domingo, 9 de agosto de 2009

Edith Stein, Educar eucarísticamente (I)


Edith Stein (Sta. Teresa Benedicta de la Cruz) es una de las grandes mujeres, de las grandes santas, del siglo XX. Tal vez no muy popular, ni muy conocida, pero ¡tan sugerente, tan interesante! Su recorrido vital estuvo guiado por la Gracia que la condujo desde el judaísmo, pasando por el ateísmo, al catolicismo (en 1922), al Carmelo descalzo y al martirio en un campo de concentración (1942). En el día en que la Iglesia celebra su fiesta, conozcamos su doctrina.

Sus escritos son numerosísimos; los referentes a la Eucaristía, geniales. Vamos a leer uno poco a poco, en este mes de agosto, "Educar eucarísticamente" que es una conferencia pronunciada por ella en 1930 en un Congreso eucarístico.

¿Cómo podemos encender en el corazón de los otros el amor por el Salvador eucarístico? –esto significa educar eucarísticamente. Es indiscutible que nosotras, como mujeres, podemos colaborar en esta obra de un modo especial y que todas nosotras, -independientemente de nuestro estilo de vida: como esposa y madre, como religiosa, como soltera, profesional o autónoma-, podemos aportar algo en común. Y qué otra cosa podría ser sino un corazón femenino con sus deseos de entrega sin límites y alegremente sacrificado, un corazón que en cierto modo tiene un natural parentesco con el corazón divino que late por todos en el Tabernáculo y que, precisamente por eso, el corazón de la mujer tendría que ser de un modo más especial receptivo a las propuestas del corazón divino. Queremos reflexionar sobre lo que de útil podemos hacer en esta obra de educación eucarística y cómo podemos cumplirlo. Un principio es válido para todas nosotras que queremos educar eucarísticamente: podemos hacerlo solamente si vivimos eucarísticamente. Si queremos conducir a alguien hacia una vida eucarística lo podremos hacer en la medida en que nosotras lo hayamos vivido anteriormente”.

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