sábado, 16 de enero de 2010

Situación interna de la Iglesia


La Iglesia se enfrenta a un problema hoy que es recuperar su propia identidad. La infiltración de la mentalidad post-moderna de la cultura de hoy en la Iglesia la ha ido vaciando de sí misma, perdiendo la referencia a Cristo para diluirse en un humanismo filantrópico (el hombre por el hombre) y contribuir a la transformación social del mundo (desde la ideología, y no la teología y la caridad). La liturgia se aparta de lo sagrado, de la trascendencia y espiritualidad, para volverse al happening, la fiesta, el lenguaje didáctico y la diversión "para no aburrir". Los signos religiosos se arrinconan en el baúl de cosas inútiles (crucifijos, o vestidura sacerdotal, o hábito de los religiosos y religiosas). La dimensión pública de la fe es acallada y nos encerramos en las sacristías, sin grandes metas ni apostolados ni presencia social, política o cultural. La Conferencia Episcopal española exponía así la situación contemporánea calificándola abiertamente de "secularización interna de la Iglesia":

"El problema de fondo, al que una pastoral de futuro tiene que prestar la máxima atención, es la secularización interna. La cuestión principal a la que la Iglesia ha de hacer frente hoy en España no se encuentra tanto en la sociedad o en la cultura ambiente como en su propio interior; es un problema de casa y no sólo de fuera. Es cierto que esta situación eclesial está influida por la cultura en que nos toca vivir. Pero es preciso mirar con atención las repercusiones que está teniendo en el interior de la Iglesia para darle la debida solución. Tomar conciencia de esto no significa promover ningún repliegue al interior. Con este diagnóstico pretendemos, más bien, adoptar la postura y la perspectiva adecuada para la misión. Es decir, que no sea la cultura ambiente, sino la propia identidad de ser Iglesia de Jesucristo la que nos marque los caminos pastorales, la perspectiva global y los asuntos cruciales de la vida eclesial.

Entre los efectos de esta situación de “secularización interna” destacamos: la débil transmisión de la fe a las generaciones jóvenes; la disminución de vocaciones para el sacerdocio y para los institutos de vida consagrada; el cansancio e incluso desorientación que afecta a un buen número de sacerdotes, religiosos y laicos; la pobreza de vida litúrgica y sacramental de no pocas comunidades cristianas" (CEE, Plan Pastoral 2002, nn. 10-11).


Puede que tardemos en salir de esta crisis, casi anemia espiritual; pero ojalá que los católicos, los sacerdotes y religiosos, los fieles de las parroquias, etc., identificando la enfermedad empiecen a poner remedio y dar un giro a la situación, ¡por el bien de la Iglesia, de las almas, de nuestro mundo!

7 comentarios:

  1. Usted lo ha dicho, D. Javier. El primer paso es identificar la enfermedad. Sólo añadiré que usted menciona con mucha más claridad síntomas y consecuencias que el informe de la CEE, y no digo más.

    Bueno, una cosa si: que, desde luego, puede que esto vaya para muy largo, si.

    Me gustaría hacerle una petición: ¿podría dedicarnos alguna entrada a la adoración eucarística para niños?. Gracias, páter.

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  2. Seneka:

    Es verdad que en el post procuré explicitar muchas cosas y dar a entender otras que el documento de la CEE enunciaba de manera general. Pero la CEE no se queda corta, ¿eh? Además numerosos documentos tanto de la Conferencia como de los Obispos en sus diócesis hablan cada vez más claro. No nos podemos quejar. Lo que habremos de hacer es darles difusión y seguir esas orientaciones episcopales.

    En cuanto al post que me sugiere, lo pensaré... para no escribir tonterías.

    Pax!

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  3. Pienso que la clave ya la ha dado el Papa, la adoración, fomentarla, la congregación para el clero quiere que donde sea posible exista adoración perpetua.

    Recuerdo que de pequeño, cuando acababa la misa, y ya me quería ir, tenía que quedarme un rato más, porque el sacerdote tenía por costumbre acabar con unos padres nuestros al santísimo sacramento que rezábamos de rodillas, después en la catequesis terminaba con un ratito ante la custodia.

    La verdad que estaría bien que se fomentaran grupos de tarsicios.
    Juvenal.

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  4. Hace tiempo que se viene hablando de esta crisis de identidad dentro de la Iglesia. Observo que esta discusión es más viva en el catolicismo anglosajón, posiblemente por razones obvias. En ese marco de pérdida de identidad sitúan muchos los repetidos esfuerzos litúrgicos de nuestro Papa Benedicto XVI. Se habla de "reforma de la reforma" y se vincula claramente con la necesidad de recuperar la identidad católica.

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  5. Gracias Padre por hablar de la secularización. Estoy comprendiendo muchas cosas, ya que me faltan muchos conocimientos en el campo religioso. Así que cuando fuí neoconversa por una Experiencia hace años(como una entrada que Vd. explicó), anduve perdida buscando y buscando por diferentes grupos. Ahora que vuelvo a la búsqueda, entiendo por sus explicaciones y por lo que yo viví... que faltaba Cristo ("YO soy el Camino")... y entiendo porqué faltaba.
    Un abrazo Padre. ¡Feliz domingo y semana!.
    Paloma.

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  6. Juvenal: Conozco la experiencia de los tarsicios, me encanta y da frutos. Ésta será mi respuesta más desarrolla a la petición de Seneka cuando me decida a escribir el post. Y es verdad que el Papa está impulsando mucho la adoración eucarística: baste ver que en las primeras JMJ que presidió como Pontífice, en Colonia-2005 la introdujo en la vigilia con los jóvenes con una maravillosa homilía.

    Embajador: No conozco el catolicismo anglosajón porque tampoco puedo leer nada en inglés. Debe ser interesante la cuestión... ¡y ya podría Vd. haberla desarrollado más! Aquí lo de la identidad católica está más diluido porque no existía esa preocupación ni otras Iglesias. Ahora que el problema es el agnosticismo beligerante por un lado y el Islam por otro, las conciencias deberán ser sacudidas y reaccionar.

    Paloma:

    Si se alcanza a comprender la secularización interna de la Iglesia se verá mejor lo que pasa con tantos colegios Católicos concertados (tan lights...), en tantas parroquias, en tantas religiosos y religiosas mundanizados, en homilías moralistas y del buenismo más rancio, liturgia poco espiritual y sagrada. Es lo que hay. Es lo que vamos a cambiar poco a poco.

    Pax!

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  7. D. Javier,

    Si, muy de acuerdo, pero para eso necesitamos "herramientas" y eso es lo que el Papa nos está dando con la liturgia.

    Y por cierto, me uno muy decididamente a la petición de Seneka.

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