El canto litúrgico es un vehículo formidable para expresar la fe, y por la melodía que ayuda tanto a memorizar, para grabar en las mentes la fe eclesial. Hoy los cantos, en general y viendo lo que se canta en nuestras parroquias, carecen no sólo de belleza musical (demasiado ritmo, estilo mundano) sino que la misma letra busca más lo impactante y lo sentimental-afectivo que la confesión de la fe.
Pero esto no siempre ha sido así.
Los bellos cantos del patrimonio litúrgico de la Iglesia han expresado la vivencia del Misterio con contenido teológico pero en forma poética.
Un canto de la liturgia armenia para la Dedicación de iglesias, jugando con la tipología bíblica, nos puede introducir, una vez más, en la belleza de la Iglesia y de su Misterio... ¡amando la Iglesia apasionadamente! Y de paso, aprender cómo es un verdadero canto litúrgico.
Hija de la antigua Sión, Madre del mensaje evangélico,
Hasta ti descendió, tayéndote una corona imperecedera,
el Esposo Cristo,
que estaba coronado por voluntad del Padre y del Espíritu.
He aquí que la Esposa sale, ricamente engalanada en su gloria,
al encuentro de su Señor y de su Rey, que sale también a su paso.
Ha llegado el Esposo Cristo, el Señor, invitado a tu santa tienda.
Los hijos de la Iglesia le rodean y entonan cantos en su honor.
A ti, tienda adornada y engalanada del Señor Jesús,
te pedimos que nos guardes y te apiades de nosotros.
Oh Altísimo, tuyo es el grupo de los doce Apóstoles,
para que tú, oh Virgen, puedas ceñir tu cabeza con una corona.
Tuya es la comunidad de los santos Profetas, para que tú, oh Virgen,
puedas hacerte un velo para tu rostro.
Tuyas son las cuatro fuentes de los ríos y tienes el Evangelio
como un vaso de perfumes.
Tuya es la congregación de los santos Obispos, piedras preciosas,
que te sirvan de brazalete a ti, oh Virgen.
La predicación de los santos Doctores que tú aprobaste,
son tus pendientes, oh Virgen.
La sangre de los santos Mártires será tu manto de relucientes colores,
oh Virgen.
Como joyas para tu collar recibirás, oh Virgen,
las almas de los bienaventurados ascetas.
Las multitudes de las puras Vírgenes forman el ornato de tu pecho,
oh Virgen, como una rosa cimbreante.
Tuya es la vida de los que ayunan y se maceran,
pues tú, oh Virgen, exhalas por ellos un perfume como de amizcle.
Tuyas son las oraciones de los santos Mártires,
porque en ellos cobras nuevo vigor como con un alimento...
A ti elevamos nuestros corazones y nuestras voces,
los ojos de nuestro cuerpo y las súplicas de nuestras almas.
Oh tienda de colmada alegría, adornada de luces,
altar de Dios y roca digna de veneración...
En ti descansa el Jefe de los inmortales, oh altar santo de cuatro caras.
En ti se reparte el Pan de la inmortalidad, el Cuerpo santo del Señor.
De ti se distribuye a los hombres el cáliz,
la Sangre pura y santificante.
Por ti son estimados los sacerdotes,
y los pueblos están alegres y jubilosos.
Por ti se edifica la fe de todos los que fueron bautizados en tu fuente.
Por ti son bendecidas las coronas virginales
que se tejen inmaculadas en torno a ti.
Oh trono cuádruple, maravillosamente guarnecido de doce piedras sagradas.
Oh Virgen ensalzada por encima de todos e inmaculada,
Madre de Dios, Templo del Señor, luz ardiente, antorcha inextinguible,
incensario áureo del fuego celestial...
Llegó Cristo, el Santo y Sumo Sacerdote.
Entra en ti, Templo lleno de luz, Montaña del Señor y Casa de Dios.
Tú tienes semilla abundante, oh Virgen,
que alumbraste sin dolor a la humanidad,
en la fuente sagrada, a la filiación del Padre Celestial.
En ti se erige, oh Iglesia santa, un altar de santidad,
sobre el cual se nos distribuye continuamente la Carne y la Sangre del Hijo de Dios.
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Y N.B.
Hay un canto, que parte de Jeremías 20,1, profundamente evocador. Es un canto inspirado en la Escritura. Ayer y hoy lo cantó mi coro parroquial en la comunión, lo hizo muy bien (como el 97 % de las veces) y a mí me trajo a la memoria mi ordenación sacerdotal, cuando lo cantó el Coro del Seminario.
La versión que he encontrado en youtube no es la mejor, pero con las imágenes que lo acompañan podemos hacernos una buena idea de un canto, bíblico, apto para la liturgia y -a mi gusto- armónico.
Oídlo, rezadlo y pedid por todos y cada uno de los sacerdotes.
El Antiguo Testamento describe la relación entre Dios y su pueblo con la imagen de la unión conyugal como comunidad de amor. Si no recuerdo mal Oseas es el primero de los profetas en usar esta imagen. San Pablo y los Padres de la Iglesia harán lo propio con Cristo y la Iglesia, virgen que espera la venida del Esposo. En dos ocasiones he asistido a una celebración del rito armenio, la primera en Estambul y la segunda en el templo del Patriarcado armenio de Jerusalén y los cantos fueron bellísimos, te trasladaban a otro mundo, aunque la letra no pude entenderla.
ResponderEliminarFeliz día del Señor ¡Qué Dios les bendiga!
Efectivamente Javier. En el rito romano, después del Concilio parece que hemos caído en el "todo vale" a la hora de hablar de canto litúrgico (no sólo en las formas musicales sino en el contenido de los textos). En muchos casos se ha excluído todo lo que tiene que ver con la tradición porque lo han confundido con el tradicionalismo.
ResponderEliminarEsto me lleva a reflexionar una y otra vez (algo estoy escribiendo sobre ello) en la profunda relación que existe entre la teología eclesiológica y la música. Es obvio que se utilizan unos cantos y una música dependiendo de la perspectiva eclesiológica del sacerdote, de los religiosos o religiosas, del individuo responsable del canto, del coro o de la misma comunidad. Esto es interesante, porque ya no estaríamos hablando de música (música A sí o música B no), sino que estaríamos hablando de un problema mayor: el planteamiento eclesiológico de cada individuo. Antes esto... qué decir... qué mueve los nuestros corazones (y nuestro canto) el amor y la comunión a la Iglesia o nuestro criterio y perspectiva personal de lo que debería ser?
Pidamos al Señor que nos haga crecer en amor a la Iglesia, al papa... y lo demás vendrá como añadidura. Seguro!
De enhorabuena estoy D Javier...se han aprobado definitivamente los estatutos y la liturgia del Camino Neocatecumenal y estoy contentisima....A partir de ahora crecerá el numero de creyentes católicos que viendo los frutos de este Carisma den Gloria a Dios y no persigan, en su ignorancia , a tantos hermanos que buscan a Dios y se encuentran con El dentro de este Carisma.
ResponderEliminarUn abrazo en Cristo.
Paso simplemente a saludar.
ResponderEliminarVeo, además, que mi amigo Óscar "ataca de nuevo", diciendo cosas sensatísimas.
Yo que suelo estar de acuerdo con él (¿o es él el que está de acuerdo conmigo?) os aconsejo que sigáis su blog. Hoy habla de canto y liturgia; no dejéis de leerlo:
http://elcientoporuno.blogspot.com
(Óscar: ¡me tienes que pagar algo por la publicidad gratuita!, ¿eh?)
Pagar a un liturgista??? ni hablar!!! jajajajaja.
EliminarUn abrazo (y no trabajes tanto, que es domingo)
anda, anda. Con ese tipo de respuestas, ¿Cómo vamos a ser amigos? ¿Cómo vamos a preparar alguna vez el Enchiridion de música y liturgia? Ay, ay.... Un abrazo e buona settimana!!
EliminarBuenas tardes don Javier. En efecto es armónico y eleva el alma a la unión con Dios en el Sacrificio.Un abrazo.
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