La Iglesia, como vimos hace dos días en la catequesis, asume el Año de la Fe con objetivos precisos y confiada esperanza en el Señor.
Puede ser una ocasión fuerte de revitalización, un nuevo despertar, o podemos tener, desgraciadamente, el tono conformista y aburrido de realizar unas ciertas acciones puntuales por "cumplir" sin entusiasmo alguno; puede pasar este Año sin pena ni gloria, o puede ser una Gracia de Dios si no le ponemos barreras ni murallas defensivas.
En las Indicaciones de la Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe para preparar el Año, se nos deja señalado el objetivo último de todo:
"«Sé en quien he puesto mi confianza» (2 Tm 1, 12): estas palabras de San Pablo nos ayudan a comprender que la fe «es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado»17. La fe como confianza personal en el Señor y la fe que profesamos en el Credo son inseparables, se evocan y exigen mutuamente. Hay un fuerte vínculo entre la fe vivida y sus contenidos: la fe de los testigos y confesores es también la fe de los apóstoles y doctores de la Iglesia.
En este sentido, las siguientes indicaciones para el Año de la fe tienen el objetivo de favorecer el encuentro con Cristo a través de testigos auténticos de la fe y aumentar el conocimiento de sus contenidos. Se trata de propuestas que tienen la intención de solicitar una respuesta eclesial ante la invitación del Santo Padre, para vivir en plenitud este año como un especial «tiempo de gracia»18. El redescubrimiento gozoso de la fe también ayudará a consolidar la unidad y la comunión entre las distintas realidades que conforman la gran familia de la Iglesia".
En cuatro ámbitos desarrolla la Nota las distintas sugerencias y programaciones:
a) Iglesia universal
b) Conferencias episcopales
c) Diócesis
d) Parroquias, asociaciones y movimientos
Veremos una marcadísima, agudísima insistencia en difundir, conocer y estudiar tanto los documentos del Concilio Vaticano II como en el Catecismo de la Iglesia Católica.
Para toda la Iglesia universal se marcan las siguientes acciones:
1. El principal evento al comienzo del Año de la fe será la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada por el Papa Benedicto XVI para el mes de octubre de 2012 y dedicada Al tema de La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Durante el Sínodo, el 11 de octubre de 2012 tendrá lugar una solemne celebración para dar inicio al Año de la fe, en recuerdo del quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II.
2. En el Año de la fe hay que alentar las peregrinaciones de los fieles a la Sede de Pedro, para profesar la fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, uniéndose a aquél que hoy está llamado a confirmar en la fe a sus hermanos (cf. Lc 22, 32). Será importante también fomentar las peregrinaciones a Tierra Santa, el lugar que tuvo la primicia de conocer a Jesús, el Salvador, y a María, su madre.
3. Durante este año será útil invitar a los fieles a dirigirse, con particular devoción a María, imagen de la Iglesia, que «reúne en sí y refleja en cierto modo las supremas verdades de la fe»19. Por lo tanto, se debería alentar toda iniciativa que ayude a los fieles a reconocer el papel especial de María en el misterio de la salvación, a amarla filialmente y a imitar su fe y virtud. Para ello será muy conveniente organizar peregrinaciones, celebraciones y reuniones en los principales Santuarios.
4. La próxima Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, en julio de 2013, ofrecerá a los jóvenes una ocasión privilegiada para experimentar el gozo que proviene de la fe en el Señor Jesús y de la comunión con el Santo Padre, en la gran familia de la Iglesia.
5. Al respecto, sería conveniente la realización de simposios, congresos y reuniones de gran escala, incluso a nivel internacional, que favorezcan la comunicación de auténticos testimonios de la fe y el conocimiento de los contenidos de la doctrina de la Iglesia Católica. Demostrando que también hoy la Palabra de Dios sigue creciendo y diseminándose, es importante que se dé testimonio de que en Jesucristo «encuentra su cumplimiento todo afán y todo anhelo del corazón humano»20 y que la fe «se convierte en un nuevo criterio de pensamiento y de acción que cambia toda la vida del hombre»21. Algunos congresos serán especialmente dedicados al redescubrimiento de las enseñanzas del Concilio Vaticano II.
6. El Año de la fe ofrecerá a todos los creyentes una buena oportunidad para profundizar en el conocimiento de los principales documentos del Concilio Vaticano II y el estudio del Catecismo de la Iglesia Católica. Esto vale particularmente para los candidatos al sacerdocio, en especial durante el año propedéutico o los primeros años de estudios teológicos, para los novicios y novicias de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, así como para aquellos que se preparan a entrar en una Asociación o Movimiento eclesial.
7. Este año será una ocasión propicia para acoger con mayor atención las homilías, catequesis, discursos y otras intervenciones del Santo Padre. Los pastores, personas consagradas y fieles laicos serán invitados a un renovado compromiso de adhesión eficaz y cordial a la enseñanza del Sucesor de Pedro.
8. Durante el Año de la fe, en colaboración con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, se esperan iniciativas ecuménicas dirigidas a invocar de Dios y favorecer «la restauración de la unidad entre todos los cristianos», que «es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II»22. En particular, tendrá lugar una solemne celebración ecuménica para reafirmar la fe en Cristo de todos los bautizados.
9. En el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización será establecida una secretaría especial para coordinar las diversas iniciativas sobre el Año de la fe promovidas por los distintos Dicasterios de la Santa Sede o que de todos modos sean relevantes para la Iglesia universal. Será conveniente que con tiempo se informe a esta secretaría sobre los principales eventos que se organicen y también podrá sugerir iniciativas apropiadas. La secretaría abrirá un sitio especial en Internet, para proporcionar información útil para vivir de manera efectiva el Año de la fe.
10. Al final de este año, en la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, tendrá lugar una Eucaristía celebrada por el Santo Padre, en el que se renovará solemnemente la profesión de fe".
Junto a la lógica coordinación y creación de Comisiones ad hoc, el Año de la Fe nos ofrecerá:
-Un sínodo extraordinario sobre la nueva evangelización (habremos de estar muy atentos)-La JMJ de 2013-Congresos, simposios, etc. de estudio y transmisión de la fe y alguno más en concreto sobre las enseñanzas del Vaticano II-Insistencia -¿cómo, de qué manera?- en la adhesión al magisterio del Santo Padre y la divulgación de sus enseñanzas.-Concluiremos renovando la fe junto al Sucesor de Pedro en la Eucaristía de clausura del Año.
El segundo ámbito es el de las Conferencias episcopales a las cuales se les asigna algunos trabajos y se le marcan orientaciones concretas:
1. Las Conferencias Episcopales podrán dedicar una jornada de estudio al tema de la fe, de su testimonio personal y de su transmisión a las nuevas generaciones, de acuerdo con la misión específica de los Obispos como maestros y «pregoneros de la fe»24.
2. Será útil favorecer la reedición de los Documentos del Concilio Vaticano II, del Catecismo de la Iglesia Católica y de su Compendio, en ediciones económicas y de bolsillo, y su más amplia difusión con el uso de medios electrónicos y modernas tecnologías.
3. Se espera que se renueve el esfuerzo para traducir los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica a los idiomas que aún no cuentan con traducción propia. Hay que alentar iniciativas de apoyo caritativo a las traducciones a las lenguas locales de los territorios de misión cuyas Iglesias particulares no puede sostener tales gastos. Esto podrá llevar a cabo bajo la dirección de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
4. Los pastores, aprovechando los nuevos lenguajes de la comunicación, se esfuercen por promover trasmisiones televisivas o radiofónicas, películas y publicaciones, incluso a nivel popular, accesibles a un público amplio, sobre el tema de la fe, sus principios y contenidos, así como la importancia eclesial del Concilio Vaticano II.
5. Los santos y beatos son los auténticos testigos de la fe25. Por lo tanto, será conveniente que las Conferencias Episcopales se esfuercen por dar a conocer los santos de su territorio, usando incluso los medios modernos de comunicación social.
6. El mundo contemporáneo es sensible a la relación entre fe y arte. En este sentido, se recomienda a las Conferencias Episcopales que, para enriquecimiento de la catequesis y una eventual colaboración ecuménica, se fomente el aprecio por el patrimonio artístico que se encuentra en lugares confiados a su cuidado pastoral.
7. Se invita a los docentes de los Centros de estudios teológicos, Seminarios y Universidades católicas a verificar la relevancia que, en su enseñanza, tienen los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica y las implicaciones que se derivan para sus respectivas disciplinas.
8. Será útil preparar con la ayuda de teólogos y escritores de renombre, subsidios divulgativos de carácter apologético (cf. 1 Pe 3, 15), para que los fieles puedan responder mejor a las preguntas que surgen en los distintos contextos culturales. Se trata de los desafíos de las sectas, los problemas asociados con el secularismo y el relativismo, y de los «interrogantes que provienen de un cambio de mentalidad que, sobre todo hoy, reduce el ámbito de las certezas racionales al de los logros científicos y tecnológicos»26, así como de otras dificultades específicas.
9. Sería deseable revisar los catecismos locales y los subsidios catequísticos en uso en las Iglesias particulares, para asegurar su plena conformidad con el Catecismo de la Iglesia Católica27. En el caso de que algunos catecismos o subsidios para la catequesis no estén en completa sintonía con el Catecismo o que padezcan lagunas, será oportuno comenzar la elaboración de nuevos catecismos, sirviéndose del ejemplo y la ayuda de otras Conferencias Episcopales que ya lo hayan hecho.
10. En colaboración con la Congregación para la Educación Católica, competente en materia, será oportuno verificar que los contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica estén presentes en la Ratio de la formación de los futuros sacerdotes y en el currículo de sus estudios teológicos.
Lo más destacable, tal vez, podría ser:
-Reedición, incluso en ediciones económicamente asequibles, de los documentos del Concilio Vaticano II, del Catecismo y del Compendio, a fin de que se lean, se estudien en grupos y catequesis de adultos, se conozcan.- Divulgación de las enseñanzas conciliares especialmente por los diferentes medios de comunicación: sería el tono de una gran misión popular o de una enseñanza catequética para adultos (Radio, TV, cine, Internet).-Propagar la verdadera devoción a los santos como testigos de la fe, en la misma línea que el punto anterior.
¿Qué os parece?
Esperemos cosas tal vez más concretas y no genéricas, pero desde ya pongámonos en sintonía con el anhelo de toda la Iglesia para vivir bien este Año.
desde mi humilde punto de vista, este documento nos muestra el camino para vivir y construir un año especialmente dedicado a la Fe desde el punto de vista pastoral. Lo que no hemos de perder de vista es que debajo de la dimensión pastoral, está la vivencial. ¡No nos quedemos en la superficie de los actos y actividades! La fe se vive o no es Fe.
ResponderEliminarD. Ajvier, como supongo que tratará los ámbitos siguientes: diócesis, parroquia y agrupaciones de fieles... no entro en esos temas.
Gracias por darnos un repasito del documento. Esta es una de las labores que los blog realizan estupendamente: divulgar y acercar a las personas la acción institucional de la Iglesia.
Seguimos unidos en oración :)
Efectivamente, pasado mañana sale la última entrada con la Nota sobre las acciones en la diócesis y parroquias. Ya veremos entre todo qué podríamos ir haciendo y, sobre todo, concienciarnos para vivirlo.
EliminarDesde luego para eso sirven los blogs: se dan a conocer cosas, elementos, dando difusión y provocando el diálogo y la reflexión. O sea, catequesis y formación...
Buenos días don Javier. Para cosas concretas este blog que cumple el punto 4 y lo desarrolla animándonos a leer los documentos del CV-II.Un abrazo.
ResponderEliminarGrazie pater:Questo link conduce direttamente al luogo
http://press.catholica.va/news_services/bulletin/news/28636.php?index=28636&lang=sp#TESTO IN LINGUA SPAGNOLA
NIP:
EliminarAlgo más habrá que hacer. Suelo citar mucho los documentos del Concilio y el Catecismo en el blog porque eso es lo que vivo y he enseñado siempre; ahora a todos se nos pide el renovado impulso de conocerlos, vivirlos y difundirlos.
Es muy importante lo que dice Miserere de que debemos cuidar no quedarnos en la superficie de las actividades , y - como dice la Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fé - vivamos este año de la Fé como confianza y adhesión personal al Señor unidos a la Iglesia.
ResponderEliminarPor eso, D. Javier , es muy de agradecer que , aunque por ahora, no haga catequesis específicas sobre el Catecismo o el C. Vaticano II etc ya nos " va poniendo en sintonía " para vivir bien el Año de la Fé .
Un abrazo a todos
María M.
Eso pretendía: ponernos todos en sintonía, tener ganas de vivirlo, saber lo que se va a hacer...
EliminarDoy por hecho que no queremos quedarnos en la superficie del Año de la Fe, al menos quienes estamos vinculados a este blog-esta casa, pero sí me preocupan las actividades que deben ser concretas y recorrer todo el Cuerpo eclesial. No vayamos a quedarnos en las nubes... y pase el Año sin pena ni gloria, reducido a la subjetividad de cada cual.
Tengo mucha ilusión con el Año de la Fe y por eso le pedimos formación un grupo de amigos de facebook al padre Mauricio Viquez quien encantado nos acompañará.
ResponderEliminarCreo que este pequeño gesto es ya fruto de la iniciativa.
Alabado sea Dios!
A esos pequeños gestos es a lo que me refería en la catequesis de hoy y en los comentarios. Es una iniciativa laudable y esperemos que entre todos y en nuestros ambientes y parroquias surgen iniciativas igual de concretas.
EliminarAlabado sea Dios! -R/ Sea por siempre bendito y alabado.
Gracias por esta entrada y por compartir sus conocimientos. No podemos quedarnos parados, este año no, porque Dios va a derramar mucha Gracia y haber si no nos va a pillar en el sitio correcto.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
Mento:
Eliminar-De nada.
Aquí se trata de compartir conocimientos buscando la formación. Lo intento con todas mis fuerzas.
Me ha encantado la expresión: "no nos va a pillar en el sitio correcto". Tal vez estemos en otros lugares, en otros sitios, despistados... y un Año así quiero creer que será un Año de Gracia si estamos donde debemos estar, dispuestos y preparados para recibirla.
Un abrazo
D. Javier, me encanta la entrada y me viene que ni al pelo.
ResponderEliminarNo hago más que pedirle al Señor que aumente mi fe porque a veces no entiendo algunas cosas que son muchas e importantes.
Un muy feliz día para todos.
¿Y quién lo puede entender todo? Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris Mater presenta a la Virgen María como "peregrina en la fe" y así nos toca a todos. Caminamos ahora en fe, sin entender todo, hasta llegar a la visión.
EliminarMe parece estupendo y necesario, nunca agradeceremos bastante el Santo Padre que Dios nos ha dado. Por limitarme a tres aspectos: conocimiento de los documentos del Concilio Vaticano II para que no se hable de "oídas", celebración de la vida de los santos, que no vivieron mejores tiempos que nosotros y sintonizar con el Catecismo o completar las lagunas de lo que se denomina subsidios para la catequesis porque una buena formación desde la infancia es muy importante en orden a la solidez de la fe.
ResponderEliminarA medida que pasan los cumpleaños repites de modo cada vez más consciente las palabras de san Pedro. “¿A quién iremos, Señor? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna”. Como el papa Juan Pablo II dijo a los jóvenes: “En nuestro tiempo estamos sumergidos en toneladas de información, de palabras, de novedades. Todas resuenan en nosotros. Infinidad de propuestas nos interpelan, cada una más atractiva y apetecible que las demás. Sin embargo, sólo el Señor Jesús tiene palabras que resisten al paso del tiempo y permanecen para la eternidad… solo Él es la respuesta para nuestras vidas... ¡El cristianismo es Cristo! ¡Es una Persona, es el Viviente! Encontrar a Jesús, amarlo y hacerlo amar: he aquí la vocación cristiana..."
Encomendando a María esta acción de la Iglesia ¡Qué Dios les bendiga!
Muy buena cita de Juan Pablo II, fuerte, kerygmática, remitiéndonos a lo central.
EliminarA mí el magisterio de Benedicto XVI, su forma de escribir y predicar, me parece de una luz incomparable y hay que dar gracias; pero cada Papa es fruto de la acción de Dios para un momento concreto, y por ello es necesario el agradecimiento igualmente a los Papas anteriores, cada uno con su estilo.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, digo en general (y no por vd., Julia mª) que me desagrada cuando antes algunos exaltaban a Juan Pablo II contra los Papas anteriores, y ahora son otros los que exaltan a Benedicto denigrando o silenciando a los anteriores incluso con un término despectivo: "el juanpablismo".
Quede este como una referencia para todos.
Gracias por otro post, D. Javier
ResponderEliminarDesde mi humilde punto de vista para fortalecer y consolidar la fe nda como la oración. Y nada mejor para aprender a orar que la liturgia de las horas.
Salvo desconocimiento por mi parte, sigue sin haber ediciones asequibles de la liturgia de las horas; y sobre todo en ninguna iglesia de España se facilita a los fieles un ejemplasr del diurnal. Quizá es que somos muy aficionados al "recogimiento" y nos acabmos llevando todo...
Sería bueno que en aquellos templos que permanecen abiertos gran parte del día al memos se rezaran vísperas y laudes todos los días...
Un saludo cordial
La Liturgia de las Horas es la gran asignatura pendiente de la vida cristiana y parroquial.
ResponderEliminarEs verdad que no existen ediciones asequibles, por ejemplo, anuales, de la Liturgia de las Horas (: LH). La revista Magníficat, admirable en tantos conceptos, ofrece una versión reducida y libre de Laudes y Vísperas. Aquí en el blog, en la columna de la derecha, está el enlace para Laudes y Vísperas cada jornada, en la edición argentina.
Tener Diurnales en las parroquias y libros de oración al alcance de todos es un peligro: ¡se los llevan, los roban!
Pero de algún modo habremos de potenciar la Liturgia de las Horas porque alimenta la fe con la oración sálmica, bíblica y litúrgica.
hola ...me parece genial para mi nada que pueda ser de Dios puede quedar sin Fuerza ,si es el año de la Fe los que la tenemos ,la llevaremos con mas fuerza las propuestas me parecen muy buenas ,todo es poco para renovarse y despertar o despertarnos siempre caminando hasta llegar .La liturgia de las Horas que oro todos los dias ...si no todo los cristianos las hacen pero cada vez un poco mas un afectuoso saludo D.Javier .muchas gracias Maria
ResponderEliminarMaría:
EliminarMe da una alegría grande oírle decir que reza la Liturgia de las Horas. Se une así a un coro grande, inmenso, invisible, de voces en la tierra que cantan unidos entre sí y unidos a los santos y los ángeles. Esa oración, que es eclesial, nos hace penetrar en el misterio de la fe, porque la liturgia es una gran educadora y pedagoga de la fe.
Y ya iremos viendo las propuestas: de las más grandes a las más pequeñas, a las iniciativas particulares, a los gestos sencillos que entre todos se puedan realizar. Dios quiera que sea un año fructífero.