Claro está que no me refiero a la pila de libros, al lado del sillón o del sofá, pendientes de ser devorados por un ánimo de mayor conocimiento; tampoco me refiero a los libros piadosos o espirituales que pueden ser una ayuda para la meditación personal; ni siquiera es una alusión a los periódicos impresos o digitales a los que acudimos tanto para informarnos como para leer artículos de opinión.
¿Qué leemos en Pascua? Es decir, ¿qué lee la Iglesia en Pascua en sus celebraciones santísimas?
Lee el Nuevo Testamento.
¿Eso resulta llamativo? Sí. Es que sólo lee el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento ha pasado y la Iglesia subraya la novedad del Señor resucitado y el cumplimiento de las profecías y figuras de Israel leyendo de manera exclusiva en su liturgia el Nuevo Testamento. Ser consciente de ello nos ayudará a entender la fuerza de la Palabra de Dios durante el tiempo pascual.
En el Oficio de lecturas, la lectura bíblica será exclusivamente del NT, ya sea la Primera Carta de san Pedro, el libro de los Hechos o el Apocalipsis.
En las Laudes matinales -tempranito, hay que madrugar y resucitar con el Señor- si durante todo el año puede ser del Antiguo o del Nuevo Testamento, ahora en la cincuentena pascual siempre es una capítula (es decir, unos breves versículos) del Nuevo Testamento y jamás del Antiguo.
En la celebración eucarística, tanto ferial como dominical, las lecturas son siempre del Nuevo Testamento. ¡Qué hermoso es leer cada día el libro de los Hechos de los apóstoles! Es la contemplación -y un revulsivo siempre- de la Iglesia naciente a la luz de la Pascua y cómo crece a impulsos confiados del Espíritu Santo, evangelizando.
Hemos de tener todos en cuenta que este principio de la lectura pascual se ha de cumplir en todo; por tanto, en los ritos exequiales, hay que irse al apartado de las "lecturas en tiempo pascual", para proclamar siempre los textos del NT; o si se celebra una Misa votiva en honor de la Virgen santísima, una novena, hay que elegir las lecturas siempre del NT porque estamos en tiempo pascual y nunca una lectura del AT por muy hermosa y apropiada que nos parezca (Judit tipo de la Virgen en la lucha contra el mal, Ester como imagen de la virgen Reina que ora e intercede, etc.).
Estamos en Pascua. Sólo el Nuevo Testamento resuena. Y es que ahora, en Pascua, todo es nuevo, todo es renovado.
Una vida nueva que no se acaba es como un manantial que brota constantemente, siempre fresco, revitalizante para una Iglesia, ciertamente cansada en esta época difícil, pero muy esperanzada y confiando en la Palabra que nunca falla.
ResponderEliminar¿Feliz Pascua de Resurrección!
Todo se nueva.
EliminarEl ciclo cósmico ayuda a entender el ciclo salvífico del Señor: como Él resucita de entre los muertos, hasta la misma naturaleza "resucita" de la muerte invernal. Y todo es anticipo y prenda de los cielos nuevos y la tierra nueva.
Gocemos de la Pascua y que nadie nos la amargue.
Me encanta esta época, ir viendo poco a poco - en las lecturas -el nacimiento de la Iglesia y sentir que tenemos que estar siempre naciendo de nuevo cada uno de nosotros y la Iglesia y es que es verdad que Él siempre hace nuevas todas las cosas .
ResponderEliminarUn abrazo
María M.
María M.:
Eliminar"Esta época" es la más maravillosa del año.
Entiendo que no es vivida con tanta ternura (e incluso sensiblería) como Navidad y que tampoco tenemos muchas tradiciones culturales, sociales, familiares, asociadas al tiempo de Pascua, pero, ¡qué duda cabe!, la Pascua es maravillosa, el mejor tiempo del año, y nos habla de nuestra eternidad, de nuestra vida y de nuestra resurrección.
Me ha gustado mucho la expresión. Qué leemos, es decir, qué lee la Iglesia.
ResponderEliminarLo lógico en Pascua, el Nuevo Testamento. ¿Por qué? Vd lo explica al final, con tonos isidorianos: ""Estamos en Pascua. Sólo el Nuevo Testamento resuena. Y es que ahora, en Pascua, todo es nuevo, todo es renovado."
Testamentum autem Novum ideo nuncupatur, qui innovat"
"Non enim illud discunt nisi homines renovati ex vetustate per Gratiam, et pertinentes iam ad Testamentum Novum, quod esse regnum Caelorum". (No lo aprenden sino los renovados de lo viejo por la Gracia y que pertenecen ya al Nuevo testamento, que es el reino de los Cielos") -Etimologías, VI, I.
Decir "con tonos isidorianos" es un halago que vd. no ha calculado bien, seguro!!!
EliminarLa cita isidoriana tiene muchos resabios en la forma y en el fondo de san Agustín.
¡Todo es nuevo! "He aquí que hago nuevas todas las cosas", dice el Eterno viviente, el Señor.
Lo que anunciaron los profetas como Promesa es ahora Buena Noticia pues las promesas se han cumplido en Jesucristo. Mateo ve la confirmación de las profecías de Isaías que hablan del "vástago del tronco de Jesé”, así mientras el pueblo judío es hijo de la promesa, el nuevo pueblo de Dios es hijo del cumplimiento de la promesa; entonces, aunque es importantísimo el conocimiento profundo del Antiguo Testamento en la formación en la fe, ahora en Pascua, cumplidas todas las promesas en Cristo a pesar de la resistencia de cuantos se oponen al plan providencial de Dios, nos sumergimos en Él al leer y meditar el Nuevo Testamento.
ResponderEliminarViviéndolo todo "en el Señor", el cristiano mantiene la esperanza en cualquier situación: nos sentimos salvados en esperanza.
¡Qué Dios les bendiga!
(Aunque tengo menos dolor, no parece cuajar una mejoría sensible ¡hay que ejercitarse en la paciencia!)
El Nuevo Testamento ilumina el Antiguo y le da su clave de sentido definitiva, levantando el velo que lo ocultaba.
EliminarPero el NT se enraiza en el AT y es necesario conocer éste para llegar a captar todo lo que está contenido en el Nuevo.
Las promesas se han cumplido, el Señor a través de la cruz nos redimió y ahora vive y reina, inmortal y glorioso.
(Amiga, cuídese: miedo me da cuando se recupere plenamente, porque vendrá con energías renovadas y no sabré ni dónde esconderme. Pero repóngase pronto. Ya sabe que me 'apropio' de lo suyo porque me hace falta para alguna que otra cosa).
Aunque suene a propaganda, a mi me encanta seguir el pulso de los tiempos litúrgicos con Magnificat. Es un misal mensual que trae la misa diaria, oraciones del día y una breve lectura ajustada al días que se trata. Para los que no tenemos mucho tiempo para leer, es una ayuda muy interesante. Un abrazo en el Señor :)
ResponderEliminarLa revista Magníficat está haciendo una labor extraordinaria. Hace mucho bien. Tampoco esto es publicidad gratuita, sino que hay que decirlo en honor a la verdad.
Eliminarhttps://www.magnificat.net/espanol/index.asp
Buenos días Don Javier.
ResponderEliminarQue buena enntrada. Ojalá nosotros seamos capaces también de atender y actuar confiados en el Espíritu Santo en Pascua y siempre. Por cierto es muy bonita la foto de la iglesia.
Gracias Álvaro, esta vez la foto sí es mía, no buscada en Google.
EliminarEspero que sea una catequesis clara que nos permita situarnos mejor ante las lecturas (la Palabra misma de Dios) durante la cincuentena pascual.
Buenos días don Javier. Resucitar todos los días con el amanecer del Sol y acostarnos como el cuerpo de Jesús reposó en el sepulcro y durante este día ver como Dios hace nuevas todas las cosas en mis pequeñeces cotidianas, los encuentros con compañeros y familiares, sí, creo que mi vida nueva es realmente gozosa desde que Jesús salió a mi encuentro. Volveré a leer los Hechos este fin de semana.Un abrazo.
ResponderEliminarA veces leer de una vez un libro bíblico nos permite captar mejor su movimiento interior. Será una ayuda para cuando luego escuche cada día la correspondiente perícopa en Misa.
Eliminar¡Cómo cambia todo cuando el Señor está, y está vivo, y está acompañándonos!
"Resucitó de veras mi amor y mi esperanza", canta la secuencia pascual.