El tiempo de Navidad es
relativamente breve: desde el 25 de diciembre con sus I Vísperas del día 24, hasta la fiesta del
Bautismo del Señor inclusive. Su articulación está llena de fiestas y solemnidades
porque es el gran ciclo de la Manifestación del Señor, de la Aparición
del Señor, de la plena Revelación de Dios a los hombres en su Hijo que por nosotros y por nuestra salvación se ha hecho hombre.
Se distribuye este tiempo de la siguiente manera:
Se distribuye este tiempo de la siguiente manera:
"Después de la celebración anual del misterio pascual, la Iglesia tiene como más venerable el hacer memoria de la Natividad del Señor y de sus primeras manifestaciones: esto es lo que hace en el tiempo de Navidad.
El tiempo de Navidad va desde las primeras Vísperas de la Natividad del Señor hasta el domingo después de Epifanía, o después del día 6 de enero, inclusive.
La misa de la Vigilia de Navidad es la que se celebra en la tarde del día 24 de diciembre, ya sea antes o después de las primeras Vísperas.
El día de Navidad se pueden celebrar tres misas, según la antigua tradición romana, es decir, en la noche, a la aurora y en el día.
a) El domingo dentro de la Octava, o en su defecto[si no cae ningún domingo dentro de la Octava], el día 30 de diciembre, es la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
b) El día 26 de diciembre es la fiesta de san Esteban, protomártir.
c) El día 27 de diciembre es la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista.
d) El día 28 de diciembre es la fiesta de los Santos Inocentes.
[Estas tres fiestas antiguas guardan una relación con el Misterio: son los primeros testigos del Verbo encarnado: Esteban el primer mártir, Juan el testigo y evangelista de la Palabra hecha carne, los Inocentes dieron su vida por Aquél que nació].
e) Los días 29, 30 y 31 son días de la Octava
f) El día 1 de enero, Octava de Navidad, es la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la que se conmemora también la imposición del Santísimo Nombre de Jesús.
[Esta solemnidad de la Maternidad de la Santísima Virgen cierra la Octava de Navidad y es en el rito romano la fiesta más antigua dedicada a la Virgen María, destacando su Maternidad divina].
El domingo que cae entre el 2 y el 5 de enero es el domingo II después de Navidad.
La Epifanía del Señor se celebra el día 6 de enero, a no ser que se traslade al domingo entre el 2 y el 8 de enero por no ser día de precepto.
[La liturgia, en todas las tradiciones y familias litúrgicas, ha celebrado con sumo relieve la Epifanía del Señor y la adoración de los Magos, incluso con más relieve que la propia Natividad el 25 de diciembre. Es día grande: La salvación que es Cristo se presenta a todos los hombres que lo reconocen y lo adoran].
El domingo después del 6 de enero es la fiesta del Bautismo del Señor".
[En Oriente, la fiesta de las Luces, porque aquí brilla la Luz de la Trinidad mostrando en la carne del Verbo su divinidad e inaugurando el comienzo de la redención por las aguas, en las que aplasta el pecado de los hombres, como imagen de lo que ocurrirá en la Cruz y en el descenso a los infiernos].
(Calendario romano, ns. 32-38).
Hoy en el tiempo de Navidad explicado por la entrada, la sabia pedagogía de la Iglesia nos trae a san Esteban, el primero de entre los mártires haciendo palpable así “el para qué” recibió Cristo la naturaleza humana, a qué vino a la Tierra: Tú no quieres sacrificios ni ofrendas… me has preparado un cuerpo… aquí estoy para hacer tu voluntad. La Navidad mira hacia este Misterio, Esteban nos recuerda el sentido de la Encarnación, el sentido profundo de la presencia del Señor entre nosotros, y lo hace en su caridad hacia Dios de su entrega valiente y fiel y en su caridad hacia el prójimo de su predicación y de su intercesión ante el pecado.
ResponderEliminarEstad alegres porque el gozo en el Señor es nuestra fortaleza.
¡Qué el Niño Jesús les bendiga!
Es un tiempo corto pero muy intenso lleno de celebraciones muy importantes.Que Dios nos permita vivir a fondo la Navidad y sacar de ella todo el provecho posible.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
Tiempo breve y misterio insondable. Alabado sea DIOS. Muchas gracias, Padre. Abrazos. DIOS le bendiga.
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