¡Qué gozo y qué esplendor por la Pascua! Si el ciclo cósmico nos trae la primavera que ve renacer toda la naturaleza, en esta primavera nueva que es la Pascua, todo renace.
No sólo -en este hemisferio- renace todo, la naturaleza despierta del letargo del invierno y florece el campo, la luz crece, la vida bulle... es que, en el orden último de las cosas, el orden sobrenatural, la Pascua del Señor permite el nacimiento de la nueva creación, del cielo nuevo, de la vida nueva, del hombre nuevo, de los elementos materiales transformados por el Espíritu Santo al servicio de la salvación (agua, aceite, pan y vino).
Florece la vida con su fuerza y su impulso. Aquí, ahora, en esta Pascua anual, con la primera luna llena de la primavera, el Señor resucita inaugurando la plenitud de lo que antes era imperfecto y caduco.
"En estos días, durante la octava, celebramos el misterio de la nueva creación. Este misterio se expresa en la persona de Cristo resucitado. Él mismo es ya este misterio y constituye para nosotros su anuncio, la invitación a él... En virtud de esta invitación y de esta levadura somos todos en Jesucristo la "nueva creatura"" (Juan Pablo II, Audiencia general, 18-abril-1979).
Un prefacio pascual lo canta:
"en Él fue demolida nuestra antigua miseria, reconstruido cuanto estaba derrumbado y renovada en plenitud la salvación" (Pf pascual IV).
Todo es nuevo por la santa Pascua del Señor. Lo anunciado por el Apocalipsis comienza ya a germinar a la espera de su completa instauración.
"Cristo resucitado domina, pues, la escena de la historia y da una fuerza generadora de eterna esperanza a la vida cristiana, en este kairós, en esta edad escatológica que ha comenzado ya con la victoria sobre la muerte por parte de aquel que fue "ya conocido antes de la creación del mundo y manifestado al fin de los tiempos por amor vuestro" (1Pe 1,20)" (Juan Pablo II, Audiencia general, 6-abril-1983).
Tras la muerte, el fracaso, el desaliento, una nueva realidad comenzó. Desearnos Feliz Pascua es asegurarnos que tenemos la apasionante e increíble posibilidad de superar nuestras debilidades porque Dios ha pasado por nuestra vida, se ha quedado y ha hecho nuevas todas las cosas.
ResponderEliminar¡Qué Dios les bendiga!
Felicitarnos como hacen nuestros hermanos eslavos y orientales: "Cristo ha resucitado" y los dos besos, con la respuesta "Verdaderamente ha resucitado", es precioso, es significativo, es una confesión de fe y de esperanza.
Eliminar¡Si es que cambia todo! Cambia la creación entera que gemía cautiva y sin salida alguna; cambia el hombre viejo... y cambia hasta María Magdalena, que ya no sabe vivir sin su Amado Señor.
Con mi Señor vivo, cualquier momento se me vuelve oración para acompañarle en la soledad del sagrario.
ResponderEliminarMuy feliz tarde y muy feliz Pascua a todos.
¡Cristo ha resucitado! Todo lo ilumina. Camina con nosotros, ya Glorioso.
EliminarFeliz Pascua, y me alegro de verla por aquí.