Cristo, Tú eres Presencia y Compañía.
Tú eres Luz y Sabor,
el Señor y Salvador,
el Pan y la Palabra,
la Mano tendida,
la Misericordia entrañable.
Cristo, Tú eres el Bendito,
el Mesías y Salvador,
el Redentor y el Maestro,
el Hijo de Dios y el Hijo de María,
el que tenía que venir al mundo.
Cristo, Tú eres el Pan de Vida,
el Buen Pastor,
la Resurrección y la Vida,
la Luz del mundo,
la Palabra eterna pronunciada por el Padre;
el Cordero que quita el pecado del mundo.
Cristo, Tú eres excepcional,
el único excepcional, fascinante,
eres nuestra Felicidad,
nuestra esperanza, nuestra paz y nuestra vida.
¿Adónde iremos sin Ti?
¿En dónde hallaremos lo razonable, lo justo, lo verdadero,
que responde a las exigencias profundas de nuestro corazón?
¿En dónde la Belleza que nos fascine y seduzca?
Y oímos tu voz: "Venid a mí los que estáis cansados y agobiados..."
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