lunes, 9 de enero de 2012

Método de la revelación

La revelación de Dios tiene mucho que ver con su pedagogía. El modo en que Dios se manifiesta indica cómo es Dios.

Dios se manifiesta de manera "discreta", progresiva, paso a paso, dejando tiempo a los hombres para comprender y asimilar lo revelado antes de proseguir. La máxima y plena revelación se dio en su Hijo, Palabra encarnada; pero también esta revelación fue discreta, suave, no impositiva. Se ofrece a quien busca.


Tal vez nos gustaría una manifestación absoluta del poder divino a todos de manera que su revelación no admitiese la búsqueda sino el reconocimiento forzado. Pero los caminos de Dios son suaves, discretos, pedagógicos, para que el hombre, libremente, los transite.

Navidad es el tiempo de la revelación de Dios, de su Epifanía. Un signo de la búsqueda de Dios es la estrella, pero incluso ésta es una invitación para buscar: todos la verán, unos la seguirán, otros ni la verán.


"Pero sigamos el camino de los Magos que llegan a Jerusalén. Sobre la gran ciudad la estrella desaparece, ya no se ve. ¿Qué significa? También en este caso debemos leer el signo en profundidad. Para aquellos hombres era lógico buscar al nuevo rey en el palacio real, donde se encontraban los sabios consejeros de la corte. Pero, probablemente con asombro, debieron constatar que aquel recién nacido no se encontraba en los lugares del poder y de la cultura, aunque en aquellos lugares se les ofrecían preciosas informaciones sobre él. Se dieron cuenta, en cambio, de que, a veces, el poder, incluso el del conocimiento, barra el camino al encuentro con el Niño. La estrella les guió entonces a Belén, una pequeña ciudad; les guió entre los pobres, entre los humildes, para encontrar al Rey del mundo. Los criterios de Dios son diferentes a los de los hombres; Dios no se manifiesta en el poder de este mundo, sino en la humildad de su amor, ese amor que pide a nuestra libertad ser acogido para transformarnos y hacernos capaces de llegar a Aquel que es el Amor. Pero también para nosotros las cosas no son tan diferentes como lo eran para los Magos. Si se nos preguntara nuestra opinión sobre cómo Dios debería haber salvado el mundo, quizás responderíamos que debería haber manifestado todo su poder para dar al mundo un sistema económico más justo, en el que cada uno pudiera tener todo lo que quisiera. En realidad, esto sería una especie de violencia sobre el hombre, porque lo privaría de elementos fundamentales que lo caracterizan. De hecho, no involucrarían ni nuestra libertad, ni nuestro amor. El poder de Dios se manifiesta de manera totalmente diferente: en Belén, donde encontramos la aparente impotencia de su amor. Y es allí donde nosotros debemos ir, y es allí donde reencontramos la estrella de Dios" (Benedicto XVI, Homilía, 6-enero-2011).

Pedagogía de Dios: ¡aprendamos!

8 comentarios:

  1. Buenos días. A veces me asusta que nos fijemos tanto en los resultados y eficacia de los métodos porque, aunque la Santa Iglesia deba estar en constante conversión y camino de perfección, el amor de Dios manifestado en Jesús se nos ha mostrado siempre aparentemente impotente desde el pesebre hasta la cruz incluso hasta en sus milagros.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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  2. Muy buena reflexión D. Javier. La humildad de Dios que se revela al ser humano. Igual que la Zarza Ardiente. ¿No podría haber elegido Dios una imagen con más riqueza o poder? claro, pero la zarza seca nos recuerda que a Dios no se le encuentra donde los objetos sean más importantes que el mensaje.

    Que Dios le bendiga :)

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  3. Buenas tardes don Javier. Dios "Se ofrece a quien busca." Me parece una reflexión jugosa para comprender mejor tan gran Señor; Padre, Hijo y E.Santo.Un abrazo.

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  4. En estas maneras de obrar de Dios y de manifestarse, tan diferentes a las nuestras, vemos cómo Dios es el totalmente Otro y sus caminos no son nuestros caminos sino que El los supera como el cielo dista por encima de la tierra.
    El es tan grande que mueve las estrellas con un dedo, tan grande que puede salvar la distancia del cielo a la tierra, la distancia entre Dios y el hombre y esconder su divinidad en un bebé impotente, en un hombre "como uno de tantos"

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  5. En los días de Navidad, me gusta unirme a los pastores y a los Magos y adorar al Niño junto a ellos, con las palabras del Credo:
    Dios de Dios
    Luz de Luz
    Dios verdadero de Dios verdadero...

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  6. Tan escandalosamente delicado y discreto es Dios Todopoderoso con el género humano,

    que se deja escupir, abofetear, insultar, abandonar, flagelar brutalmente, coronar de espinas y crucificar hasta la muerte más espantosa en lo alto de un cerro

    para que podamos creer en Él.

    Locura inaudita, doctrina escandalosa e incomprensible si no es por Gracia.

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  7. Me ha gustado mucho. Hay que pensar esa frase del Santo Padre: «Pero también para nosotros las cosas no son tan diferentes como lo eran para los Magos».

    UN saludo y feliz 2012.

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  8. Aunque tarde por un día, quiero pasar de puntillas por los comentarios.

    Este tema de la pedagogía divina es muy querido para mí. Lo descubrí y lo bebí -lo mejor que supe- del llamado primer teólogo cristiano, San Ireneo, para mí muy sugerente. También san Juan Crisóstomo con el tema de la "sinkatábasis", la condescendencia divina.

    Si queréis podéis complementar la entrada acudiendo al Catecismo de la Iglesia, especialmente n. 53 y ss:

    http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s1c2a1_sp.html

    También un documento que me da la impresión de que pasó al recuerdo y sin embargo está logradísimo, el Directorio General de Catequesis, en el cap. I, nn. 36 y ss y en la tercera parte, a partir del n. 139:

    http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/rc_con_ccatheduc_doc_17041998_directory-for-catechesis_sp.html

    Esto, sinceramente, me recuerda a las catequesis de adultos, tantos años, con más de 4o personas en un salón parroquial: exponer, dar catequesis, entregar fotocopias de documentos y citas para que profundizasen en el estudio personal.

    Espero que os sea útil.

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