domingo, 7 de octubre de 2012

Pensamientos de San Agustín (XIV)

Siempre me ha parecido un snobismo con visos de insensatez cuando todo el mundo que se cree actualizado, moderno, pone de moda a un autor contemporáneo como si fuera un gran maestro espiritual, un nuevo gurú, y se compran sus libros, y se leen incluso en comunidad, como si fueran los grandes autores espirituales de referencia. Pero, además de que en general no valen tanto, suele ser una espiritualidad muy difusa, muy psicologizante, al gusto de la post-modernidad. Duran lo que dura la promoción que le hacen las librerías y editoriales.


Sin embargo, hay autores que son perennes y que han demostrado su solera de vino bueno, saciando a generaciones y generaciones pero que hoy, con el prurito de ser modernos y estar encarnados, apenas se conocen. Son los Padres de la Iglesia y son los grandes autores espirituales (Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Edith Stein..., la rica familia carmelitana tan querida para mí).

San Agustín es más actual que muchos de esos pseudo-espirituales en boga. Baste leerlo para sacar siempre algo de provecho con hondura teológica, no sentimental, y belleza para la vida cristiana.

¿Qué dice, qué predica, qué aconseja, qué enseña, qué inculca?

¡Dios y sólo Dios! Por eso, lo primero en el camino del hombre interior es volverse a la propia interioridad y descubrir a Dios en lugar de mirarse a uno mismo; atribuir a Dios lo bueno y bello como autor en lugar de una vanagloria pasajera y engañosa.
Alegrarte en las obras de Dios es olvidarte aun de ti, si es que puedes deleitarte en El solo. ¿Y qué cosa mejor que El? ¿No ves que cuando te diriges a ti te vuelves peor? (San Agustín, Enar. in Ps. 76,13).
La fe que viene por la predicación -de ahí la importancia de predicar siempre, a tiempo y a destiempo, oportuna e inoportunamente, aprovechando cualquier circunstancia, grupo, asociación- es siempre una gracia y no un merecimiento; es un don y no un esfuerzo racionalista. Dada la gracia de la fe, en un segundo momento se trabajará y estudiará para ver lo razonable y bello de la fe.
No tienen la fe todos los que oyen la palabra, sino aquellos a quienes Dios reparte una medida de fe, como no germina todo lo que se planta y se riega, sino lo que Dios hace crecer (San Agustín, Ep. 194,3.10).
Siempre es más importante lo que Dios realiza en nosotros, que lo poquísimo o nada que nosotros mismos, por nosotros mismos, podemos lograr. ¡Sin la gracia no podemos hacer nada! Guíenos la gracia y daremos frutos; realice la gracia su obra en nosotros y brillará en nosotros la acción de Dios.
En las sagradas Escrituras se nos muestra cómo no podemos hacer las cosas que nos manda Dios, si no es por el don y la ayuda de Aquel que nos las manda (San Agustín, De Virginitate 41,42).
La gracia de Dios y su amor dilatan el corazón y lo ensanchan para los nuevos espacios de la caridad. A nosotros nos toca reorientar nuestro amor y no dejar que se mezcle con lo terreno, se apegue a lo carnal, erija dioses de las personas, le falte libertad atándose por vínculos afectivos.
¿Quieres tener la caridad del Padre para que seas coheredero del Hijo? No ames el mundo. Excluye de ti el amor malo del mundo para que te llenes del amor de Dios. Eres un vaso, pero aún estás lleno; arroja lo que tienes para que recibas lo que no tienes (San Agustín, In 1Io., 2,9).



13 comentarios:

  1. ...se leen incluso en comunidad, como si fueran los grandes autores espirituales de referencia. Pero, además de que en general no valen tanto, suele ser una espiritualidad muy difusa, muy psicologizante, al gusto de la post-modernidad.

    Yo diría incluso que muchos libros actuales de espiritualidad rayan la New Age y están contaminados por ella, desdibujando y desvirtuando la verdadera espiritualidad católica.
    Por eso es importante volver a las vetas puras como s. Agustín o como el, hoy, doctor de la Iglesia, s. Juan de Avila.

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    1. Aprendiz2:

      no sólo rozan la New Age y el sincretismo espiritual, es que de verdad están inmersos en esos planteamientos.

      Prefiero más solera: los que vd. cita, por ejemplo.

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  2. Muchas gracias, Padre, por este remanso de Paz que me produce lo que escribe. Noticias corren por los medios de monasterios de religiosos, de sacerdotes, que imparten o reciben clases de yoga, reiki, y demás cosas análogas. Hablan de la relajación y todo eso. Así vamos, estamos tan relajados que esto no puede ir de otra forma. Me da por pensar que identifican esa "relajación" con la contemplación católica. Y así nos quedamos como las vírgenes necias que se quedan sin aceite para sus lámparas.
    Estas cosas, dependen del momento, me producen consternación, o indignación, o simplemente aburrimiento.
    Yo, no concibo, ni la oración, ni la contemplación como un medio para relajarme. El Reino de DIOS es un combate a muerte. Uno se juega la Vida Eterna o la muerte eterna. Solo tenemos un arma, el AMOR y para mi AMAR es todo lo contrario que relajarse. Hay que estar siempre alerta y vigilantes, pero nunca relajados. El único arma es CRISTO. Los católicos sabemos donde está CRISTO. DIOS le bendiga, Padre. Feliz domingo. Abrazos y afecto.

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    1. Antonio Sebastián:

      Si esto es un remanso de paz, y una comunidad católica de hermanos -vía virtual- hemos conseguido mucho entre todos.

      Es cierto: identifican esa relajación, o esa unidad del Yo -psíquico, mental, espiritual- con la contemplación cristiana. Pero es diferente. La contemplación cristiana es amorosa y adorante de una Persona, la Presencia de Cristo, el Amado, no un vacío mental.

      Tampoco definiría toda contemplación como combate, porque la paz es fruto del Espíritu y la contemplación llega a ser suave y amorosa.

      Sí hemos de emplear los medios humanos para recogernos, estar atentos, serenos, y poder entrar en lo más profundo de las moradas.

      Un abrazo, con las matizaciones incluidas!!!!

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    2. Padre, si la única arma del combate es el AMOR, no puede ser de otra manera sino suave y amorosa. Siendo el único baluarte CRISTO, lo único que puede salir de esa munición es AMOR. De CRISTO solo AMOR, PAZ, VERDAD, JUSTICIA, el combate, la guerra contra el mal, no puede tener ni otras armas, ni otra munición. Muchas gracias por las matizaciones, Padre, las hago mias, incluso pienso que ya eran mias. Por otra parte, no puede ser de otra forma.
      Abrazos y afecto.
      DIOS le bendiga.

      Antonio

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  3. Comparto su opinión, me alegra mucho leer hoy estas citas de san Agustin, más cuando hoy estamos de fiesta por estos dos nuevos Doctores de la Iglesia.
    Me gusta también la foto que ha utilizado. Yo a veces descubro muchas cosas simplemente mirando ese ramo de ofrenda que se le ofrece a Dios en las celebraciones. Simples flores, pero que encierran a menudo tanto.
    Saludos a todos.
    Un abrazo.

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    1. Sacramento:

      Gracias!!

      Y gracias, especialmente, por sus palabras sobre la foto de las flores. ¡Son mías! Casi todas las fotos de flores y árboles del blog son mías... de cuando tengo ganas de salir, cámara en ristre, por las calles.

      Un fuerte abrazo!!!

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  4. Quieres tener la caridad del Padre para que seas coheredero del Hijo? No ames el mundo. Excluye de ti el amor malo del mundo para que te llenes del amor de Dios. Eres un vaso, pero aún estás lleno; arroja lo que tienes para que recibas lo que no tienes (San Agustín, In 1Io., 2,9).

    No tiene desperdicio su entrada D. Javier, ha esponjado mi alma al
    leerla.¡Gracias!Dios le bendiga. Unidos en oración.

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    1. ¡Bendito sea Dios!

      Si su alma se ha esponjado con lo que aquí encuentra, es que el Espíritu Santo reposa por este blog.

      Un saludo y sí, siempre, unidos en este blog en oración!!!!

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  5. Basta con oírle ¡Dios y sólo Dios!: “Eres un vaso, pero aún estás lleno; arroja lo que tienes para que recibas lo que no tienes”. Sólo vaciándonos podremos ser llenados. Dios no nos pide que convirtamos el agua en vino pero sí que llenemos de agua las tinajas.

    Predicar siempre, aunque parezca que se predica en el desierto, es una gracia no solo por lo inmerecida sino, y sobre todo, por el inmenso valor de lo recibido, un gran regalo y, sólo Dios lo sabe, pero en los desiertos también surgen hermosísimas flores y oasis.

    ¡Estamos de fiesta!

    En oración ¡qué Dios les bendiga!

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    1. Julia María:

      Predicar es cansadísimo; de verdad. Unas veces es cansadísimo por repetir el mismo discurso, con su oratoria, sus frases-claves, sus inflexiones de voz, etc., en el mismo día (homilías, clases...) y otras veces no es por repetir el mismo discurso oratorio, sino por ver el poco o escaso resultado una y otra y otra vez...

      Desconozco las flores de los desiertos -no soy botánico ni capaz de hacer una clasificación en latín de las especies- pero tengo la sensación de predicar más bien a los alacranes y otras especies, porque no se ve brotar mucho.

      Hoy estoy ya cansadísimo. Mañana seguimos, y pida al Señor que no esté mañana demasiado despierto porque la amenazo con la ironía dialéctica de siempre.

      Un fuerte abrazo y saludos a sus hijos-colmena.

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  6. Don Javier:
    Hace ya muchos años, siendo yo bastante jovencito, me contaron (por cierto, que no se me ha olvidado nunca y eso quiere decir que lo que le narran a los niños en forma de cuento, se les queda grabado en su memoria)una historia que atribuían a San Agustín, cuando paseaba por la orilla de la playa y se encontró a un niño que estaba intentando sacar toda el agua del mar, para introducirla en un hoyo que había hecho....
    ¿Es cierta esa historia o era un cuento para que no nos quebráramos la cabeza con el misterio de la Santísima Trinidad?
    También quisiera comentarle que en este año que comenzamos, dedicado a la fe, creo que vienen como "anillo al dedo" sus palabras en las que dice que la Fe viene por la predicación y sobre la importancia de predicar siempre, no sólo en las misas (ésto de las misas lo intuyo yo), sino como bien dice usted, aprovechando cualquier circunstancia, grupo...
    La verdad es que este blog es un extraordinario medio de predicación y formación, que lo tenemos al alcance de la mano... ¡Y sin necesidad de salir de casa!
    Un fuerte abrazo.

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    1. Mateo:

      La historia es historieta. Simplemente. Por desgracia, se sigue repitiendo sistemáticamente cada año por un tanto por ciento elevadísimo de los predicadores en la homilía, da igual qué lecturas haya, en el domingo de la Santísima Trinidad.

      Estoy convencido de que hay que predicar (aunque sea muy cansado para el predicador y a veces no se vean frutos), pero hay que predicar, una y otra vez, a un grupo y otro, con todos los medios posibles de una parroquia.

      Te cuento, amigo Mateo, que este blog nació en el verano de 2009, hace ya más de tres años por una razón: el grupo de catequesis de adultos que yo llevaba, más de 40 personas semanalmente, quería continuar alguna formación seria. Pensé, recé, consulté, y vi que un blog les podría servir y además, tal vez, pudiera servir a más personas. De ahí nació este invento de blog-comunidad para formar y dar doctrina católica.

      ¡Sin salir de casa! Y además no cobro nada a nadie por venir (¡¡¡tendría que hacerlo!!!) y como venimos muchos, y somos ya conocidos entre nosotros por el pseudónimo, hay una obligación: todos debemos rezar por todos cada día. Así el blog no será una página más en Internet, sino una comunidad virtual de formación.

      Te puedo asegurar que este blog requiere también muchas horas de preparar catequesis, pero lo vivo -y el propio obispo me lo recordó- como un servicio ministerial dentro de las demás obligaciones sacerdotales.

      Un fortísimo abrazo!!!!!!!

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