Para esta semana cuaresmal, el contenido de la Palabra de Dios diaria en el leccionario, puede tener esta línea directriz para cada día:
Lunes
II – 25 de febrero:
Dios es compasivo y aguarda a darnos
su perdón si acudimos arrepentidos a Él. El sacramento de la Penitencia comunica su
perdón y su paz… pero hemos de cuidarlo más, frecuentarlo, acudir con un buen
examen de conciencia, dolor de los pecados (no rutina) y propósito de enmienda.
Martes
II – 26 de febrero:
La Cuaresma es tiempo
oportuno para aprender a obrar el bien, no con palabras y discursos, sino con
obras concretas y reales. La gracia de Dios no nos faltará para obrar el bien
con humildad, sencillez y discreción.
Miércoles
II – 27 de febrero:
Catequesis cristológica: el Misterio
pascual del Señor. Cristo será entregado -¡el Justo!-, morirá en la Cruz (lo celebraremos en la
liturgia solemne del Viernes Santo) y resucitará al tercer día (y todos los
católicos participarán en la
Vigilia pascual).
Jueves
II – 28 de febrero:
Catequesis sobre el dinero: ¿ponemos
nuestra confianza en nuestras posesiones? ¿Aferrados a ella sin compartir? La
confianza y el fundamento de la vida sólo pueden ponerse en Dios.
Viernes
II – 1 de marzo:
Tipología José-Cristo. Los hermanos
entregan a ambos por envidia, pero ambos son rehabilitados por Dios. El
sufrimiento de José es anuncio, tipo y figura de la pasión de Jesús.
Sábado
II – 2 de marzo:
Una gran confianza sostiene nuestra
penitencia y nuestra conversión cuaresmal: Dios no guarda en su memoria
nuestros pecados con rencor, sino que sale al camino a ver si regresamos para
abrazarnos e introducirnos en su casa (la Iglesia). El abrazo de Dios es el sacramento de la Penitencia.
Resumido a mi manera:
ResponderEliminar1.- Cuidar más en todos sus elementos el sacramento de la Penitencia.
2.- Aprender a obrar el bien en lo concreto.
3.- Celebrar TODOS litúrgicamente Viernes Santo y Vigilia Pascual.
4.- Sólo Dios basta: fundamento del compartir.
5.- Lo vendimos y lo abandonamos.
6.- En tu misericordia está nuestra esperanza.
Uno de los bellísimos atardeceres que dan paz al alma.
En oración ¡Qué Dios les bendiga
¡Hija de mi alma!
EliminarSi lo resume más, nos quedamos sin liturgia de la Palabra y sin homilía... jejeje
Estimado don Javier:
ResponderEliminar¡Veo en el facebook que, además de sacerdote, lleva un artista dentro! Al igual que a usted a mí también me gusta la fotografía, por lo que he disfrutado con las fotos de los amaneceres, con las de las plantas y las de la sierra. Deduzco por la cantidad ingente de fotos –cómo somos cuando nos gusta algo, ¿eh?, no nos cansamos nunca-que ha colgado que le pasa como a mí, que va en busca de la foto perfecta…
Le confieso que a mí me ha gustado una especialmente, un atardecer-ya sabe, las famosas “golden hours”-, supongo que por allí, en su tierra, que me ha parecido perfecta: gran colorido, calidad de luz ideal, luz suave y dispersa, salpicada de nubes. Chapeau!
La colmena:
EliminarLeo con estupor que vuestra madre, mi querida Julia María, os ha pasado el link que en privado le mandé. Más estupor porque os habéis paseado por un maravilloso museo de la fotografía sin abonarme la correspondiente entrada. Eso no está bien. Os habéis colado... Pero... bueno... pasaré la mano...
En serio:
Me encanta la fotografía como menos de aficionado (o un aficionado cutre), pequeña camarita digital en mano. Antes salía a mi caminata diaria con la cámara siempre, dispuesto a retratar lo que llamase mi atención; ahora ya no. Pero seguiré haciendo fotos por supuesto.
Un abrazo inmenso.
Padre, estas piedrecitas que nos marcan el sendero son de peso, y no creo que se las coman los pájaros. Muchas gracias por todo. Sigo rezando.
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