miércoles, 13 de enero de 2010

Teología, ciencia sabrosa

La verdadera y sana teología siempre va acompañada de un sólido cimiento tanto espiritual como eclesial. La teología que merece este nombre, sin renunciar a su estatuto científico ni a su método propio de fuentes, investigación y reflexión, posee un matiz de ciencia distinto que bien roza lo espiritual.

Tomando en sentido muy amplio unas palabras de san Juan de la Cruz, se podría decir que la teología es ciencia mística o ciencia amorosa: “Esta ciencia sabrosa es la teología mística, que es ciencia secreta de Dios, que llaman los espirituales contemplación; la cual es muy sabrosa, porque es ciencia por amor, el cual es maestro de ella y el que todo lo hace sabroso. Y por cuanto Dios le comunica esta ciencia e inteligencia en el amor con que se comunica al alma, es sabrosa para el entendimiento, por ser ciencia que pertenece a él, y sabrosa para la voluntad; por ser en amor que le pertenece a la voluntad” (CB 27).


El teólogo ha de ser un hombre de Dios y un hombre de Iglesia; lo que escriba, lo que enseña, lo que investiga es algo grande, el Misterio de Dios, y ante el Misterio su alma debe esponjarse y amar al Señor. No entiende una teología fría, una teología academicista, de crítica textual que se arroja a los demás con el disenso y el falso espíritu profético del que algunos se invisten. La teología, cuando es verdadera, es ciencia sabrosa, es ciencia tan llena de amor de Dios, por parte de quien la elabora, que es capaz de comunicar ese amor de Dios.
Toda teología está marcada por el signo del amor de Jesucristo, vivida y realizada en el seno de la Iglesia, con amor por la Iglesia. En expresión clásica de Balthasar en su artículo clásico “Teología y santidad” (Verbum caro I), es teología de rodillas, por tanto, adorante, amante. El teólogo se tendrá que detener más de una vez al leer y empezar a escribir, porque su alma se eleva en amor al Señor con una fugaz y densa plegaria, de modo irresistible, ante la grandeza de lo que sus ojos están viendo, sus oídos oyendo y sus manos tocando: ¡la Palabra de la Vida! (cf. 1Jn 1,1).

Ese mismo criterio, propio del teólogo cuando elabora su teología, nos sirve a nosotros como principio de discernimiento. La verdadera teología, ciencia sabrosa, cuando se escucha (en clase, en una meditación, en una conferencia) llena el corazón de tal manera que uno entra en contacto con el Señor y se une a Él, disfrutando, durante la sesión; o si es un libro de teología, estará escrito con tal unción, con tal garra, transmitiendo tal pasión por Jesucristo en su Iglesia, que se dejará el libro entre las manos y se empezará a orar gustando internamente, movido por aquello mismo que se ha leído, feliz, satisfecho para luego retomar la lectura y avanzar. Escuchando esta teología o leyendo estos libros se produce un encuentro con el Señor que es un acontecimiento de gracia; se palpa una Presencia que llena el corazón, que responde a lo que el hombre busca, que ilumina la razón descubriendo lo verdadero, que provoca asombro y estupor. Más aún, si es verdadera teología y posee sabor espiritual, se podría perfectamente leer ante el Sagrario y orar con la teología.

Es ciencia sabrosa la teología por eso los grandes teólogos siempre han sido grandes orantes, contemplativos incluso en medio del mundo, con pasión por Cristo y amor -¡tremendo, absoluto!- por la Iglesia.

4 comentarios:

  1. LO FELICITO,DON JAVIER,UNA VEZ MÁS SE HA SUPERADO CON SU CATEQUESIS DE HOY.
    SIEMPRE HE PENSADO QUE LA TEOLOGÍA ERA ALGO DENSO Y DIFÍCIL DE ENTENDER.
    CONSTANTEMENTE LEO, PARA FORMARME Y PROFUNDIZAR EN MI FE,¿PODRÍA,POR FAVOR,RECOMENDARME ALGÚN LIBRO DE ESA TEOLOGÍA DE LA QUE HABLA,DE LA QUE PRODUCE EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR Y SE SIENTE SU PRESENCIA?.EL CORAZÓN ME PIDE SER UNA MUJER DE DIOS Y DE LA IGLESIA.
    GRACIAS,LO SIGO ENCOMENDANDO EN MIS ORACIONES.
    MMSS

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  2. MMSS:

    ¿Algún libro?
    En mi vida tres libros me marcaron para siempre y me descubrieron horizontes preciosos.

    BALTHASAR, Hans Urs von, "Católico".

    DE LUBAC, Henri, "Meditación sobre la Iglesia".

    DE LUBAC, Henri, "Catolicismo. Aspectos sociales del dogma".

    Las tres obras en Encuentro Ediciones.

    Añadiría las "Confesiones" de San Agustín.

    Y por poner un libro actual, que rezuma el estilo de lo que escribía en el post, el de RATZINGER-BENEDICTO XVI, "Jesús de Nazaret".

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  3. Yo encuentro esa ciencia sabrosa en este blog. Me agrada el enfoque de su blog y cómo lo expone.
    Buenas noches y que mañana tenga muy buen día.
    Paloma.

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  4. ¡Ojalá este blog fuera "ciencia sabrosa"! ¡Ojalá yo alcanzase algo de esos grandes teólogos para escribir, explicar, predicar!

    Gracias, Paloma, pero me parece una exageración por su parte.

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