Así de contundente se mostraba S. Jerónimo: “ignorar las Escrituras, es ignorar a Cristo”, mostrando cómo a Cristo se le encuentra en las Escrituras santas, en la Palabra de Dios, en primer lugar, proclamada en asamblea litúrgica, pero en segundo lugar, en la lectura y oración personal. El cristiano acude diariamente a las Escrituras, las lee, las medita, las guarda en su corazón y las pone por obra.
La Palabra es Cristo Jesús; es la Palabra, el Verbo, el que se hizo carne y acampó en medio de nosotros (cf. Jn 1,14), encarnándose por obra del Espíritu, en el corazón y en el seno virginal de Santa María (cf. Lc 1,26-39). Del mismo modo hoy, a cada cristiano, le acontece lo mismo: la Palabra, por obra del Espíritu se encarna en su corazón engendrando a Cristo en el alma del cristiano para que “lo dé a luz al mundo”, para que con su vida testifique la Palabra, la ponga por obra. ¡Por eso es tan necesaria al cristiano la Palabra! No desoigamos la voz del Señor: “Escrutad las Escrituras” (Jn 5,39), esto es, investigadlas, leedlas, penetrad en ella, haced una lectura con el corazón. El cristiano descubre el valor de la Palabra, comienza a amarla, es la perla escondida y, para encontrarla, se dedica a excavar y remover la tierra, la tierra que estorba y oculta, como son el pecado, las distracciones, la falta de tiempo, quedarse en la letra y no en el Espíritu de las Escrituras. ¡Ellas dan la vida!
El salmo 32 (33) canta la gloria y la potencia de esta Palabra que es creadora puesto que creó el universo, el orden, la belleza y la armonía y hoy sigue siendo creadora ante el creyente que humilde y silencioso oye la Palabra, y deja que en su interior, cree un orden nuevo, un corazón nuevo, renueve su mente, cambie sus sentimientos, sea una criatura nueva.
La Palabra es Cristo Jesús; es la Palabra, el Verbo, el que se hizo carne y acampó en medio de nosotros (cf. Jn 1,14), encarnándose por obra del Espíritu, en el corazón y en el seno virginal de Santa María (cf. Lc 1,26-39). Del mismo modo hoy, a cada cristiano, le acontece lo mismo: la Palabra, por obra del Espíritu se encarna en su corazón engendrando a Cristo en el alma del cristiano para que “lo dé a luz al mundo”, para que con su vida testifique la Palabra, la ponga por obra. ¡Por eso es tan necesaria al cristiano la Palabra! No desoigamos la voz del Señor: “Escrutad las Escrituras” (Jn 5,39), esto es, investigadlas, leedlas, penetrad en ella, haced una lectura con el corazón. El cristiano descubre el valor de la Palabra, comienza a amarla, es la perla escondida y, para encontrarla, se dedica a excavar y remover la tierra, la tierra que estorba y oculta, como son el pecado, las distracciones, la falta de tiempo, quedarse en la letra y no en el Espíritu de las Escrituras. ¡Ellas dan la vida!
El salmo 32 (33) canta la gloria y la potencia de esta Palabra que es creadora puesto que creó el universo, el orden, la belleza y la armonía y hoy sigue siendo creadora ante el creyente que humilde y silencioso oye la Palabra, y deja que en su interior, cree un orden nuevo, un corazón nuevo, renueve su mente, cambie sus sentimientos, sea una criatura nueva.
¿Qué dice el salmo? “La palabra del Señor es sincera y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo, el aliento de su boca, sus ejércitos...”. ¿No recuerda al prólogo de san Juan que dice que “por medio de la Palabra se hizo todo” (Jn 1,3)? ¡La Palabra es Jesucristo! Y al leer esta Palabra se oye la voz del mismo Cristo que habla a cada cristiano al corazón, le regala una Palabra de vida y salvación, porque esta Palabra es viva, eficaz, vuela desde el corazón de Dios a tu corazón, como canta otro salmo (147): “Él envía su mensaje a la tierra y su palabra corre veloz; manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza”.
Reza -o canta- estos dos salmos, y descubre la fuerza, la santidad de las Escrituras. Ellas van a ser tu alimento en toda ocasión, en todo suceso, en todo tiempo, rechazando los ataques y embestidas del Maligno:
“para rechazar al demonio recurre siempre Jesucristo a la Sagrada Escritura. Esta misma táctica nos llevará a nosotros a la victoria. De modo que si el enemigo te tienta, pongo un ejemplo, contra la fe, acuérdate del testimonio del Padre Eterno que llama a Jesucristo su Hijo muy amado... si te provoca a desconfianza, repítele las palabras de Jesucristo nadie es bueno sino sólo Dios... si trata de desalentarte con el recuerdo de tus culpas, de tus pecados, contéstale con la palabra del Salvador no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores; si te inspira pensamientos de orgullo o de ambición el que se ensalzare será humillado; si te incita a la venganza Bienaventurados los mansos... Ármate en cualquier circunstancia de la palabra del Verbo, que es un escudo contra el que vendrán a estrellarse y dar en el vacío todas las flechas del enemigo” (Dom Columba Marmión).
“Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor”.
Lee las Escrituras, guárdalas en tu corazón; recibe las Palabras de vida y ponlas por obra. ¡Y canta a la grandeza de las Escrituras! ¡Que Cristo te sigue hablando a ti! “La palabra del Señor es sincera y todas sus acciones son leales” (Sal 32).
Y aquí el salmo 32, para que nos pongamos en oración al final de esta catequesis (artículo de blog):
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones:
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
como lo esperamos de ti.
Hermosas palabras, Padre. Creo que el señor que escribió el salmo tenía un sentido de los sagrado muy diferente al de estos tiempos. Teme al SEÑOR, .... tiemblen ante EL..... . Que la Gracia de DIOS nos permita estremecernos leyendo su PALABRA, que es CRISTO hecho carne, que nos induzca ese temblor, ese temor que ha de desprenderse de ponerse la criatura ante SU CREADOR. Ya ve, Padre, TEMOR-AMOR-TEMBLOR.
ResponderEliminarMe da por pensar, que esa cierta tendencia de acercarse a DIOS, como si fuera un coleguita, pudiera ser no suficientemente adecuado para acercarse a la PALABRA, o a CRISTO, que es la PALABRA hecha carne.
Que bueno que esto que ha escrito, nos acerque a DIOS, a su PALABRA en su verdadera magnitud.
Abrazos. DIOS le bendiga.
Tiene razón, amigo:
Eliminares erróneo la trivialización del Misterio, convertiendo a Dios en un colega.
Sigue siendo Dios, siempre mayor, y por tanto, con amor y adoración acercarnos a Él siempre. El temor desde luego es obediencia, una obediencia filial en nuestro caso por el Bautismo, pero obediencia.
Un abrazo!!
Espero, Padre, no haber desbarrado hoy demasiado. Lo bueno es que Usted "me llama al orden" y eso me hace aterrizar. Espero su toque.
ResponderEliminarNo, no ha desbarrado...
EliminarY mis "llamadas al orden", a cualquiera, a todos, son con cariño sacerdotal al fin y al cabo. Como dice san Pablo, con cuidado no vaya a ser yo luego descalificado...
Lucas, al narrar el episodio de Emaus pone en boca de Jesús: "hombres duros de entendimiento…". Prosigue el evangelista: "Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él”. Como no somos ahora menos duros de entendimiento, de la entrada destacaría “… se dedica a excavar y remover la tierra, la tierra que estorba y oculta, como son el pecado, las distracciones…”
ResponderEliminarEs necesario conocer la Sagrada Escritura pero debe hacerse sin creer, tramposamente, que basta la lectura privada ya sea individual o en grupo. Ser católico no es ignorar la Biblia reduciendo la fe a la devoción privada, pero ser católico tampoco es interpretar la Biblia como le pueda “interesar” a cada uno, eclesiástico o seglar. Debería resultar sospechoso que la Biblia te de siempre la razón, responda a tu personalidad, a “tu espiritualidad” porque así hemos inventado al jesús pobre, al jesús joven, al carismático, al espiritual… Esto explica que la Iglesia, en otras épocas, no fuera proclive a la lectura privada de la Biblia.
Tomo prestada una analogía entre Biblia e Iglesia y una familia con su álbum de fotos. El álbum protege a la familia y la familia al álbum; si miro el álbum de fotos de una familia, no lo entenderé a menos que alguien de la familia, que conozca bien su historia, me explique quienes son los que aparecen en las fotografías y las situaciones que reflejan; la familia, que conserva la memoria, es la que me ayuda a entender el álbum en su verdad. Esa es también una de las funciones de la Iglesia en relación a la Sagrada Escritura: ayudarme a entender. Y por Iglesia aquí entiendo: la Tradición viva, el Magisterio auténtico, los santos y nuestros pastores fieles al depósito de la fe.
En oración ¡qué Dios les bendiga!
Julia María:
EliminarMagistral, realmente magistral, la imagen o metáfora que nos ofrece.
La felicito.
Pero no se acostumbre a que la felicite: lo nuestro debe ser una cordial enemistad en el blog, ¿vale?
Buenos días don Javier. Cristo menciona unas cuantas veces citas del Deuteronomio. Procuraré leer todos los días algo más que el Evangelio del día.Un abrazo.
ResponderEliminarxtobefree:
EliminarMi consejo muy particular sería que junto al Evangelio el día (que tanta difusión tiene, y es bueno) hay que leer la liturgia de la Palabra de la Misa de cada día. La distribución en los leccionarios de la Escritura hace que al cabo de 3 años (en el ciclo dominical) y de 2 años (par e impar, en el tiempo ordinario) tengamos acceso a los pasajes más significativos e importantes de la Biblia.
Pastoralmente, los subsidios deberían cubrir no exclusivamente el Evangelio del día, sino la Liturgia de la Palabra del día.
Un abrazo amigo.
Quiero acabar por ahora con un recordatorio y una petición:
ResponderEliminara) el recordatorio es que este blog no debe vivirse como una página más en el conjunto de Internet. Venimos aquí buscando formación católica y compartiendo (en los comentarios). Como vamos formando una, por así decir, comunidad católica virtual, hay un compromiso obligatorio: REZAR CADA DÍA POR TODOS LOS MIEMBROS DEL BLOG.
No se nos olvide.
b) En cuanto a visitas, el número evidentemente es bueno y alto. En el contador de Google la media es 700-800 visitas al día (no sé el número de personas, sólo da las visitas, claro). Pero podríamos empeñarnos en una tarea de propagación difundiendo el blog y aconsejándolo a otros que quieran ir interiorizando y formándose más en su fe católica.
Espero vuestra respuesta.
Con mi bendición, +
Los católicos nos convertimos en comunidad en Cristo y Él está presente en este blog.
EliminarJesús nos enseñó a rezar a su Padre como Padre común en el Padre Nuestro, y oró por nosotros colocándonos en el intercambio de amor entre el Padre y el Hijo, tal y como nos narra el apóstol san Juan: Yo he orado por vosotros; Yo te ruego por ellos; guarda en tu nombre a aquellos que me has dado; guárdalos del maligno; santifícalos en la verdad; Yo en ellos y Tú en mí.
Este es el ejemplo del Maestro que nos mandó: amaos como yo os he amado. La oración de intercesión y la de dación de gracias por las personas que Dios trae o permite en nuestra vida son verdaderas y eficaces acciones de amor cristiano.
Buenas noches.
Un lapsus debido a la hora. En cuanto a la segunda cuestión, la recomendación del blog; nos resulta difícil hacerlo de modo eficaz habida cuenta que nos movemos en ámbitos de católicos light, de católicos que, como mucho, acuden a páginas web católicas de noticias y denuncia y de no creyentes.
EliminarNo sabemos si el número de visitas (700-800) es mucho o poco pero los miembros de esta familia que se han decidido a comentar, sobre todo aquellos para los que "más de 4 son multitud" como la mater familias, han sufrido un ataque de vértigo unido a tremendas ganas de enmudecer ¡que susto!
Padre, recordatorio y petición recibida. Sigo rezando respecto a la difusión también lo hago. Respecto a los comentarios de Julia María, me parecen acertados. Lo que se estila en blog católicos no es precisamente lo que Usted escribe. La formación rigurosa no es lo que más llama la atención. La reflexión, la meditación, el estar ante el Sagrario en silencio, creo que tampoco es lo que atrae a las masas. Pero, tal vez, tampoco haga falta. Al final es la pequeña levadura la que transforma a toda la masa. Yo reconozco que siento por su blog un cierto tipo de adicción (me gustaría que fuera una adicción sana).
EliminarAbrazos y afecto.
Julia María:
EliminarLa redacción de su primera aportación resulta confusa. ¿Recusa o aprueba la moción? Al final no sé si reza por todos los miembros del blog y apoya tal iniciativa, o se inserta en la santa Iglesia y reza en general por todos...
Le ruego mayor claridad en tal proposición. Y no le pongo plazo para entregar la respuesta.
Un beso grandeeee
Respecto al número de visitas: sí, es grande. Los artículos los solemos leer unas cien personas o más... más que los que vengan buscando algo por google. Cuando digo mayor difusión, no lo afirmo porque estemos mal, sino por el bien que se pueda hacer a otros (de grupos, de amigos, etc.)
EliminarRespuesta super rápìda (como dice uno de mis hijos): mi despedida habitual "En oración..." significa en oración por todos los que formamos esta comunidad, por los que estamos en este salón parroquial (demasiado numeroso para la timidez de esta colmena), por los que le escuchamos a vd. Confusa mi "gran oratoria"... ¡me ha llegado al alma! Menos mal que me ha pillado en fase humilde; mis disculpas, prometo ser más clara y concisa; ya, ya sé que es difícil creerselo.
EliminarAy, la he tocado en su amor propio. Sí, las prisas al redactar hacen que la "gran oratoria" forense sea a veces confusa. Pero quítese ese dolor, que quien se lo dice la quiere.
EliminarAclarado el sentido de "En oración..."
Un cordialísimo abrazo a vd. y la colmena entera.
Buenos días, D. Javier.
ResponderEliminarOtra opinión:
a) Es cierto que recibimos formación e incluso confirmación en la fe y la vida cristiana. ¡Qué menos que corresponder con el compromiso de, al menos, rezar por todos los miembros; y eso hacemos y seguiremos haciendo!
b) Reconozco que no hago mucha propaganda de difusión del blog; sí de sus contenidos en momentos y temas que nos pueden ayudar, especialmente por medio de copias repartidas acá y allá. Y siempre son bien acogidas. Es cierto que es en terrenos "abonados".
D. Javier, el bien que hace en muchos sentidos con esta formación es razón para que la cantidad de participantes, siendo ésto importante, no nos desanime. Es bueno gritar desde la azotea aunque en la calle haya pocos viandantes. Estoy seguro de que no lo dejará. Por mi parte, mucho bien me hace cuando puedo pasar, aunque no sea todos los días.
Muchas gracias. Unidos en la oración.
SIL:
EliminarBien por el compromiso de rezar por todos y cada uno de los que entramos aquí.
Los derechos de autor de lo que pilla aquí y fotocopia, ya se los cobraré de algún modo (jeje).
Y repito lo anterior: el número de visitas es muy bueno, muy bueno. Solamente se trata de que esta herramienta de formación llegue a más personas por su propio bien.
Un abrazo!
Con la lectura de la Palabra , con sus catequesis - D. Javier - y los comentarios de los miembros de este blog vamos conociendo y queriendo cada vez mas a Cristo y fieles a nuestro compromiso rezando por todos los miembros del mismo y - como dice Julia María - dando gracias a Dios por las personas que El va poniendo en nuestro camino .
ResponderEliminarUn abrazo a todos
Maria M.
María M.:
Eliminar¿Es mi memoria o hace tiempo que no escribe siquiera? Me alegro de verla por aquí.
Mil gracias por sus palabras, y eso, así, a rezar unos por todos...
Un abrazo.
D. Javier hace tiempo que no escribo pero le leo todos los dias y me acuerdo de nuestro compromiso. Suelo marcar " me gusta y no comento "
EliminarUn abrazo
Maria M.