jueves, 16 de enero de 2014

Evitar las malas compañías (Exht. a un hijo espiritual - XVII)

"De los hombres consumados, precisamente, disfruta su compañía y que tu alma se deleite en convivir con los que practican la abstinencia y que no se aparte de tu oído de sus conversaciones: que sus palabras son palabras de vida y salvada está el alma de quienes gustosamente las escuchan. En efecto, como la salida del sol ahuyenta las sombras, así también la doctrina de los santos disipa las tinieblas de tu interior. Por favor, no esquives la compañía de tales hombres, para que con sus consejos tu espiritu se eleve derecho al cielo; que puedas despreciar, por no valer nada, la gloria fugaz de este mundo y tus sentidos beban, hasta acabar, las virtudes del alma.

Esquiva a esos hombres que ves renuentes a los mandamientos de Dios, los que están muertos para las virtudes y parece que viven para las pasiones, porque se alegran de sus propios caprichos y están privados del gozo divino. Ni te juntes con los hombres de esta calaña, ni pretendas estar continuamente de cháchara con ellos, a menos que puedas apartarlos de su errático caminar. Pero si eres incapaz, evítalos como a un enemigo público: pues, a menudo, por una oveja enferma se contamina todo el rebaño y un poquito de hiel vuelve amargo lo que antes era muy dulce y "un poco de levadura altera toda la masa".

Es a esa clase de levadura a la que Dios nos manda estar atentos. A esta levadura, la de los sujetos más viles, se la reconoce bien gracias a la ayuda de la doctrina: pues aunque uno en el porte parezca una persona esclarecida y noble, y aunque te diga dulces palabras con elegancia, la falsía de su corazón se reconoce por su manera de actuar a continuación. Que no es por sus palabras sino por sus frutos por los que se distingue a una persona.



Al cabo, muchísimos se apresuran a ocultar astutamente sus vicios y en algunos círculos hasta parecen dignos de admiración, pero al perder las flores se echa de ver cuál es su auténtico fruto. Lo cierto es que cuando dentro de su pecho han mantenido largo tiempo a la serpiente, afectados por su picadura se van inflamando y quedan al descubierto de todos, porque "no hay nada oculto que no vaya a revelarse"

(S. Basilio Magno, Exh. a un hijo espiritual, n. 18).


8 comentarios:

  1. ¿Apartarse no es quizás una postura elitista y soberbia? Realmente estoy confundido... Quien no tiene familiares y amigos que han seguido con una vida mundana y superficial, mientras nosotros avanzamos en la fe? Se me antoja como un fracaso... No vino Jesús a curar a los enfermos? Entiendo perfectamente que estar en esos ambientes es un peligro, pero reuir a esas personas es tan fácil siendo amos y familiares? No es un mensaje equivocado el que daríamos? Espero Padre su respuesta. Gracias

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    1. Aunque hoy estoy más liada de lo habitual no puedo resistirme a hablar con vd aunque se dirija a don Javier; así nos podrá corregir y enseñar a ambos. Depende de cómo se entienda el término rehuir. A mí no me cabe duda que para san Basilio se trata de rehuir a una persona, un ambiente, en todo lo que vaya en contra de la Ley de Dios, en contra de nuestra fe, salvo en caso de evangelizar a esa persona o ambiente con la formación adecuada pues, si no rehuirlo te hace cómplice, es malo tanto para la persona o personas de ese ambiente como para ti mismo. Apartar algo, evitar el trato o la compañía de alguien por el daño o riesgo que conlleva no hacerlo, es el significado del término rehuir.

      Así lo hice cuando una hija mía de 16 años, que tenía y tiene tres amigos que se definían ellos mismos en una determinada tendencia sexual activa (dos de ellos amigos desde la infancia en el colegio), me preguntó sobre si podía ir a un “bar de ambiente”. Ante mi negativa y mi explicación: “te harías cómplice de unas acciones que van en contra la Ley de Dios y, por tanto, de nuestra fe y de la doctrina de la Iglesia”, formuló la pregunta siguiente, si en el futuro se casan ¿no podré ir a la celebración? No, y por las mismas razones. “Se enfadarán, no serán mis amigos… Tienes que explicarles que, por mucho que les quieras, no puedes compartir con ellos lo que sabes que es un error y explicarles las razones por las que lo calificas como error, pero que si te necesitan en cualquier ocasión en la que les puedas ayudar, compartir… para su bien y el tuyo, aquí te tendrán”.

      Así entiendo yo a san Basilio. Puede argumentárseme que el ejemplo es de la adolescencia. Por desgracia muchos católicos se han “contaminado” de la cultura secularizada y laicista por convivir con lo que no tenían que convivir, con lo que debían rehuir. Puedo ponerle como ejemplo mi conversación con una de mis sobrinas adulta. Ella me contaba, tal y como se lo había explicado su amiga, la "interrupción del embarazo" porque según el médico el niño iba a tener determinadas deficiencias ¿Interrupción? Llámalo por su nombre, fue mi respuesta. De mis compañeros ni qué decirle.

      Ninguno de nosotros estamos libres de caer en el error si frecuentamos ambientes o personas que puedan poner en riesgo nuestra fe ni siquiera en el caso de que nuestra presencia se justifique por su evangelización y ésta, que sería la única causa que lo justificaría, como señala el santo precisa de una buena formación pues “torres más altas han caído”.

      Un saludo.

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    2. Pepe:

      Dada la pregunta, se merece una mínima respuesta por mi parte.

      Tal como explica Julia María, hay que regirse por la virtud de la prudencia. Huir de las malas compañías es huir de quienes nos pueden hacer caer o apartarnos de Cristo. La rectitud moral y la integridad nos piden ser inteligentes y apartarnos.

      Caso distinto es cuando la intención es evangelizar y hacer apostolado: nos acercamos, con ideas claras, y sin que seamos nosotros al final los que vayamos a su mal terreno, sino siempre para llevar a otros a Cristo.

      En el caso de familia y amigos directos, más que rehuir, yo matizaría en tener claras las cosas; habrá muchos momentos en que se nos cuestionará la fe y nuestra propia práctica cristiana. ¡Cuántas veces, por ejemplo en Navidad, muchos dejan de participar en la Misa porque están en familia y no quieren quedar mal, ausentándose un rato para ir a la iglesia! "El ama a su padre o a su madre o... más que a Mí, no es digno de mí".

      Simplemente, en todo prudencia como virtud reguladora.

      Un saludo cordial

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  2. Edit post lectura *rehuir *amigos.

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  3. Evitar las malas compañías. Eso ha sido una frase constante en todas las casas, de los padres a las madres. Eso solo se puede compensar con una formación sólida, y con el conocimiento exhaustivo del Magisterio de Nuestra Santa Madre la Iglesia Católica. Vivimos en el mundo, pero no somos del mundo. No podemos salirnos del mundo, pero si podemos tener las cosas claras. Profundizar en nuestra Fe, y acudir a nuestros maravillosos sacerdotes. Alabado sea DIOS. Sigo rezando. DIOS les bendiga.

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    1. Antonio Sebastián:

      Ese es el difícil equilibrio para el que hemos de rogar luz y discernimiento al Espíritu Santo: estar en el mundo, plenamente, pero sin ser del mundo..., a fin de que el mundo no "nos mundanice", sino que vivamos "espiritualmente", con el Santo Espíritu de Dios.

      Feliz jornada.

      ¿Sabemos algo de los resultados de su sobrina?

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  4. Si, Padre Javier, la operación fue un éxito y mi sobrina evoluciona de la operación muy bien. Pero la incertidumbre, sobre todo de los padres, es muy grande, hasta saber los resultados de los análisis, no sabemos si el tumor es maligno o benigno. Por favor, siga rezando, DIOS le bendiga.

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    1. Antonio Sebastián:

      Seguro que estamos rezando todos...

      En cuanto se sepan los resultados de la biopsia, nos lo comunica, por favor.

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