Un método, entre otros, es el de "escrutrar las Escrituras". Puede ser útil y se suele realizar así:
Para leer las
Escrituras, lo primero que tenemos que hacer es invocar al Espíritu Santo,
pedir a Jesucristo que derrame sobre ti su Espíritu para que entiendas la Escritura, para que
nuestra vida sea iluminada por la
Palabra y para que esta Palabra no sea para nosotros un libro
muerto sino Palabra viva que se haga vida en nosotros y nos transforme.
Toma un pasaje bíblico.
Léelo despacio. Vuelve a leerlo y haz
silencio. Lee las notas a pie de página que te pueden iluminar para comprender
este pasaje. Ahora empieza versículo a versículo el pasaje, meditando. Párate
en el versículo que más te atraiga o que te diga algo.
Piensa ahora: "¿Señor,
qué me quieres decir con esta Palabra?" Mira tu vida, tu historia, tus
sufrimientos, tu pecado, tu cruz... ¿Qué te dice esa Palabra dándote respuesta
a todo eso? Reflexiona sobre lo que te diga el Señor Jesús.
Cuando hayas meditado
este pasaje, deja por un momento la Escritura y haz tu oración personal al Señor.
Dale gracias por todo lo que ha hecho en ti, por la Palabra que has orado... y
pídele que en tu vida esa Palabra no sea letra muerta, sino se haga vida.
Mira después un
versículo paralelo. Vete a él, léelo. Te ayudará
a comprender mejor el texto. Reflexiona: ¿Qué te dice esta Palabra a tu
vida? Y ora al Señor. Sigue con otro versículo paralelo, así todo el tiempo
que quieras. Te ayudará a comprender mejor el pasaje que empezaste a leer. Eso
es ESCRUTAR LA
ESCRITURA.
Piensa que, al hacerlo, ES
EL ESPÍRITU EL QUE TE VA GUIANDO PARA QUE ESCUCHES LA VOZ DE CRISTO JESÚS QUE TE
ESTÁ HABLANDO A TI, A TU VIDA, EN ESE MOMENTO.
Así se puede leer la Palabra. También
buscando una palabra, p.e. cruz, alianza, amor, misericordia... Buscar esa
palabra en algún pasaje o versículo, y, a partir de ahí, ir buscando los
paralelos. Así el Espíritu te irá guiando. Es aconsejable ir escribiendo los
escrutinios de la Palabra,
sabiendo qué versículos son los que más te han impactado y qué te ha dicho esa
Palabra en ese momento. Si tienes que subrayar la Biblia, no pasa nada. Es un
libro más. Lo importante no es tanto la materialidad del libro cuanto la letra,
que es espíritu y vida para el creyente.
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