lunes, 16 de enero de 2012

Ante el año de la Fe (y III)

Después de conocer las iniciativas pastorales de la Nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe en los dos primeros ámbitos, Iglesia universal y Conferencias episcopales, llegamos a los ámbitos más cercanos e inmediatos en los que se desarrolla la vida eclesial cotidiana: la diócesis y las parroquias (asociaciones y movimientos inclusives). ¿No habría que añadir los blogs católicos? 


Las Iglesias diocesanas, encabezadas por su Obispo, son invitadas a las siguientes acciones:

1. Se auspicia una celebración de apertura del Año de la fe y de su solemne conclusión en el ámbito de cada Iglesia particular, para «confesar la fe en el Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo»28.

2. Será oportuno organizar en cada diócesis una jornada sobre el Catecismo de la Iglesia Católica, invitando a tomar parte en ella sobre todo a sacerdotes, personas consagradas y catequistas. En esta ocasión, por ejemplo, las eparquías católicas orientales podrán tener un encuentro con los sacerdotes para dar testimonio de su específica sensibilidad y tradición litúrgicas en la única fe en Cristo; así, las Iglesias particulares jóvenes de las tierras de misión podrán ser invitadas a ofrecer un testimonio renovado de la alegría de la fe que las distingue.

3. Cada obispo podrá dedicar una Carta pastoral al tema de la fe, recordando la importancia del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de la porción de fieles a él confiada.

4. Se espera que en cada Diócesis, bajo la responsabilidad del obispo, se organicen eventos catequísticos para jóvenes y para quienes buscan encontrar el sentido de la vida, con el fin de descubrir la belleza de la fe de la Iglesia, aprovechando la oportunidad de reunirse con sus testigos más reconocidos.

5. Será oportuno verificar la recepción del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica en la vida y misión de cada Iglesia particular, especialmente en el ámbito catequístico. En tal sentido, se espera un renovado compromiso de parte de los departamentos de catequesis de las diócesis, que sostenidos por las comisiones para la catequesis de las Conferencias Episcopales, tienen en deber de ocuparse de la formación de los catequistas en lo relativo a los contenidos de la fe.

6. La formación permanente del clero podrá concentrarse, particularmente en este Año de la fe, en los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica, tratando, por ejemplo, temas como "el anuncio de Cristo resucitado", "la Iglesia sacramento de salvación", "la misión evangelizadora en el mundo de hoy", "fe e incredulidad", "fe, ecumenismo y diálogo interreligioso", "fe y vida eterna", "hermenéutica de la reforma en la continuidad" y "el Catecismo en la atención pastoral ordinaria".

7. Se invita a los Obispos a organizar celebraciones penitenciales, particularmente durante la cuaresma, en las cuales se ponga un énfasis especial en pedir perdón a Dios por los pecados contra la fe. Este año será también un tiempo favorable para acercarse con mayor fe y frecuencia al sacramento de la Penitencia.

8. Se espera la participación del mundo académico y de la cultura en un diálogo renovado y creativo entre fe y razón, a través de simposios, congresos y jornadas de estudio, especialmente en las universidades católicas, que muestren «cómo entre la fe y la verdadera ciencia no puede haber conflicto alguno, porque ambas, aunque por caminos distintos, tienden a la verdad»29.

9. Será importante promover encuentros con personas que «aun no reconociendo en ellos el don de la fe, buscan con sinceridad el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo»30, inspirándose también en los diálogos del Patio de los Gentiles, iniciados bajo la guía del Consejo Pontificio de la Cultura.

10. El Año de la fe será una ocasión para dar mayor atención a las escuelas católicas, lugares privilegiados para ofrecer a los alumnos un testimonio vivo del Señor, y cultivar la fe con una oportuna referencia al uso de buenos instrumentos catequísticos, como por ejemplo el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica o el Youcat".

En cada diócesis, y cada uno de nosotros debemos sentirnos implicados y participantes:

-Habrá un solemne inicio y clausura del Año de la Fe: ¡hemos de estar!
-Además una jornada de estudio y presentación del Catecismo de la Iglesia Católica
-Una carta pastoral de cada Obispo que debe ser leída en oración y/o trabajada en las catequesis de adultos de cada parroquia
-Acciones evangelizadores y catequéticas sobre todo para los jóvenes y atención a los centros y colegios católicos
-Formación permanente de los sacerdotes y añadamos también de los laicos sobre la Fe, el Concilio Vaticano II y el Catecismo.

Por último, nuestros hogares de la fe: las parroquias y dentro de ellas las asociaciones y movimientos:

1. En preparación al Año de la fe, todos los fieles están invitados a leer y meditar la Carta apostólica Porta fidei del Santo Padre Benedicto XVI.

2. El Año de la fe «será también una ocasión propicia para intensificar la celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía»31. En la Eucaristía, misterio de la fe y fuente de la nueva evangelización, la fe de la Iglesia es proclamada, celebrada y fortalecida. Todos los fieles están invitados a participar de ella en forma consciente, activa y fructuosa, para ser auténticos testigos del Señor.

3. Los sacerdotes podrán dedicar mayor atención al estudio de los documentos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia Católica, recogiendo sus frutos para la pastoral parroquial –catequesis, predicación, preparación a los sacramentos, etc.– y proponiendo ciclos de homilías sobre la fe o algunos de sus aspectos específicos, como por ejemplo, "el encuentro con Cristo", "los contenidos fundamentales del Credo" y "la fe y la Iglesia"32.

4. Los catequistas podrán apelar aún más a la riqueza doctrinal del Catecismo de la Iglesia Católica y, bajo la responsabilidad de los respectivos párrocos, guiar grupos de fieles en la lectura y la profundización común de este valioso instrumento, con la finalidad de crear pequeñas comunidades de fe y testimonio del Señor Jesús.

5. Se espera por parte de las parroquias un renovado compromiso en la difusión y distribución del Catecismo de la Iglesia Católica y de otros subsidios aptos para las familias, auténticas iglesias domésticas y lugares primarios de la transmisión de la fe. El contexto de tal difusión podría ser, por ejemplo, las bendiciones de las casas, el bautismo de adultos, las confirmaciones y los matrimonios. Esto contribuirá a confesar y profundizar la doctrina católica «en nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre»33.

6. Será conveniente promover misiones populares y otras iniciativas en las parroquias y en los lugares de trabajo, para ayudar a los fieles a redescubrir el don de la fe bautismal y la responsabilidad de su testimonio, conscientes de que la vocación cristiana «por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado»34.

7. En este tiempo, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica son llamados a comprometerse en la nueva evangelización mediante el aporte de sus propios carismas, con una renovada adhesión al Señor Jesús, fieles al Santo Padre y a la sana doctrina.

8. Las comunidades contemplativas durante el Año de la fe dedicarán una particular atención a la oración por la renovación de la fe en el Pueblo de Dios y por un nuevo impulso en su transmisión a las jóvenes generaciones.

9. Las Asociaciones y los Movimientos eclesiales están invitados a hacerse promotores de iniciativas específicas que, mediante la contribución del propio carisma y en colaboración con los pastores locales, se incorporen al gran evento del Año de la fe. Las nuevas Comunidades y Movimientos eclesiales, en modo creativo y generoso, encontrarán los medios más eficaces para ofrecer su testimonio de fe al servicio de la Iglesia.

10. Todos los fieles, llamados a reavivar el don de la fe, tratarán de comunicar su propia experiencia de fe y caridad35, dialogando con sus hermanos y hermanas, incluso de otras confesiones cristianas, sin dejar de lado a los creyentes de otras religiones y a los que no creen o son indiferentes. Así se espera que todo el pueblo cristiano comience una especie de misión entre las personas con quienes viven y trabajan, conscientes de haber «recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos»36.

Subrayando las acciones concretas, se plantea que:

-todos los fieles lean y trabajen la Carta apostólica Porta fidei de Benedicto XVI
-Cultivo de la liturgia, de su solemnidad y sacralidad al celebrarla, renovando la participación plena, consciente, activa, interior, fructuosa, ya que la fe se nutre y se expresa en la liturgia.
-La predicación de los sacerdotes habrá de girar en torno a temas nucleares y presentación de la fe y del Catecismo.
-Procurar la difusión del Catecismo de la Iglesia católica a todos los fieles. Podría ser un buen regalo... y desde luego el libro de referencia de toda catequesis de adultos, escuela de catequistas y formación del laicado.

Los blogs católicos, como éste, como esta comunidad católica virtual, pueden ser magníficos vehículos para vivir y cultivar el Año de la Fe.

Aquí, lo sabéis bien, están muy presentes las enseñanzas del Concilio Vaticano II y del Catecismo que se citan con muchísima frecuencia, así como la enseñanza de los Papas.

Para el Año de la Fe ya están programadas muchas catequesis: serán las audiencias generales y grandes discursos de Pablo VI en aquel Año de la Fe (1967-68) que inspira este nuevo Año de la Fe.

Entre todos, vamos a vivirlo, y también proponed sugerencias si se pueden realizar en el blog.

14 comentarios:

  1. Buenos días. Lo cierto es que estas indicaciones son muy interesantes, ya que permiten que la Iglesia tenga orientaciones comunes en sus diferentes ámbitos.

    Espero que la iniciativa de acercarse al ámbito académico se haga realidad. En las diócesis con alguna universidad católica, debería ser más sencillo. En las diócesis con universidad(es) públicas se plantea un serio problema: el temor reverente hacia la universidad que tienen muchas diócesis.

    Hay mucho que andar y eso nos lleva a la esperanza. Oremos a Dios para que nos ilumine el camino que tenemos por delante en este año de la Fe.

    D. Javier , me alegro que el cansancio y tensión del otro día haya remitido. Tenemos que ir cuidándonos, el cuerpo lo tenemos en préstamo.Un abrazo en el Señor a todos. :)

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    1. ¡Ay Miserere! ¡Cómo se nota su querencia de Universidad! Pues es verdad lo que dice.

      Lo del otro día fue el estrés y la tensión de que todo saliera bien, que no era fácil. Ya estoy bien. Gracias.!!!

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    2. A cada cual le duele la espinita que tiene clavada :-))))

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    3. Desde luego amigo, y tiene toda la razón.

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  2. Buenos días don Javier. ¡Genial! me ha puesto los dientes largos, ya estoy deseando recorrer a partir del 11 de Octubre este año de la fe visitando y aplicando lo aprendido en su blog, por ahora voy leyendo Lumen G.Un abrazo.

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    1. NIP:

      Los dientes largos son hasta incómodos, vuélvalos a su tamaño original.

      Yo preferiría empezar a leer los documentos del Vaticano II desde el 11 de octubre, así vamos todos a una. Y ojalá sea verdad que aprende mucho en este blog, porque entonces el blog estará siendo fiel a su origen y misión.

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  3. En mi diócesis hay un buen obispo y con frecuencia voy a escuchar sus homilías en la catedral. El preside todas las celebraciones importantes. Pero he visto que la celebración penitencial cuaresmal de la catedral no la preside él, la delega en otro cura y asisten una docena escasa de fieles.
    Espero que esta Nota de la CDF lo anime a presidir esa penitencial y contribuya así a la revitalización de ese sacramento en la diócesis, tan importante a mi parecer para la perseverancia y el fortalecimiento de la fe.

    Una sugerencia podría ser la de leer juntos los documentos de CVII y el Catecismo y comentarlos aquí.

    No sabía que don Javier estaba enfermo: ¡Cuídese mucho que le necesitamos aquí con nosotros!

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    1. Amigo:

      Sin entrar en detalles (tal vez le escriba a su email) no me cabe duda de que tiene un muy buen obispo. No me extrañaría nada que él mismo presidiese alguna celebración penitencial.

      ¿Cómo leemos juntos aquí tanta documentación magisterial? Por ahora no se me ocurre mucho, pero seguro que entre todos, cuando vaya llegando el momento, lograremos algo más.

      Y lo de mi salud: el viernes falleció un venerable sacerdote y el rito exequial era en mi parroquia; tuve que organizarlo todo (sillas, coro, buscar diácono, etc. etc.) y luego oficiar de maestro de ceremonias en la liturgia en la que estuvieron además dos obispos. Apenas descansé. Todo unido hizo que la tensión primero se me subiera y luego pegara un bajón que no se pasó hasta el sábado noche, con analgésicos, un paseo tranquilo y horas de sueño nocturno.

      Nada especial.

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  4. A raíz de las palabras de Aprendiz 2, se me ha ocurrido una pequeña tontería. Dedicar una catequesis a cada documento del Concilio: constituciones, decretos y declaraciones, haciendo una presentación de cada una, sus partes, y una síntesis de su doctrina.

    Claro está que semejante trabajo sólo lo podré comenzar a partir del verano, en vacaciones, para releerlos yo con tranquilidad y poder ofreceros algo que valga la pena.

    ¿O se os ocurre algo distinto?

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    1. No debería hacer Vd. todo el trabajo. Podríamos nosotros aportar algo como por ejemplo: leer o releer cada uno de los documentos con carácter previo siguiendo un calendario que fije Vd. De este modo preguntas, dudas, profundizaciones podrían ser más eficaces. Sólo es una sugerencia a raiz de la hecha por aprendiz2. En la parroquia lo hicimos así en un determinado momento; ¿eficacia?: depende de la seriedad del compromiso de los lectores.

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    2. Don Javier lo que propone no es ninguna tontería ni tampoco pequeña, pues coincido con Julia Mª que, lo que dice, le va a suponer mucho trabajo y hasta quedarse sin vacaciones, que deben ser sagradas para cargar las pilas.

      Mi propuesta era más sencilla: simplemente que esa relectura que Vd tal vez haga, la haga con nosotros copiando y pegando cada dos o tres días un capítulo de un documento del CVII. Luego Vd nos lo desgrana un poco y nosotros lo comentamos.
      Tal vez la idea no sea buena para algunos que ya los han leído pero, nos vendría bien a otros para romper la inercia y leerlos de una vez.

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  5. A su pregunta ¿No habría que añadir los blogs católicos? le respondo que sí, es absolutamente necesario, casi imprescindible diría yo, para la formación de nuestros jóvenes que a veces andan escasos de tiempo,corriendo de un lado a otro para abarcar familia, trabajo, formación, lo ordinario de la casa, y muy graciosos te preguntan con voz suplicante: mamá ¿cómo has podido hacerlo?
    Importantísismo que los colegios de órdenes religiosas y las universidades católicas ocupen realmente su lugar en la formación católica diaria de sus alumnos (mis hijos han estudiado en esos centros).
    Peticiones por si alguien quiere escucharme: es necesario que los sacerdotes expliquen muy bien qué significa participar de manera plena, consciente, activa, interior y fructuosa en la Liturgia. Y también se deben explicar muy bien los documentos del Concilio Vaticano II en la Santa Iglesia que nació en Pentecostés, en el sentido indicado muy bien por el Papa. No sé si se me ha pasado pero echo de menos la Adoración Eucarística.

    El testimonio de los laicos en España no es tan difícil como muchos parecen creer, en el mundo árabe sí; a los más jóvenes pueden desconcertarles las burlas del entorno pero mi experiencia en mis hijos es que sobreviven fortalecidos; el testimonio sereno de los adultos, insisto en España, termina por despertar el respeto del medio. El diálogo con indiferentes o con los que no creen sí es más difícil, a veces por falta de formación de nosotros los católicos y la mayor parte de las veces porque a indiferentes y no creyentes no les interesa lo que tenemos que decirles ya que para ellos el Evangelio no es la Buena Noticia. No soy pesimista pero "las razones de nuestra esperanza" tampoco les interesaron a los griegos en el Aerópago.

    ¡Cuídese! El estrés de los años de juventud en que crees poder abarcar todo se han convertido en mi cuerpo en hipertensión crónica.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. La veo demasiado optimista en cuanto a la 'facilidad' del testimonio y apostolado en España. Yo no soy tan optimista, pero ojalá me equivoque.

      Lo de colegios y universidades, estoy muy de acuerdo. hay muchos colegios tremendamente secularizados, que, pese a ser llevados por religiosos, no acaban de salir del "buenismo" y de los "valores", pero doctrina católica poca.

      Sobre liturgia: al menos en este blog, ya ve que la liturgia está muy presente para potenciar aquella participación activa e interior que subraya la constitución Sacrosanctum concilium.

      Gracias por los consejos sobre la tensión: lo mío es siempre tensión a la baja y mantenerme con café. Por eso una mínima subida me pone fatal.

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  6. Le puedo contar que ya este sábado estuve en un retiro en Cursillo donde el tema fue la Fe y comenzamos leyendo parte de la carta Porta Fidei, realizamos unas reflexiones sobre la fe desde diversos ángulos. Así que publiqué en mi blog el material que utilizamos para que esté disponible a todos. Como ve un granito de arena que aporto como bloguera. Un abrazo a todos.

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