La vida moral, es decir, la posibilidad de vivir según el Espíritu una existencia cristiana nueva y renovada se puede cultivar en la catequesis de adultos, en cierto modo, de manera indirecta. Pensemos que:
“La conversión a Jesucristo implica caminar en su seguimiento. La catequesis debe, por tanto, e inculcar en los discípulos las actitudes propias del Maestro. Los discípulos emprenden, así, un camino de transformación interior en el que, participando del misterio pascual del Señor, pasan del hombre viejo al hombre nuevo en Cristo. El sermón del Monte, en el que Jesús, asumiendo el decálogo, le imprime el espíritu de las bienaventuranzas, es una referencia indispensable en esta formación moral, hoy tan necesaria. La evangelización, que comporta el anuncio y la propuesta moral, difunde toda su fuerza interpeladora cuando, junto a la Palabra anunciada, sabe ofrecer también la palabra vivida. Este testimonio moral, al que prepara la catequesis, ha de saber mostrar las consecuencias sociales de las exigencias evangélicas” (DGC 85).
Junto a la provocación que los temas doctrinales desarrollaban en los catequizandos, requiriendo de ellos nuevos comportamientos de vida, de vez en cuando, jalonando el curso catequético, la formación específicamente moral se debe desarrollar:
1) Dedicando algunas catequesis específicas al año (cada año) al concepto de pecado, su maldad, sus consecuencias de ruptura con Dios, con los demás y con uno mismo; pensemos que hoy no hay conciencia de pecado, sino que se le mira como una mera transgresión de una norma, o una equivocación sin más.
2) Presentando la vida moral tal como la desarrolla el Catecismo de la Iglesia Católica en su 3ª parte; ahí tendremos los distintos pecados siguiendo el Decálogo y las Bienaventuranzas, así como explicar qué son los pecados capitales, uno a uno, paso a paso.
3) Presentando algunos exámenes de conciencia. Hay que recordar que, inspirándose en el catecumenado, el RICA plantea como objetivo “la conversión inicial y la voluntad de cambiar de vida” (RICA 15). Cada examen de conciencia inspirado en temas diferentes:
- un examen de conciencia clásico sobre los Diez Mandamientos,
- otro sobre el doble mandamiento del amor,
- otro sobre las bienaventuranzas,
- otro sobre las virtudes cardinales,
- otro sobre las 7 cartas del Espíritu a las Iglesias del Apocalipsis, etc...
Los exámenes de conciencia evidencian lo que es el pecado bajo diversos ángulos, sus raíces, sus ramificaciones, la maldad y la realidad del pecado, y sirven para confrontar la propia vida con Cristo, reconociendo los propios pecados tantas veces encubiertos o ignorados. Es lo que en el RICA se plantea para la etapa de escrutinios: “descubrir en los corazones de los elegidos lo que es débil, morboso o perverso para sanarlo; y lo que es bueno, positivo y santo para asegurarlo” (RICA 25). Estos exámenes de conciencia explicados -toda una sesión de catequesis- tendría su momento propio al inicio del Adviento y al principio de la Cuaresma.
Se educa de esta forma en la necesidad del sacramento de la Reconciliación con una periodicidad regular y además participando juntos en las celebraciones comunitarias de la Penitencia en la parroquia en Adviento y Cuaresma, ofreciendo además la posibilidad de un acompañamiento personal o dirección espiritual que ayude a personalizar e interiorizar lo que van descubriendo y viviendo en la catequesis de adultos. Este proceso de catequesis de adultos para muchos resultará la aparición de un mundo nuevo y desconocido, y llenos de entusiasmo, lo necesitarán discernir, afianzar y canalizar, en forma de compromiso de la fe, de apostolado, de santificación: “deben aprender también a cooperar activamente a la evangelización y a la edificación de la Iglesia con el testimonio de su vida y con la profesión de la fe” (RICA 19).
La dimensión moral es la vivencia del catolicismo en lo práctico, en la vida concreta, guiados por el Espíritu Santo en el corazón, de ahí que lo moral debe ser iluminado en la catequesis de adultos, con una formación recta.
D. Javier, ¿ por qué no hace una catequesis de cada uno de los puntos que ha puesto sobre el examen de conciencia:
ResponderEliminarun examen de conciencia clásico sobre los Diez Mandamientos,
otro sobre el doble mandamiento del amor,
otro sobre las bienaventuranzas,
otro sobre las virtudes cardinales,
otro sobre las 7 cartas del Espíritu a las Iglesias del Apocalipsis, etc...
Gracias por la de hoy.
Muy feliz y santo domingo para todos.
Sí, están escritos, y los diré distribuyendo en varios años. Le recuerdo, por ejemplo, que el de las bienaventuranzas lo colgué para el "apostolado de la fotocopia":
Eliminarhttp://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com/2011/12/convertir-el-corazon-preparar-el-camino.html
Cuando llegue la Cuaresma, catequizaremos con otro examen de conciencia.
Feliz domingo!!
Buenos días y feliz domingo...
ResponderEliminarmuchas gracias Javier por la entrada de hoy... creo que voy a ir haciendo acopio de material. jeje. Cobras derechos de autor?
Por cierto cómo va esa salud?
Un fuerte abrazo.
Por ahora no cobro derechos de autor, pero tal vez habría que pensar en algún sistema como en otras páginas y blogs con donativos al autor!!!
EliminarRecopila, guarda y usa cuanto necesites.
Lo de la salud (como habrás visto en Facebook) ya va saliendo adelante. Apenas toso, ya puedo celebrar, predicar y cantar casi con absoluta normalidad.
Sigo adelante con el trabajo pastoral directo (parroquia y capellanía) y preparando un largo artículo que tal vez te envíe.
Un fuerte abrazo
La moral no es una jaula ni una prisión que quita la libertad. El conjunto de reglas, prohibiciones y mandatos que propone sirve, por el contrario, para custodiar la libertad, para que el hombre pueda alcanzar, como individuo y como comunidad, su plena realización. La moral católica es el conjunto de normas que enseñan al hombre cómo debe comportarse para vivir según Dios, y así realizarse a sí mismo, es decir, ser lo que cada hombre debe ser, lo que ya es en potencia. A fuer de sincera, les confieso que una de las actitudes de Jesús que me atrajeron en mi juventud (y me atraen) fue su gran libertad. La moral católica no es una moral de esclavos, la moral católica es una MORAL DE LIBERTAD, la excelsa libertad de los hijos de Dios.
ResponderEliminarHoy se sigue librando una batalla. La batalla para trasmitir un concepto de moral como costumbre que los hombres pueden crear o suprimir a despecho de su bondad o malicia, pero este concepto de moral sólo se podrá imponer fomentando la ignorancia y el aturdimiento, aprovechando una realidad sociológica, las personas suelen actuar por inercia, publicidad o "mentalidad de masa", y utilizando una premisa de la filosofía de Marx: las normas morales las crea cada sociedad (costumbre en sentido histórico).
Pero dos siglos de discutibles teorías filosóficas no pueden terminar con más de 20 siglos de pensamiento filosófico y teológico. “Mos”, del latín costumbre, engloba varios conceptos de los cuales la mayor parte corresponde al sentido griego de Ethica y sólo uno al significado "costumbre" en el sentido histórico de Marx (qué malas son las medias verdades). Las primeras nociones de ética y moral que conocemos se encuentran en los filósofos griegos como ciencia de las acciones humanas que dimanan de la libre voluntad del hombre; comenzó a ser enseñada en forma de preceptos prácticos como las Máximas de los siete sabios de Grecia, culminado en Aristóteles para quien la ética es el estudio del comportamiento humano para hacernos mejores (concepto que pasó a Cicerón con su término “Moralis”). Para santo Tomás de Aquino la moral se refiere a la conducta humana en su orientación hacia el fin último, a la luz de la razón y de la ley natural. A diferencia de Aristóteles, para quien el fin ultimo de la moralidad es la felicidad entendida como supremo conocimiento, para Tomás, el fin ultimo al que se ordena la conducta moral es la contemplación de Dios.
¡¡¡Me he alargado!!! Muy prácticos y claros los 4 puntos, don Javier. Me uno a la petición de Capuchino de Silos.
¡Qué Dios les bendiga!
¡Me ha dejado sin palabras! (jeje)
EliminarUn fuerte abrazo
Buenos días don Javier. ¿Cómo se hace un examen 'sobre las 7 cartas del Espíritu a las Iglesias del Apocalipsis'? ¿Cómo se hace? ¿Es personal ó comunitario, por ejemplo en una celebración de la Reconciliación en la parroquia?Un abrazo.
ResponderEliminarSe hace con un formulario con preguntas a partir de las 7 cartas, como cualquier examen de conciencia detallado. En principio es para uso personal, como lo veremos cuando lo cuelgue con posibilidad de descargarlo ("apostolado de la fotocopia", ¿se acuerda?), pero en una celebración comunitaria con confesión y absolución individual se puede leer en voz alta, pausadamente, tal como indica el Ritual de la Penitencia después del silencio de la homilía.
EliminarMe doy cuenta que me falta mucho por aprender. No conocía sobre las 7 Cartas del Espíritu, tendré que investigar para ponerme al día. Un examen de conciencia, no está demás si es basado en diferentes aspectos como los enumera Padre Javier, que algo que hace daño puede pasarsenos en un momento sin darnos cuenta. Pendiente para mis fotocopias. Me alegro por su mejor salud. Orando por sus especiales intenciones y las del resto de la Comunidad.
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