martes, 15 de enero de 2013

Salmo de misericordia, Pascua y libertad

Los salmos fueron los cantos de alabanza que el pueblo de Israel cantaba al Señor como oración confiada y esperanzada en el poder del Señor. Estos mismos salmos, leídos desde la fe del Nuevo Testamento, fueron pronto el alimento cotidiano de la primitiva Iglesia y hoy seguimos esa misma tradición. La mejor oración posible es la oración sálmica, rezada con el espíritu de la Iglesia como báculo, bastón de apoyo, para el cristiano, hombre caminante y peregrino, hacia la patria celestial.


Todo hombre tiene una historia, un recorrido en su vida donde ha experimentado muchas cosas y multitud de sucesos le han ocurrido. Amar la propia historia, reconocer que todo lo ocurrido en ella es amable (: digno, posible, de ser amado), asumir el pasado como obra de Dios, no es fácil. Todo hombre quisiera haber sido el artífice único, el constructor absoluto de su historia creyendo, equivocadamente, que todo le habría ido mejor, corrigiendo, en definitiva, los planes de Dios. Sin embargo, todo lo ha hecho bien; el Señor poderoso actúa en la historia, también en tu historia personal, aunque a veces no se entienda ni se le vea sentido, pero el Señor dará luz en tiempo oportuno para entender, abrirá los sentidos de nuestra inteligencia espiritual tan embotada.

¿Cómo actúa Dios? Con misericordia. Una misericordia que es eterna y total. Está bien, porque Dios lo ha hecho bien, porque Él es bueno y misericordioso. 

¿Quieres un salmo para rezar y cantar a Dios? Coge el salmo 135 (136). Es una letanía, constantemente se repite el estribillo “porque es eterna su misericordia”, y comienza a re-cordar (a pasar de nuevo por el corazón) todo lo que Dios ha hecho. Así el creyente, da gracias por la creación maravillosa de Dios, por las obras en favor de su pueblo Israel, por la liberación de Egipto, por la tierra prometida... “Dad gracias al Señor porque es bueno: porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios de los dioses: porque es eterna su misericordia... Él hizo sabiamente los cielos: porque es eterna su misericordia... Él hirió a Egipto en sus primogénitos: porque es eterna su misericordia”

¡Todo lo ha hecho bien! ¡Dios ha actuado en la historia en favor de su pueblo! Por eso este salmo debe ser muy querido: formaba parte de los salmos pascuales, del Gran Hallel (: Aleluya) que se cantaban en la Cena Pascual, el mismo salmo que Jesús cantó (los salmos son cantos) en su última Cena (Cf. Mt 26,30; Mc 14,26).

Para los cristianos, este es un salmo de misericordia porque reconoce que Dios ha obrado en la historia, es salmo de Pascua al confesar que Dios hace pasar -Pascua significa paso, tránsito- de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida. Al cantar este salmo el cristiano canta en su corazón: “Él resucitó a Jesucristo: porque es eterna su misericordia. Y derramó su Espíritu Santo: porque es eterna su misericordia. Él nos convoca en Iglesia: porque es eterna su misericordia”. Alabar y reconocer la obra de Dios realizada en la Pascua de Cristo. Y Dios todo lo ha hecho bien, para nuestro bien.

Al cristiano, que a veces rechaza su historia, le es difícil amarla, no asume sucesos ocurridos, se le invita a que siga él este salmo, poniendo cada acontecimiento de su vida en este salmo, añadiendo “porque es eterna su misericordia”

¡Cuántas cosas que no comprendes en tu vida! Las rechazas, quisieras quitarlas, pero en ellas estaba Dios dirigiéndote, hablándote, en definitiva, dándote su amor y misericordia. Canta el salmo 135, hazlo tuyo, guárdalo en tu corazón y relee toda tu vida e historia a la luz del Señor, ¡reconocerás su misericordia! Y así será para ti salmo de libertad: tu historia no será esclavitud, peso insoportable; ¡podrás amarla! viendo que tu corazón se siente libre. Fíate de Dios, tu historia es suya escrita con amor. Guarda en tu corazón este salmo y relee tu historia. “En nuestra humillación se acordó de nosotros: porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios del cielo: porque es ETERNA su MISERICORDIA”. Y añade, libre tu corazón, ¡Aleluya!

Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.

Él afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.

El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.

La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.

Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.

Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.

A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.

Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.

Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.

En heredad a Israel su siervo:
porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación, se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.

6 comentarios:

  1. - Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, porque es eterna su misericordia. Amén.
    - Unidos en oración.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues Gloria, Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Todo honor y gloria.

      Juntos glorifiquemos al Señor, SIL

      Eliminar
  2. Dios es el interlocutor de los Salmos, a Él nos dirigimos en acción de gracias, alabanza, súplica…, las diversas actitudes del creyente en fidelidad.

    Entre todas las cosas buenas que tienen nuestros hermanos en la fe en Hispanoamérica, se encuentran los conciertos de cantautores católicos, algo que brilla por su ausencia en España. Sólo un par de estrofas de una cancioncilla muy divertida (para que don Javier “no me regañe mucho”).

    "Aunque el idioma de los cristianos es la alabanza, en muchos de nosotros lo que “funciona” es la “quejabanza” que es mitad queja, mitad alabanza…
    Cuando elijo papel, otro tiene tijera
    y pierdo al solitario cuando nadie me ve,
    cuando me subo al techo, me sacan la escalera,
    y el premio en las gaseosas jamás lo encontré,
    llueve todos los dias si estoy de vacaciones,
    y aunque aten al arquero, no puedo hacer el gol,
    pero aunque todo falle, se trata de detalles…,
    tengo una neurona que a veces me funciona y
    me hace recordar quien soy,
    que no hay ningun motivo para estar deprimido,
    yo soy hijo del buen Padre Dios, por eso no lloraré, no lloraré,
    aunque me hayan olvidado las leyes del mercado,
    aunque me hayan olvidado los chantas del senado,
    amigos, yo ya no llorare, mejor abro los ojos,
    nuestro Padre lo hizo todo bien".

    Una de las mayores alegrías de una madre es oir a uno de sus hijos reconocer espontáneamente que Dios ha estado siempre en su vida y lo ha hecho todo bien.

    En oración ¡Qué Dios les bendiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dios es el interlocutor de los salmos o también se cantan los salmos en presencia de Dios, aunque la forma literaria no sea dialogal.

      Cristo reza los salmos por nuestra voz al Padre... o también la Iglesia le reza a Cristo, su Esposo, en los salmos, en un coloquio esponsal.

      Son las claves clásicas para entender los salmos y cristificarlos.

      Eliminar
  3. Hacer propio el contenido de los salmos, a veces no es fácil. Pero en este caso es inmediato. Muchas gracias, Padre. Sigo rezando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad: hay salmos muy difíciles de hacer propios; pero éste es claro, diáfano.

      Un abrazo!!!

      Eliminar