El Ángelus, rezado al
mediodía de cada jornada, es una venerable oración que hace memoria del
mayor Acontecimiento: que el Misterio ha entrado en la historia, que el
Amor de Dios ha irrumpido en el tiempo y que gracias a María se renueva
el mundo y la creación.
El Ángelus es memoria agradecida de la
Encarnación: Cristo se encarnó por amor a mí.
Si durante todo el año litúrgico (exceptuando la Pascua), rezamos el Ángelus al mediodía con cariño ante el Misterio central de la historia, la locura divina de la Encarnación, ahora, en Adviento, adquiere tintes nuevos, colores esperanzados.
En la oración del Ángelus convergen la memoria (del acontecimiento) y la esperanza (de la escatología); se unen la Iglesia que espera y la Madre que recibe y ofrece. Así deviene en una súplica ardiente: ¡Ven, Señor Jesús!, Ven, tú que te encarnaste en el seno virginal de María. Ella sostiene y alienta nuestra esperanza.
En el Adviento, retomemos con más fuerza todos la memoria de la Encarnación, rezando el Ángelus.
Recordemos su forma de rezarlo y pongámoslo ya en práctica cada día.
Si durante todo el año litúrgico (exceptuando la Pascua), rezamos el Ángelus al mediodía con cariño ante el Misterio central de la historia, la locura divina de la Encarnación, ahora, en Adviento, adquiere tintes nuevos, colores esperanzados.
En la oración del Ángelus convergen la memoria (del acontecimiento) y la esperanza (de la escatología); se unen la Iglesia que espera y la Madre que recibe y ofrece. Así deviene en una súplica ardiente: ¡Ven, Señor Jesús!, Ven, tú que te encarnaste en el seno virginal de María. Ella sostiene y alienta nuestra esperanza.
En el Adviento, retomemos con más fuerza todos la memoria de la Encarnación, rezando el Ángelus.
Recordemos su forma de rezarlo y pongámoslo ya en práctica cada día.
El ángel del Señor anunció a María.
R/ Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María...
He aquí la esclava del Señor.
R/ Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María...
Y el Verbo se hizo carne.
R/ Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María...
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oremos.
Derrama, Señor, tu gracia en nuestros corazones
para que, los que por el anuncio del ángel hemos conocido la encarnación de tu Hijo,
por su pasión y su cruz, lleguemos a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Buenos días don Javier. La conclusión con el Gloria es novedosa en mi oración, la incluiré, los de 3 Glorias que rezan en la parroquia, tal vez siguiendo a manera de orar de S.S. B-XVI, me resulta raro y extraño, más que tri-petir me parece tripartir la única gloria que merece la trinidad, ¿Es normal en la liturgia decir 3 glorias seguidas?. Encuentro fundamental dar gloria y alabanza a Dios muchas veces dispersas a lo largo del día.Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días Don Javier.
ResponderEliminarCreo que el Ángelus no hace solo memoria de la anunciación sino que además nos permite loar a María sin cuya fé nada hubiera sido posible. Además María es el camino más seguro para llegar a Jesús. Creo que hay una frase que lo define bien: "A Jesús por María".
Pidamosle a ella especialmente en este tiempo de Adviento que nos acerque a su Hijo y a Dios que nos concea la centésima parte de la fe de María porque con solo eso podríamos mover montañas.
Que Dios le bendiga padre
¡Gracias Madre por haber dicho que si!.Todos rezo el Ängelus justo
ResponderEliminarcuando las campanas de mi Parroquia repican, y las Monjitas de Clausura de mi ciudad también lo hacen muy alegremente.
Desde hoy después de esta catequesis la rezaré pensando más en todo lo que significa.¡Gracias D. Javier. La Imagen preciosa me la llevo.
¿Es foto suya? Unidos en oración.
El Ángelus siempre me ha parecido una oración llena de esperanza, lo triste es que no la recemos con más frecuencia. Que Dios le bendiga D. Javier :)
ResponderEliminar"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra", humildes palabras que permitieron la introdución del Misterio en la Historia. Oración del Ángelus, perdida y reencontrada en el "fragor de la batalla".
ResponderEliminarFIAT VOLUNTAS TUA. Me da por pensar que tiene mucho que ver con el Ángelus. Alabado sea DIOS.
ResponderEliminarMuchas gracias, Padre.
Abrazos y afecto.
DIOS le bendiga.