"La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su significación plena si es un compromiso vuestro como obispos, junto con vuestro presbiterio y fieles; compromiso, no de re-evangelización, pero sí de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión".
(Juan Pablo II, Discurso al CELAM, Haití, 9-marzo-1983).
Son palabras de sobra conocidas pero... ¿a que son un revulsivo cuando se releen?
La nueva evangelización, "evangelización nueva", es un compromiso de todo el Cuerpo eclesial.
Se evangelizó, bien y mucho. No se trata de negar o de renegar del pasado. Heroicos misioneros y evangelizadores, en todas las épocas, extendieron el evangelio, edificando la Iglesia.
La situación hoy -la secularización de la cultura y la secularización interna de la misma Iglesia- es distinta. Inmensas zonas urbanas y la misma cultura están descristianizadas y hay que acometer una evangelización nueva que, para muchísimos, es una primera evangelización, un primer anuncio.
Evangelización nueva en su ardor: tal vez estemos cansados o descorazonados y nos falta pasión y convicción en el quehacer evangelizador. El ardor lo da el amor firme a Cristo, la oración y la liturgia y el compartir la sed de Cristo.
Evangelización nueva en su método: el método es el camino que se recorre; los caminos de evangelización tradicionales ya no valen -en general- porque han perdido su capacidad evangelizadora y su lenguaje es poco significativo. Los métodos han de ser nuevos aunque conlleve tanteos y titubeos hasta dar con los acertados. La apertura de espíritu es necesaria para hallar un método nuevo.
Evangelización nueva en sus expresiones: allí donde está el hombre debe acudir el evangelizador. Las expresiones de la evangelización cambian hoy muy rápido como rápidamente está cambiando la cultura y el hombre postmoderno. Expresiones nuevas de evangelización, por ejemplo, serán los medios de comunicación social que realmente crean una mentalidad; expresión nueva es Internet y la presencia evangelizadora y formativa por medio de la red digital (como este blog, ¿no os parece?)... y así en muchos otros planos.
Releamos la concisión programática del papa:
"La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su significación plena si es un compromiso vuestro como obispos, junto con vuestro presbiterio y fieles; compromiso, no de re-evangelización, pero sí de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión".
Y ahora, pensemos y dialoguemos. Dejemos que el Espíritu Santo sople como un nuevo Pentecostés en la Iglesia.
Comparto lo dicho en la entrada al 100%. El problema que se nos plantea hoy en día es evangelizar a un ser humano, roto espiritualmente y con prejuicios capaces de enmascarar la razón de tanto sufrimiento y dolor.
ResponderEliminarCada vez que hablo del tema me acuerdo de una canción de Victor Manuel que proclamaba en su estribillo "Déjame en paz que no me quiero salvar"... " y que me dejes peor que mal"...
Cuando la escuché, hace años, me horroricé, porque era como su un náufrago a punto de ahogarse gritara a quien le tiende la mano, que le dejara en paz, que el no necesita salir del agua. En esa actitud se ven dos elementos cruciales: ignorancia de si mismo y un miedo irracional a aquello que le puede salvar. Ambas actitudes tiene mucho que ver con la cultura y la sociedad donde vivimos y los prejuicios que nos meten en la cabecita desde pequeños.
Creo que la gran lucha que tenemos por delante debe centrarse en los prejuicios con los que tantas personas se defienden de nosotros. ¿Cómo hacer frente a estos prejuicios sin que la persona que sufre no salga corriendo horrorizada ante la mano que le ofrecemos?
Creo que gran parte de los prejuicios (una vez creados) se alimentan del mal testimonio que damos a los demás. No conseguimos testimoniar que somos personas actuales, comprometidas y felices. Y nos se trata de salir de casa con una sonrisa tonta en la boca ni aparentar que vivimos en un mundo irreal y cerrado.
Tampoco podemos testimoniar nuestra fe mostrándonos tristes, defensivos, cerrados e irracionales.
En una palabra, nos falta naturalidad en nuestro testimonio. Creo que la Nueva Evangelización pasa por reflexionar sobre esto y otros muchos aspectos internos de la Iglesia. Aspectos como las mismas comunidades que conformamos. Comunidades que están anquilosadas e faltas de vida. algunas comunidades se pasan y se vuelven reductos de felicidad irreal, que tampoco atraen a quienes vienen de fuera.
Hay que reflexionar pidiendo al Espíritu Santo que nos ilumine. Feliz Domingo, que Dios les bendiga... especialmente a D. Javier :D
Leo con mucha frecuencia sobre la evangelización. Hay propuestas verdaderamente encomiables. A veces se me pasa por la cabeza que podemos estar evangelizando simplemente, llevando una vida de acuerdo al mandamiento nuevo que nos dio el SEÑOR.
ResponderEliminarSi salir de casa con una sonrisa bobalicona, evangeliza a alguien, aunque solo sea a uno, hay que hacerlo. Para evangelizar, no hace falta ser consciente de estar haciéndolo. La diversidad de dones del Espíritu Santo, es infinita. Cada persona no evangelizada es única, y el Espíritu Santo traza para cada uno un camino diferente. Eso no quiere decir que no haya que diseñar "estructuras" evangelizadoras, o modos, o sistemas de evangelizar. Pero el Espíritu Santo sopla donde quiere y seguro que aprovecha hasta las sonrisas bobaliconas. Alabado sea DIOS. Si, Padre, este blog también evangeliza. Probablemente más de uno y más de dos se hayan acercado a CRISTO por Usted, y probablemente, Usted, nunca se entere. Por eso, si lo único que se nos ocurre para hacerlo es nuestra sonrisa bobalicona, hay que sacarla.
Muchas gracias, Padre. Feliz domingo Sigo rezando.
¡Uff! Tema propicio para una conversación sin límite de tiempo, sentados junto al fuego de la chimenea con una copa de buen vino o una taza de chocolate caliente. Vale, respondiendo a su invitación, pensemos y dialoguemos.
ResponderEliminarEmpecemos con un viejo chiste que ha renacido al hilo de la Nueva evangelización. Un joven y entusiasta sacerdote enumera los diversos métodos de evangelización ante un auditorio entregado: cursos, comunidades, actividades… Al cabo de una hora, un señor de mediana edad con alzacuellos levanta la mano pidiendo la palabra. El joven sacerdote, creyendo que se encuentra ante un sacerdote de otra diócesis, se dirige afectuosamente a él alentándole a participar. Y el desconocido del alzacuello le dice: “No se lo tome a mal, no pretendo desanimarle, pero soy pastor cristiano y todo eso ya lo hemos hecho nosotros sin conseguir fruto”. Ya, un poco escéptico, humor negro para partir de la dura realidad.
Sintetizando. Modelos: Jesús y san Pablo porque ambos miran los signos de los tiempos. Ardor: su ardor, la entrega de la vida; esa es la pasión que nos falta, la pasión que lleva a entregar la vida entera. Métodos y expresión: todos los que posibiliten que el hombre conozca a Cristo, a Cristo, no a “mi cristo”, y a Cristo Íntegro; que en ningún caso el método y la expresión signifiquen distorsionar, mutilar ni rebajar el cristianismo pues la realidad, como era de esperar, se impone: rebajar a Cristo parece pan para hoy pero es hambre para hoy y desastre para mañana. Para una convivencia más o menos civilizada y entretenida no era necesaria la encarnación de Cristo ni su muerte en la cruz.
¿En qué tipo de sociedad vivimos? Una sociedad descristianizada, que no es lo mismo que una sociedad pagana, con iglesias locales descristianizadas, light o distraídas de lo esencial y entretenidas en lo accidental. Al margen de teorías de la conspiración, lo cierto es que ha sucedido lo que pretendió Gramsci, la hegemonía cultural a través del control del sistema educativo, de la cultura, de los medios de comunicación y a veces también de “personas o entes religiosos” (digámoslo así). Han sembrado la cizaña mientras dormíamos. Tradicionalmente somos lentos para percibir los signos de los tiempos y para reaccionar ante ellos, en términos baloncestísticos: no hemos tenido cintura. Cristo necesita que seamos más rápidos. Gramsci estudió el papel de los intelectuales y del partido político como directores y organizadores en la tarea práctica de construir la sociedad, mediante la “toma de la cultura” para una completa laicización de toda la vida y de todas las relaciones. Y eso es lo que ha sucedido.
El anhelo de infinito que tiene el hombre ha sido sepultado por anhelos a ras de tierra incluso entre los católicos, por pasiones vinculadas a las necesidades materiales, psicológicas e incluso pseudo espirituales como vías de escape, y esto en proporciones inéditas en la historia porque actúan como sucedáneos; los grandes compromisos son sustituidos por militancias partidistas aún dentro de la Iglesia, la gravedad del pecado por la levedad del error, el ágape por sentirse cómodo, nacer de nuevo por consuelo …
ResponderEliminarEs necesario volver a cristianizar la sociedad, evangelizando la cultura y la educación y para ello necesitamos dinero y trabajo; sí, nuestro dinero y nuestro trabajo, ya no se trata de la colecta en Misa ni siquiera del diezmo. Se necesitan profesionales en todas las ramas de la cultura, sobre todo en los medios de comunicación de masas como el cine, el teatro y la televisión que se jueguen su dinero y su trabajo; que acepten no ganar mucho o incluso se jueguen su patrimonio, y necesitamos que los católicos financiemos con nuestro dinero este tipo de evangelización. Necesitamos editoriales verdaderamente católicas; produce dolor entrar en algunas librerías que se llaman católicas y leer los títulos y autores que se ofrecen al público. Necesitamos escritores católicos no sólo en espiritualidad sino sobre todo en novela, relato, cuento y que las editoriales católicas apuesten por ellos. Necesitamos directores, productores de cine y teatro que se jueguen su profesión y su dinero en proyectos cristianos. Necesitamos llegar a las conciencias y despertarlas y para ello tenemos que jugarnos la vida y el dinero porque hoy no basta con la bolsa que llevaba Judas ni el dinero con el que ayudaban las iglesia de Asia Menor a san Pablo.
Necesitamos colegios y universidades católicas que sean en verdad católicos, que formen a sus alumnos como católicos. Y para ello necesitamos que los religiosos disciernan claramente su vocación. Necesitamos asociaciones de profesionales católicos para que la guerra que cada uno de nosotros tenemos que sostener diariamente para ser fieles a nuestra fe en el ejercicio de nuestra profesión en una sociedad descristianizada no sea la guerra del llanero solitario, loable y absolutamente necesaria pero de escasa efectividad a nivel de evangelización general y agotadora por la soledad.
Necesitamos….
Y ¿quién tiene que coordinar e impulsar todo esto? Creo que debe ser el obispo porque si no es la Iglesia la que impulsa una determinada línea de evangelización, sólo habrá iniciativas particulares que tendrán escasa fuerza o se agotarán en el intento. Aunque esta expresión no gustará a muchos: estamos en situación de batalla y, aunque la nuestra no sea una guerra contra la carne y la sangre, el mal para introducirse utiliza la carne y la sangre.
Y mientras tanto, pondremos parches, podremos aprovechar la ocasión concreta, si se cruza en nuestro camino, de aquel que al encontrarse roto por la vida escuche el mensaje de Cristo, podremos encauzar a la mujer embarazada a Red madre, podremos despertar el respeto de los que nos rodean, pero no mucho más. Y para mí muy importante: dejemos de pelearnos entre nosotros, dejemos de compartimentar buscando nuestras “especialidades” y barriendo para ellas.
En oración ¡Qué Dios les bendiga!
Yo tiendo a pensar no que estamos en situación de batalla, sino de guerra total y como usted la describe, Julia María, en todos los frentes, es decir, una guerra sin tregua ni cuartel, una guerra total y una guerra a muerte. Y si, también creo que necesitamos a nuestros obispos y profesarles mucho cariño, mucha obediencia y muchísima humildad, y por supuesto a nuestros sacerdotes. También sería importante olvidarnos de los resultados, que ya otros cosecharan. Yo particularmente no tengo claro cuales son los caminos, tampoco soy quien para ello. Confieso que alguna vez he sonreído bobaliconamente. Pero bueno, me da por intuir que el Espíritu Santo sabe muy bien lo que se hace. CRISTO no nos dejará y las fuerzas del mal no prevalecerán. Alabado sea DIOS.
ResponderEliminarUna vez más muchas gracias, Padre. Sigo rezando.
Creo interesante introducir un aspecto: el evangelizador lanza la semilla, los demás es cuenta de Dios y de quien la recibe. El que lanza la semilla debe ser coherente para que las semillas lleguen en las mejores condiciones, pero poco más podemos hacer.
ResponderEliminarNosotros no podemos convertir a nadie ni cambiar su vida. Somos siervos inútiles por nosotros mismos. Pero no por ello dejan de ser necesarias infraestructuras y planes que hagan posible una mejor evangelización.
Lo de la sonrisa bobalicona, si es inspirada por el Espíritu no hay problema. :D Pero depende de donde la pongamos que el efecto pueda ser contrario a lo que esperamos :)))) ¿Por que no sonrisa sincera y llena de afecto? A lo mejor eso es a lo que se refiere. Yo a esa sonrisa no la considera bobalicona.
A que me refiero como una sonrisa tonta, podemos ver este video:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=UkEspQYIMxg
que está realizado por la MTV como crítica a las posturas cristianas de castidad y pureza. El video tiene lo suyo, ya que está hecho con le objetivo de crear y/o aumentar en los jóvenes un prejuicio negativo sobre este tipo de sonrisas y comportamientos. Si alguna persona se pasea por una universidad española con esta sonrisa verá a las consecuencias. Quizás en otros ambientes estas sonrisas sean efectivas. ¿Quien sabe?
Saludos fraternos :D
Tienen razón al señalar que no cosecharemos, los más jóvenes podrán ver algún resultado, nada más, porque la tarea que tenemos por delante es ardua y, dada “nuestra intrepidez”, inexorablemente lenta. El fruto no es nuestro: unos siembran, otros cosechan. Pero esto o importa, el mismo Cristo, que muere en un aparente fracaso total, encomienda su Espíritu al Padre.
ResponderEliminarPor no extenderme más (¿) omití en mi anterior comentario algo fundamental a tener en cuenta. ¿Quiénes responden a Jesús? Le responden en primer lugar los anawin, los pobres de Yhave, los que todo lo esperan de Dios (Juan y Santiago); los que han sido despreciados o excluidos por el sistema y no pueden esperar nada de él (los ciegos y leprosos); los que a pesar de tener dinero y otras satisfacciones sienten en su interior que eso no puede ser todo, que la vida no se puede justificar en base únicamente a satisfacciones (Mateo y Zaqueo); los intelectuales que buscan la verdad (Nicodemo); los fuertes que en un momento determinado se sienten impotentes (el centurión que tiene un criado enfermo); aquellos a los que las palabras de Cristo les muestran que han buscado la felicidad donde no tenían que buscar (la samaritana).
Así podríamos seguir desgranando los pasajes evangélicos y preguntarnos ¿quiénes no se quedaron en la simple satisfacción de su interés, de su milagro concreto? Al pie de la cruz, su madre, María Magdalena y Juan; algunos de los suyos observaban desde lejos. Y las palabras del Maestro: cuando yo vuelva ¿quedará fe en la Tierra? Trabajar para que sea posible una respuesta afirmativa es nuestra tarea.
Buenas noches
Néstor Mora, no había visto este video. Sigo pensando que el Espíritu Santo sopla donde quiere.
ResponderEliminarJulia María respecto a la velocidad de la intrepidez, pues ¡¿quién sabe?!. Sigo teniendo tendencia a pensar que se puede evangelizar conscientemente, pero también, sin que ni siquiera nosotros mismos nos demos cuenta. Tal vez, teniendo el AMOR como prioridad absoluta, podamos también hacerlo. Y claro, no solo eso. Hagamos todo lo posible por todos los medios. Y en ello estamos. Sigo rezando.
CRISTO vino a por los enfermos, no a por los sanos.
Bien, seguimos compartiendo. Antonio, a Dios todos le dejamos ser Dios ¡no faltaría más! Él conoce los corazones, Él da la fecundidad, Él es el dueño y señor de la semilla y del fruto. El plan es suyo. Todo eso es verdad, pero no es menos verdad que nos dió talentos y nos pidió, exigió, que fructificaran mediante el trabajo; que nos ajustó en un denario (más bien "el premio" es Él mismo) y nos llamó al trabajo, a unos desde la primera hora, a otros a la última, pero a todos nos llamó a trabajar.
ResponderEliminarDios pide, quiere, exige, nuestro trabajo. Si no fuera así, la acción divina no sería gracia, será magia, pero Dios no hizo magia con quien enterró el talento. Siervo inútil es quien ha hecho fructificar los talentos recibidos y sabe que no se puede gloriar de ello porque sólo ha hecho lo que debía hacer, porque ¿quién puede gloriarse de hacer lo que tiene obligación de hacer? Dios no es deudor nuestro por hacer lo que tenemos que hacer, a Dios no le estamos haciendo un favor.
Un cuento de mi tierra: Un beduino entra en la mezquita y olvida atar al camello. Cuando sale despues de sus oraciones, el camello se ha escapado al desierto. Nuestro beduino clama a Allah: ¿cómo has permitido que mi camello se escapara mientras yo estaba alabándote? Y Allah sonrió y le contestó: Yo no tengo la culpa, tú debías haber atado el camello.
Mañana tendré que convencer a mis "oponentes" que el ser humano es, por lo menos, tan importante como las demás especies vegetales y animales de la Tierra ¿Le parece interesante? Creo que por eso tengo insomnio.
En cuanto a su observación de la venida de Cristo por los enfermos y no por los sanos, aunque sé, por supuesto, la referencia al texto evangélico, no encuentro relación con mi comentario anterior. No obstante: yo creo que Jesús vino para ajustar al hombre al plan de Dios porque todos estabamos desajustados, todos habíamos pecado; unos se dan cuenta que estan desajustados, que están enfermos y otros se creen sanos, justos, no se dan cuenta de su enfermedad, de su desajuste con el plan de Dios. Unos escuchan y pueden ser sanados, ajustados al plan de Dios, otros no escuchan y no pueden ser sanados, no pueden ser ajustados. Eso, a mi juicio, quiere decir el Señor.
Exacto, Julia María, por eso vuelvo a escribir una frase de mi comentario anterior: "Hagamos todo lo posible por todos los medios."
ResponderEliminarRespecto a la cuestión de los sanos y los enfermos va en la línea de los pobres de de Yhave. A mi modo de ver esa respuesta de CRISTO en el Evangelio tiene mucho que ver.