domingo, 26 de febrero de 2012

Evangelizar cómo y con sencillos gestos

No sabía muy bien cómo titular esta catequesis.

Veréis: he encontrado el siguiente video con la conferencia íntegra de d. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, que fue una persona que marcó mi vida, al que aprecio y le debo mucho.

He escuchado la conferencia entera, que dura 1 h. 16 min., y he disfrutado enormemente. El tema es la evangelización pero a la hora de exponerlo D. Javier aborda los presupuestos culturales, un análisis profundo, los sencillos gestos cotidianos, el testimonio. A mí me ha encantado y es evidente que si os ofrezco el vídeo de la conferencia es porque la asumo, la rubrico.

A ver qué os parece.



Como es domingo, aunque la conferencia es larga, espero que saquéis tiempo y ganas para escucharla. Vale la pena.

10 comentarios:

  1. Gracias Don Javier: Feliz Domingo.


    Para mí fue un auténtico descubrimiento Monseñor Martínez cuando escuche a través de Radio María su ponencia en el Congreso Eucarítico de Toledo "Eucaristia: Escuela de vida".
    Todavía hoy sigue conmoviéndome.
    Para quienes no la hayan escuchado pueden verla en el siguiente enlace
    http://es.gloria.tv/?media=129742

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    1. Gracias por el enlace: desconocía que se pudiera acceder a esa conferencia.

      Allí estuve yo en vivo y en directo (como se suele decir). Yo ya lo había descubierto pues había sido mi obispo, él me ordenó de diácono y de presbítero.

      Es más, antes de la conferencia, hacía mucho que no nos veíamos y nos fuimos los dos a tomarnos un café.

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  2. La conferencia de monseñor señala algunos de los problemas de nuestro tiempo con las limitaciones propias del evento. El mundo, considerado como estructura, parece habernos absorbido a los católicos, hemos dejado que secuestren el lenguaje cristiano y la dignidad humana contenida en los mandamientos desvirtuándolos como derechos humanos, la caridad se ha desvirtuado en filantropía, y nos hemos dejado domesticar. El problema es que los cristianos en el fondo no creemos, como comentaba monseñor, no nos sentimos salvados y por esa razón nuestra vida no es diferente a la de los no cristianos. En eso nos diferenciamos de los primeros cristianos dispuestos al martirio antes que adorar a los ídolos.

    Ojala el problema fuera corregir el amor a los encajes o una falsa espiritualidad. Hemos colaborado o permitido que el campo se convierta en un erial y qué mies se puede recoger en un erial subjetivista y confundido. La confusión reinante es tal que ya no se reconoce la noción de conciencia como adecuación del intelecto a la cosa, del reconocimiento de las cosas en su realidad, en la naturaleza que le es propia y que es exterior a mí y por tanto independiente de lo que yo decida pensar de ella; se confunde libertad de conciencia, la conciencia no es libre sino que está supeditada a la verdad y a la razón, y libertad de las conciencias que es la ausencia de coacción.

    A mí me dan ganas de llorar cuando oigo en una predicación la separación de la Iglesia y la ciencia económica, médica, matemática, jurídica… porque Dios es también el Dios de la ciencia; yo descubro, interpreto, no invento, las leyes establecidas por Dios en la naturaleza de las cosas; vamos: a Dios no se le sustrae el teorema de Pitágoras.

    En los últimos años se ha hablado mucho del testimonio y, a mi juicio, muy poco de formación, y siempre me he preguntado ¿qué testimonio se da sin formación?. No vamos a evangelizar con una religión de manual de autoayuda (no ha dicho tal cosa monseñor pero a veces está al uso diario), ni con catequistas con buena voluntad. El mundo occidental no es el mundo pagano de los primeros cristianos, nuestra realidad es menos dura pero más compleja. El bien es difusivo pero también el mal y con todo mi respeto a monseñor, creer que hacer el bien desinteresadamente es suficiente en el mundo occidental actual para evangelizar, es un humanitarismo ingenuo y puede llevar a buenos católicos a una sensación de fracaso porque también agnósticos y ateos usando una recta razón pueden y hacen el bien, son amables, educados, solidarios... No debemos olvidar que la evangelización ha sido una historia de sufrimiento. En la Carta a Diogneto se describe a los cristianos como buenos ciudadanos que, sin embargo, son odiados y perseguidos. La tarea que tenemos por delante es ardua porque si bien es cierto que los primeros cristianos “contagiaban la fe”, no es menos cierto que Constantino, Teodosio y hasta los jefes bárbaros propiciación un contexto político, cultural, social.

    Si hoy nos preguntamos con realismo ¿de dónde espera el hombre la salvación? nos tenemos que contestar que de la llamada sociedad del bienestar; la mies lista para ser recogida son aquellos que sienten la necesidad de ser salvados y Cristo ya nos advirtió de la dificultad de la riqueza de cualquier tipo para escuchar la Buena Noticia el Reino de Dios está cerca de vosotros.

    Pero como Aquel que se preguntó si encontraría a su vuelta fe sobre la Tierra también nos dijo que para Dios no hay hada imposible, lo nuestro no es la derrota sino la victoria.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Julia & hijos:

      No hay contradicciones entre lo que Vd. comenta y lo que D. Javier dice en la conferencia. Es verdad que algunos puntos quedaban en el aire y se podrían interpretar en sentidos y claves diferentes. Quienes hemos escuchado a D. Javier sabemos cómo piensa.

      Por ejemplo, al hablar de la multitud de catequistas, quería él destacar el enorme número de buenas personas que movidas por la fe se entregan a tal catequesis. Pero eso no significa en él que baste la buena voluntad: le preocupa muchísimo la formación y una de las acusaciones que se vierten contra él es el predominio de lo intelectual y la formación. Siempre ha creado Institutos y Centros de formación para el laicado y ha enviado a muchísimos sacerdotes a estudiar los grados académicos de licenciatura y doctorado.

      Otra.

      El testimonio: es verdad que él lo presenta casi ingenuamente, como si interpelara ya por sí en nuestro mundo; pero ni es un ingenuo ni un optimista. Él destaca que la vida cristiana encarnada en cada uno de nosotros, de algún modo siempre cuestiona.

      Otra.

      La caridad cristiana jamás la entiende D. Javier ni como el seco humanitarismo ni como un moralismo al uso. Siempre lo plantea desde la vida cristiana, como expansión del dinamismo teologal (fe, esperanza y caridad). De hecho, lo otro lo califica como secularización de la caridad.

      Estas precisiones corresponden, simplemente, a las muchísimas veces que lo he escuchado.

      Y como verá, sus afirmaciones y las perspectivas que presentan son las mismas que, de fondo, encontramos aquí, cada día, en este blog.

      Un cordial saludo y feliz día

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    2. No era mi intención criticar a monseñor (no lo haría jamás en público) y me parece un obispo excelente, sino señalar cuestiones concretas sobre las que por la falta de tiempo de una conferencia no puede explayarse como se ve claramente en el video.

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    3. Julia María:

      Evidentemente no lo estaba vd. criticando a él, lo sé; tampoco por mi parte admitiría críticas a ningún obispo, pero -porque toca mi corazoncito- a algunos en concreto comenzando por D. Javier.

      Pero sí es verdad que lo que vd. comentaba necesitaba respuesta, así como la misma conferencia de D. Javier podía dar pie a tomar algunos puntos en otro sentido, ya que no los desarrolló completamente.

      Es lo que tiene ser un lugar de formación: ideas, doctrina clara, directrices de formación para todo.

      Un forte, forte abracchio. O, en latín, Vale!

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  3. Genial. Me ha recordado la entrada sobre el misionero de los yanomami que publiqué en RD hace unos días. El problema de evangelizar la cultura sin que exista choque y conversión es una entelequia.

    Me ha encantado. Mil gracias que Dios le bendiga :)

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    1. Miserere: reitero que, a mi gusto, D. Javier es original y me encanta cuando predica (aun cuando a veces se alarga en exceso) y cuando imparte una conferencia.

      Con el enlace que nos daba Julio estoy volviendo a escuchar poco a poco la conferencia que, sobre la Eucaristía, pronunció en el Congreso Eucarístico. Disfruté enormemente al escucharlo. La colgaré para el tiempo de Pascua.

      Buen día. (¿Tiene Vd. puente? ¿Podrá estar con la famiia y trabajar con la tesis tranquilamente?)

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    2. Me temo que no tengo puente, estoy en la oficina sacando papeles!!! pero no me quejo. Tener trabajo, aunque a veces sea en exceso, es una gracia inmensa de Dios.

      Esta tarde me toca terminar una artículo para enviarlo a mi director de tesis. Espero que mañana pueda estar un poco más tranquilo.

      Reitero, a su vez, que la conferencia de D. Javier Martínez es genial. A mi se me quedó corta, ya que amagó varios temas en los que no entró. Es de una lucidez maravillosa. Que Buen Obispo tienen en Granada.

      Un abrazo en el Señor :)

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    3. Miserere:

      ánimo, carísimo. Yo tampoco tengo puente (aclaremos: en Andalucía es puente porque el martes 28 es el "Día de Andalucía").

      Coincido en la descripción; es una cabeza magnífica, teológicamente sólida y su forma de exponer es impactante. Le falta, eso sí, una mayor estructura en el esquema a la hora de hablar, porque abre muchos campos siempre, pero es incapaz de agotar a fondo uno solo. Consigue algo grande y es hacer pensar y discernir a quien le oye en sus conferencias (y creo que también a dilatar el alma con un lenguaje nada común, que huye del moralismo al que estamos acostumbrados).

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