Las jaculatorias son breves frases dirigidas a Dios o a Jesucristo.
Se pueden recitar suavemente, casi al ritmo de la respiración sosegada, en la oración ante el Sagrario. Pero igualmente son muy útiles las jaculatorias a lo largo del día. Durante la jornada tenemos muchos momentos “vacíos”: nos trasladamos en coche solos, o vamos en autobús, o en el metro; vamos paseando; tenemos que esperar algo. Las jaculatorias nos permiten entonces orar rápidamente, aprovechar el tiempo, vivir una oración continua.
Se pueden recitar suavemente, casi al ritmo de la respiración sosegada, en la oración ante el Sagrario. Pero igualmente son muy útiles las jaculatorias a lo largo del día. Durante la jornada tenemos muchos momentos “vacíos”: nos trasladamos en coche solos, o vamos en autobús, o en el metro; vamos paseando; tenemos que esperar algo. Las jaculatorias nos permiten entonces orar rápidamente, aprovechar el tiempo, vivir una oración continua.
Las jaculatorias son flechas, dardos, veloces y raudos, al Corazón de Cristo.
Las jaculatorias nos ofrecen la posibilidad de una oración permanente.
Las jaculatorias son memoria de Cristo: Cristo está aquí, conmigo, me acompaña, me ve, me quiere.
Las jaculatorias son un medio de vivir la presencia de Dios en todo lo que soy y lo que realizo a lo largo de la jornada.
Las jaculatorias renuevan la oración de la mañana, ofrecen momento a momento el trabajo.Las jaculatorias son el reconocimiento de esa Presencia que lo llena todo y en la que se fundamenta la propia vida.
Hay jaculatorias clásicas: “Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí que soy pecador”, “Jesús, confío en Ti”, etc.
Podemos emplear algún versículo bíblico con especial resonancia para cada uno: “Gustad y ved qué bueno es el Señor”, “Mi alma está sedienta de ti”, “Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza”, “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero”, “Yo soy la resurrección y la vida”, etc., etc.
Pero es sumamente útil escoger una jaculatoria fija para cada jornada, y tomarla o de la Liturgia de las Horas que hemos rezado, o de las oraciones de la Misa de ese día, o del Evangelio del día. Por ejemplo hoy, sábado 1 de agosto, de la primera semana del Salterio. Podríamos entresacar todas estas jaculatorias:
“Dios mío, con sincero corazón te lo ofrezco todo” (Antífona Oficio de lecturas).
“Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación” (Cántico Ex, Laudes).
“Concédenos, Señor, los tesoros de tu amor” (Respuesta Preces de Laudes).
“Que glorifiquemos tu nombre con cada una de nuestras acciones” (Preces de Laudes).
“Oh Dios que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos de santidad” (Oración colecta S. Alfonso).
Si de la liturgia del día entresacamos la jaculatoria para cada jornada:
-renovaremos y prolongaremos la oración del mañana y lo que hayamos tratado y saboreado con el Señor para que llene todo el día
-y profundizaremos en los textos litúrgicos y bíblicos, extrayendo su riqueza y memorizándolos.
-y profundizaremos en los textos litúrgicos y bíblicos, extrayendo su riqueza y memorizándolos.
Admiro a santo timás de aquino especialmentepor sus himnos eucaríticos que estan llenos de sabiduria ,que adoctrina y quita dudas sobre la transubstanciacion
ResponderEliminarInvito a los devotos de la saagrada eucaristìa para que comentemos los himnoseucaríticoa de santo tomas
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