Me gustaron mucho las palabras que Don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla, pronunció al final de la Beatificación de M. María de la Purísima, en Sevilla, el 18 de septiembre pasado.
¿Qué es la santidad? Porque a ella estamos llamados.
¿Qué es ser santo? Porque esa es nuestra vocación verdadera.
¿Acaso es posible la santidad hoy?
"Ella [Beata María Purísima] nos dice que también hoy, en un tiempo cercano al que a ella le tocó vivir, es posible responder a la palabra de Jesús: "Sed santos, como el Padre celestial es santo" (Mt 5,48).
En realidad, esta es la primera necesidad de la Iglesia y del mundo en esta hora.
Para poder anunciar con autenticidad el Evangelio,
la Iglesia de hoy tiene necesidad de una nueva floración de santos,
santos capaces de traducir con sus vidas en el momento presente la vida y las palabras de Jesús;
santos capaces de hacer sentir a Cristo como nuestro contemporáneo y no como un recuerdo del pasado;
santos en cuyo rostro se haga epifanía del rostro de Cristo resucitado;
santos en los que sopla y habla el Espíritu Santo con dulzura y fuerza al mismo tiempo;
santos en los que los hombres puedan vislumbrar el tesoro de la gracia que es Cristo custodiado por la Iglesia".
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