lunes, 5 de noviembre de 2012

La fe también se alimenta con el estudio

El estudio de la religión alimenta la fe; ésta si no es cultivada, y pone la razón-inteligencia también a su servicio, se verá debilitada, reducida a una experiencia afectiva sin argumentos ni razones, simplemente por el "me gusta" o "me hace bien" como una guía.


Sin pretender que el cristianismo sea una ciencia racionalista, capaz de entrar en la inteligencia y que ésta lo abarque, sí es cierto que el cristianismo emplea los recursos del pensar, y del "pensar bien", para intentar comprender mejor la fe y que la fe se vea reforzada. Se deduce, fácilmente, que la fe necesita el estudio y la profundización en la doctrina cristiana.

Este estudio bien puede ser personal, con la meditación de las Escrituras, con el Catecismo, con la lectura de libros buenos y sólidos, así como comunitario, mediante la catequesis, la formación de adultos, la escuelas de teología, etc. La fe hoy, a la que la secularización priva de toda inteligibilidad y la encierra en los confines del afecto, requiere la seriedad del estudio para dar razón de nuestra fe y esperanza.

"Habéis dado la prueba evidente de que el estudio de la Religión, antes que humillar, exalta las aptitudes intelectuales y psicológicas del joven, abriéndole horizontes ilimitados que, a la luz de Dios, le dan razón de todo el inmenso plan de la creación, de la historia del mundo, de la evolución de las edades, así como de los interrogantes, de las crisis, de los enigmas que suscitan en el corazón y en la mente del hombre realidades que nos superan, si una luz, descendiente de lo alto no lo ilumina, si una mano buena y fuerte tendida con ternura paternal no lo sostiene en su caminar por el gran mar de la vida y del universo.

Habéis demostrado que el estudio de la Religión, antes que ser restos arqueológicos de tiempos pretéritos, es, en cambio, exigencia inaplazable del hombre de hoy; es la condición de modernidad y de vigor intelectual, clave única e indispensable para comprender al mundo, para escrutar la profundidad del universo con todo lo que por dentro -como diría Dante Alighieri- se descubre para seguir el hilo de oro del plan divino que abraza a toda la humanidad con su amor irresistible y victorioso.

La mayor alegría, pues, se encierra en vuestros corazones con estas certezas magníficas que habéis recogido durante vuestros estudios; estamos seguros de ello, ¿no es verdad? Conservad siempre en vosotros esta alegría, manteniendo viva la llama de la fe, alimentándola con el estudio, con la piedad y sobre todo con el amor; sabed comunicar también a los demás esta llama, pues -como ha dicho el Concilio Ecuménico en el Decreto sobre el apostolado de los laicos-, el conocimiento de la doctrina cristiana se ordena directamente a la formación en el apostolado (cf. AA 30)" (Pablo VI, Disc. a un gurpo de estudiantes de Sebenico, Dalmacia, 6-julio-1967).

Todo estudio, y ampliando el horizonte, toda enseñanza religiosa, ya sea escolar o catequética, necesita unos sólidos fundamentos. Aquella época centrada en una "catequesis de la experiencia", basada sólo en vivencias de cada uno y en opiniones, jugaba con la psicología y la emotividad, pero era todo tan superficial al sujeto, que no quedaba nada, ni se transmitía nada, ni formaba. Simplemente identificaban la fe con una vivencia subjetiva gratificante asociada a una edad juvenil o infantil, pero eso se les quedaba pequeño ante los retos y desafíos del mundo, cuando se incorporaban como adultos.

La transmisión de la fe debe ser un estudio completo, pero no árido, de la fe, un conocimiento completo de las verdades cristianas. Para ello hay instrumentos y herramientas:

"Apóyese la enseñanza religiosa y combínese constantemente con textos autorizados de la Sagrada Escritura, de la Iglesia, la hagiografía.

El lenguaje de la Escritura es tal que usado oportunamente produce la impresión más profunda en el ánimo de los jóvenes, como, por lo demás, de todos los fieles; así el lenguaje de los documentos pontificios y conciliares abre, con su realismo y jugosidad, nuevos horizontes que se ganan la confianza del joven, mientras el ejemplo vivo de los santos le hace ver encarnado en la realidad vivida el valor abstracto de los principios" (Pablo VI, Disc. a los directores diocesanos de la Oficina Catequística Italiana, 8-julio-1967).

La fe se alimenta con el estudio: hemos de tenerlo claro y renovar nuestra fe mediante una sólida formación, una lectura continuada. Estudio, piedad y amor: las tres bases para vivir la fe hoy. 

¿Lo aceptamos? ¿Lo haremos?

16 comentarios:

  1. Es totalmente correcto lo que indica. ¿Podría recomendar algún libro de formación para quienes ni tenemos mucha formación ni mucho tiempo para el estudio?

    José

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    1. José:

      Esperaba que los demás amigos-miembros de esta comunidad aconsejaran libros.

      Yo partiría siempre de la lectura serena y reposada del Catecismo de la Iglesia católica.

      Algunas encíclicas y exhortaciones apostólicas me parecen imprescindibles (por ejemplo, y sin ahondar mucho, Ecclesia de Eucharistia, Christifideles laici, Evangelii nuntiandi...)

      En cuanto libros hay tres, en Encuentro ediciones, que me parecen sublimes: "Catolicismo" y "Meditación sobre la Iglesia" de Henri de Lubac, y "Católico" de Von Balthasar.

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  2. Buenos días don Javier. Lo haremos y este año santo nos ayudará a comprender mejor el CV.II.Un abrazo.

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    1. ¡Qué bien, xtobefree!

      Ojalá sirva esta catequesis para animar a mayor estudio a todos.

      Saludos. In Domino.

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  3. Aceptado y, sobre todo, ponernos “manos a la obra”.

    Discrepo en la colocación temporal de una frase: -Aquella época centrada en una "catequesis de la experiencia", basada sólo en vivencias de cada uno y en opiniones, jugaba con la psicología y la emotividad…- No debería ser, pero en muchas ocasiones sigue siendo así. No es una crítica sino sencilla constatación de nuestra realidad, producto de la lógica consecuencia de los hechos: lo que hacemos en el tiempo y en el espacio no desaparece nunca de un plumazo pues no se nos ha dado una varita mágica.

    De la Encíclica Fides et ratio: La Sagrada Escritura nos presenta el vínculo tan profundo que hay entre el conocimiento de la fe y el de la razón: “Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría, y que en su inteligencia reflexiona, que medita sus caminos en su corazón, y sus secretos considera”. Para santo Tomás, cuyo pensamiento es calificado por el Papa como novedad perenne, la luz de la razón y la luz de la fe proceden ambas de Dios y no pueden contradecirse entre sí. La fe busca y confía en la razón para perfeccionarla pues, además de su valor sobrenatural, la fe es también ejercicio del pensamiento.

    En oración ¡qué Dios les bendiga!

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    1. Me gusta tu comentario, pues es muy bueno al recordar eso del mero emotivismo. Y la cita de FR, tan necesaria.
      Eñ artículo del padre, claro, también es muy bueno y necesario. Recuerda cosas fundamentales.
      Saludos

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    2. Gracias, eres muy amable. Suelo pasar por tu blog cuando tengo tiempo.

      Un saludo

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    3. Julia María:

      Me alegro de que acepte el reto y por ello no me denuncie por presiones psicológicas en torno al estudio...

      Lo de "catequesis de la experiencia" yo lo detectaba años atrás, ahora no tanto, tal vez ahora hemos pasado más a inculcar "valores" y en lugar de catequesis (transmisión de la fe) hemos pasado a ética general. Pero puede ser que en algunos sitios todavía se siga con la monótona y estéril "catequesis de la experiencia".

      También tiene razón en otra cosa: Álvaro es muy amable, en persona y en el blog.

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    4. álvaro:

      Gracias por tus palabras. En este blog de formación no pretendo descubrir nada, ni es un ámbito de investigación, sino de recordar -volver a pasar por el corazón- las verdades de la fe y por tanto, formarnos, adquirir la "forma Christi".

      Un abrazo!!!

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  4. Yo no tengo experiencia en formación religiosa rigurosa en comunidad. La que tuve en su día fue a comienzo de los años 80 en donde estuve varios años de catequista, y la formación terminó, con cosas como por ejemplo, reescribir el Credo y la recomendación de algún libro como "Acceso a Jesús" de González Fauss, el mismo que ha sido puesto en cuestión por los jesuitas de Uruguay a raíz de unas declaraciones a favor del aborto. En fin, coincido en el comentario de Julia María. Eso de la "catequesis de la experiencia" aquella lo era, no me convence del todo. Desde entonces y hasta ahora que he empezado, no he tenido experiencia en formación religiosa comunitaria. Creo que ha sido un error por mi parte demorarlo tanto. Debería haberme implicado más. Pero supongo que hay heridas que tardan en cicatrizar. Alabado sea DIOS.
    Pero si realmente es absolutamente esencial y necesario que exista una formación religiosa. El estudio es fundamental para todo católico. Un estudio riguroso, profundo y lleno AMOR a DIOS, sobre todo. Y tendría que ser ayer, mejor que ya.
    Parece, Padre, que nos ha dejado "deberes" hasta que Usted vuelva. Este artículo da para mucho. A ver si un día nos da una lista de libros imprescindibles para nuestra formación en la FE. Por cierto, Padre, estoy intentando estirar AUDI FILIA, pero ya está en las últimas. Me da por pensar que habrá una relectura. Muchas gracias Padre. Aquí le esperamos.

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    1. antonio Sebastián:

      Demorar la formación comunitaria no tiene porqué ser en un error, pues cada cual tiene su momento y Dios lo sitúa en un ámbito apropiado cuando Él quiere. No pasa nada.

      Además hay que unirle la formación religiosa personal, el estudio, e instrumentos comunitarios (en cierto modo) como este blog-comunidad.

      En otro post he puesto una reducida lista de libros; tal vez le oriente.

      El Audi filia, de san Juan de Ávila, deberíamos extenderlo a muchos, difundirlo. Me parece maravilloso.

      Un abrazo.

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  5. Habla usted del trípode de los cursillistas: Piedad, formación y acción.

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    1. María Auxiliadora:

      No se le apropie... De cursillistas y, en general, de toda la vida católica desde hace mucho...

      Un beso, amiga!!

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  6. María Auxiliadora, si su comentario hace referencia a lo escrito por mi, le agradezco la deferencia. Nunca he asistido a cursillos de Cristiandad, pero bueno, supongo que nunca es tarde para empezar.
    Oración y abrazos en CRISTO. DIOS la bendiga

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  7. Antonio, me refería a lo señalado por el Padre Javier;
    disculpen lo abreviado del compartir, pero es que a veces o escribo corto o lo que está en la cocina se quema o se va la electricidad y me quedan segundos para cerrar todo.

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    1. María Auxiliadora:

      ¡Qué imagen más simpática nos presenta! lee el blog, escribe, se fríen empanadillas, a todo correr para que no haya cortes de luz venezolanos... ¡Es vd. una mártir!!!! Y pobre familia si se le quema la comida por leer este blog. Jajaja.

      Un gran abrazo

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