede ofrecerle algo real y valioso? ¿Incidir en sus vidas? A ellos va destinada esta nueva evangelización -de que la que tanto se habla, que tantos balbuceos conlleva- y también a tantos que, siendo como somos católicos, vamos conformando el cristianismo a nuestra medida y a nuestra rutina, apagando su fuego para que no nos provoque. Lo hemos ido domesticando en tantas ocasiones que nosotros mismos hemos de redescubrirlo.

Esta nueva evangelización y este celo evangelizador, pastoral, debe prender como una gran llamarada pentecostal entre nosotros, en nuestras parroquias y diócesis, en las almas de los hijos fieles de la Iglesia.

Falta, seguramente, acertar con los caminos, modos y métodos; falta asimismo ser consciente de que no basta poner la etiqueta "nueva evangelización" a cualquier charla o conferencia, a cualquier acción pastoral (las mismas de siempre) para afirmar que ya estamos realizando esta nueva evangelización. Es un camino aún por recorrer y que aún está por definirse y trazarse de manera eficaz, concreta. Pero, sin duda, la nueva evangelización es la clave para comprender y desarrollar la acción eclesial en este siglo.
Benedicto XVI habló de la nueva evangelización en el balance del año 2011 y situando los retos del 2012, cuando la perspectiva es el Año de la Fe. Una nueva ocasión de espolearnos con esta catequesis: cuestionarnos la nueva evangelización, sus características, su necesidad.


"En este final del año, Europa se encuentra en una crisis económica y financiera que, en última instancia, se funda sobre la crisis ética que amenaza al Viejo Continente. Aunque no están en discusión algunos valores como la solidaridad, el compromiso por los demás, la responsabilidad por los pobres y los que sufren, falta con frecuencia, sin embargo, la fuerza que los motive, capaz de inducir a las personas y a los grupos sociales a renuncias y sacrificios. El conocimiento y la voluntad no siguen siempre la misma pauta. La voluntad que defiende el interés personal oscurece el conocimiento, y el conocimiento debilitado no es capaz de fortalecer la voluntad. Por eso, de esta crisis surgen preguntas muy fundamentales: ¿Dónde está la luz que pueda iluminar nuestro conocimiento, no sólo con ideas generales, sino con imperativos concretos? ¿Dónde está la fuerza que lleva hacia lo alto nuestra voluntad? Estas son preguntas a las que debe responder nuestro anuncio del Evangelio, la nueva evangelización, para que el mensaje llegue a ser acontecimiento, el anuncio se convierta en vida.

En efecto, el gran tema de este año, como también de los siguientes, es cómo anunciar el Evangelio. ¿De qué manera la fe, en cuanto fuerza viva y vital, puede llegar a ser hoy realidad? Todos los acontecimientos eclesiales del año que está por concluir han estado relacionados en definitiva con este tema. Se han realizado viajes a Croacia, a España, para la Jornada Mundial de la Juventud, a mi Patria, Alemania, y finalmente a África, Benín, para la entrega del documento postsinodal sobre justicia, paz y reconciliación; un documento del que ha de nacer una realidad concreta en las diversas Iglesias particulares. Han sido inolvidables también los viajes a Venecia, a San Marino, a Ancona, para elCongreso Eucarístico, y a Calabria. Y ha tenido lugar, en fin, la importante jornada del encuentro entre las religiones y entre las personas en búsqueda de verdad y de paz en Asís; una jornada concebida como un nuevo impulso en la peregrinación hacia la verdad y la paz. La institución del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización nos remite anticipadamente al Sínodo que sobre el mismo tema tendrá lugar en el próximo año. También tiene que ver con ello el Año de la Fe, en recuerdo del comienzo del Concilio, hace cincuenta años. Cada uno de estos acontecimientos ha tenido su propio matiz. En Alemania, el país de origen de la Reforma, la cuestión ecuménica, con todas sus dificultades y esperanzas, ha tenido naturalmente una importancia particular. 


Indisolublemente unida a esto, hay siempre en el centro de las discusiones una pregunta: ¿Qué es una reforma de la Iglesia? ¿Cómo sucede? ¿Cuáles son sus caminos y sus objetivos? No sólo los fieles creyentes, sino también otros ajenos, observan con preocupación cómo los que van regularmente a la iglesia son cada vez más ancianos y su número disminuye continuamente; cómo hay un estancamiento de las vocaciones al sacerdocio; cómo crecen el escepticismo y la incredulidad. ¿Qué debemos hacer entonces? Hay una infinidad de discusiones sobre lo que se debe hacer para invertir la tendencia. Y, ciertamente, es necesario hacer muchas cosas. Pero el hacer, por sí solo, no resuelve el problema. El núcleo de la crisis de la Iglesia en Europa es la crisis de fe. Si no encontramos una respuesta para ella, si la fe no adquiere nueva vitalidad, con una convicción profunda y una fuerza real gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás reformas serán ineficaces" (Benedicto XVI, Discurso a la Curia romana, 22-diciembre-2011).

La evangelización busca que el anuncio se convierta en vida: ni es moralismo ni es ideología; se trata de mostrar a Cristo y su fuerza redentora, capaz de descubrir al hombre los horizontes nuevos y divinos, plenos y felices, a los que está llamado. Desterremos la evangelización como si fuera la secularizada educación en valores o una ideología de revolución y transformación social. Nada de esto responde a su verdad. Es el impacto de Cristo Salvador que cambia al hombre por completo y así hemos de mostrarlo, señalarlo.

Hemos de buscar cómo anunciar el Evangelio hoy, a los hombres que viven en una profunda secularización, quebrada su humanidad. No es el Evangelio el que debe cambiar, ni lo que hemos de adaptar a los gustos contemporáneos, modernizándolo; lo que hemos de buscar es cómo presentar la belleza, la santidad y la salvación del Evangelio: nuevos caminos, nuevas formas, incluso nuevos lenguajes que sean comprensibles pero siempre sin hacer mutación alguna del depósito de la fe.

El método para evangelizar es importante porque dice mucho del contenido; pero, observa el Santo Padre, el problema no es sin más de método, como ingenuamente se suele soñar. El problema es una crisis de fe que recorre la civilización occidental creando un campo entero abonado de sal, estéril para cualquier buen fruto.

Para una nueva evangelización, lo primero, aunque sea una obviedad, es que sea llevada a cabo por hombres de fe, creyentes de cuerpo entero y que la primacía la tenga Cristo y su Gracia. Se evangelizará si la fe alcanza una nueva vitalidad. ¿No tendremos, pues, que empezar por nosotros mismos? ¿Y no será esto, la fe, lo que habremos de ofrecer luminosamente, aquello que constituye la nueva evangelización? Ya luego vendrán los métodos, ahora toca sentar bien los principios.


17 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo ¡Qué le vamos a hacer!

    Sólo un deseo hecho oración: que la búsqueda de caminos, modos y métodos no sea una oportunidad perdida en la que, a veces, los católicos parecemos especialistas, y mucho cuidado para que no nos cuelen la manipulación del lenguaje (bueno... son dos deseos, era por abreviar).

    El especialista en Spiderman (Ricardo) es parco en la palabra hablada y escrita menos cuando escribe estupendos cuentos, pero es buen lector.

    ¿Está ordenando? ¡Qué horror! No me gusta nada ordenar excepto cuando lo intento con las cuatro ideas de mi querida neurona.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Mi querida abogada:

      Desgraciadamente, estamos llamados a entendernos; al final, acabamos de acuerdo, sin acta de conciliación ni nada.

      Lo de abreviar, como sé que es imposible, despreocúpese.

      Creo que hemos de hacer un esfuerzo y una conversión reales para no convertirnos en especialistas de técnicas, sino en católicos tan convencidos que, con pasión y ardor, salgamos a evangelizar.

      Además, su segundo deseo, es igualmente significativo: no podemos dejar que nos manipulen el lenguaje cristiano ni manipularlo nosotros, cambiando conceptos que no son sinónimos (respeto no es igual a tolerancia; solidaridad no es igual que fraternidad cristiana).


      Dígale a su hijo, si es que él mismo no lo lee, que aquí se le espera.

      (El despacho sigue patas arriba; no sé dónde meter tanta cosa como sale: cartuchos de impresora, carpetas vacías y archivo, fixo, grapadoras, cajas de cosas de ordenador...) Y yo soy extremadamente ordenado!!!

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    2. ¿Imposible? Qué poca confianza suscita “mi ejercicio” de la virtud del silencio… Merecido lo tengo, aunque no todo está perdido pues cuentan que mi amiga santa Catalina de Siena era tan prolija hablando que hasta su director espiritual, san Raimundo de Capua, pobrecito, se quedó dormido más de una vez en la mitad de sus conversaciones, y ya sabe mi afición a la amistad con los santos.

      Buenas noches.

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    3. Julia:

      confiaré en vd. en muchas cosas, pero la locuacidad es la que es, por muchos propósitos que se hagan.

      Tranquila, que ya sabe que no me molesta.

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  2. Que gran responsabilidad tenemos los laicos en esta nueva evangelización! ,el Señor nos pone tan cerca de personas que ni quieren ni buscan a Cristo.Que el Señor nos ayude a llevar su Evangelio desde el corazón ,la paz y el ejemplo.

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    1. Cruz:

      (¡Me encanta el nombre!)

      Creo que la frase es de Juan Pablo II: "La nueva evangelización se hará por los laicos o no se hará". ¿Existe ese laicado? ¿O un laicado que percibe la fe como algo privado, va a Misa, reza, y se acabó la fe de puertas para afuera del templo?

      ¿Y contribuimos los sacerdotes a generar esa levadura en la masa, acompañar al laicado, impulsarlo, formarlo?

      Un saludo!!

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  3. Don Javier ha ido directo al clavo:
    Que comodos somos algunas veces los laicos que por temor o por comodidad nos quedamos a Cristo solo para nosotros.
    Y cuantas veces los laicos hemos necesitado de un sacerdote y no lo hemos tenido cerca-por culpa de tanta reunion y responsabilidades como teneis-.


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    1. Pues, sí Cruz, ambos, laicado y sacerdotes, son responsables... cada uno en la parte que le toque.

      Eso sí, dejemos constancia de que también hay numerosas y benditas excepciones, tanto en el laicado como entre los sacerdotes.

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  4. Padre, se hace camino al andar. Estaría muy bien que los laicos católicos estuvieran tan pendientes de lo que dicen sacerdotes, obispos y Su Santidad, como algunos grupos de presión anticristianos. En ocasiones, los católicos nos enteramos de lo que dicen nuestros pastores por los titulares de los periodicos ateos. Y es lamentable, porque, intuyo que estos medios no se enteran de nada de lo que dicen, de lo que verdaderamente dicen nuestros pastores.
    Padre, disculpe, en este momento me estoy dando cuenta de que tal vez, esto no tiene mucho que ver con el tema.

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    1. Es verdad!!!

      A veces la voz de nuestros pastores no nos llega por canales fluidos y ágiles, o tal vez no acudimos a esos canales diocesanos o de Internet. Nos enteramos más por medio hostiles que por medios católicos.

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  5. Tenemos que empezar por nosotros mismos redescubriendo nuestra fé , conociéndola mejor y reencontrándonos con Cristo.
    D. Javier , se pregunta si existe ese laicado al que aludía Juan Pablo II preparado para la nueva envangelización y se pregunta también si los sacerdotes acompañan al laicado en su formación . A las dos cosas hoy por hoy ( salvo excepciones ) hay que contestar que no.Eso debe ser lo primero .El año de la fé con todo lo que se va a publicar , las catequesis del Papa y este blog nos ayudarán .
    No me quiero ni imaginar lo desasosegado que andará con todo manga por hombro con la nueva mudanza . Desde que vengo a este blog es la segunda o tercera mudanza que le conozco. ! Animo ! y buenoas noches a todos

    Maria M.

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    1. Lo primero, siempre, es la propia conversión y santidad; sin eso, nada construiríamos que fuera útil.

      El laicado en general debe despertarse -cuánta chorradita en las parroquias, cuánto tiempo perdido en función de protagonismos personales y parcelas de poder- y el ministerio debe inyectar vida formativa y espiritual en el laicado para impulsarlo.

      Este blog hará lo que pueda. No sé lo que conseguiremos ni lo que se podrá. Un proyecto que teníamos entre todos, estudiar juntos los documentos del Concilio Vaticano II, está aún en el aire porque pensaba haber redactado en verano las catequesis del año entero, pero otras obligaciones y trabajos me lo han impedido.

      María M.:

      Mudanza a Córdoba (2008), de Córdoba a Palma del Río (2010) y de Palma del Río otra vez a Córdoba (2012). Papeles, fichas, anotaciones, bolígrafos, carpetas... hay que buscarles aún un sitio normal para no tenerlo todo manga por hombro.

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    2. Padre, me parece interesantísimo eso que ha comentado de estudiar los documentos del concilio vaticano II. Es algo que hace tiempo que tengo en la cabeza. Hace tiempo de adolescente, lo intenté, empezé a leer una recopilación de esos documentos. Pero, claro si ahora que tengo 50 años, soy un ignorante pleno, antaño, pues ni le cuento.
      Abrazos en CRISTO

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  6. Aprovecho P. Javier para recordarle sobre un lugar especial en este blog donde podamos tener a la mano el material del apostolado de la Fotocopia, nos haría mucho bien. Hay que recordarle a Miserere Que le de una ayudita en este menester.
    Yo también estoy como "dagnificada" decimos aquí he tenido problemas con la plomería y han roto paredes justo de la biblioteca, hay polvo, libros y desorden que me ponen nerviosa. Un saludo a todos.

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    1. Arriba de la columna derecha está "Buscar". Poniendo "fotocopia" o "apostolado de la fotocopia" le saldrán todas las entradas donde incluí algo para descargar.

      Tal vez alguna vez habría que poner algún tipo de acceso directo para ese "apostolado de la fotocopia". Deme tiempo.

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  7. La verdad es que parece una tarea titánica, la mayor parte de mis amigos, ateos o agnósticos de siempre, ni siquiera soportan que se hable de la fe o de la muerte. Lo único que se me ocurre es dar testimonio de mi conversión, simplemente que sepan que ha ocurrido y si alguno saca el tema continuar la conversación, pero no tengo ni idea de como hacer además de rezar por ellos.

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  8. AMEN ...LLEVADA POR HOMBRES DE FE¡¡¡¡ SALUDOS AFECTUOSOS MARIA

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