Por mucho que volvamos una y otra vez sobre lo mismo, resultarán pocas las veces... porque el principal desafío que tenemos que afrontar no es otro sino el relativismo que ha invadido nuestra cultura secularizándola.
Esto afecta en la práctica a la vida de los hombres y de los pueblos; el relativismo que es la destrucción de la Verdad y su sustitución por la "opinión" siempre que entre en lo políticamente correcto, es el clima en el que respiramos y que provoca la enfermedad que debilita a tantas sociedades y culturas.
Esta es la gran batalla que ha asumido el papa Benedicto XVI, el gran pensador y teólogo, mostrando sus raíces y causas, señalando sus consecuencias y encarando sus presupuestos. Es la defensa de la "razón" ante el "pensamiento débil" y las diversas formas de racionalismo; es la defensa del hombre, de la persona humana, ante la destrucción.
La libertad de anunciar el Evangelio se encuentra hoy en riesgo a causa de la dictadura del relativismo. El relativismo amordaza aquello que amenaza el sueño (más bien pesadilla) de que no existe la Verdad y por tanto no se puede anunciar nada como absoluto, universal, verdadero y bueno.
La relación entre verdad y libertad es esencial, pero hoy se encuentra frente al gran desafío del relativismo, que parece completar el concepto de libertad pero en realidad la pone en riesgo de destruirla proponiéndose como una verdadera 'dictadura'. Nadie se puede salir de los parámetros establecidos, de las "corrientes de pensamiento" tan débiles que desconfían de la capacidad de la razón para descubrir y abrazar la Verdad.
Nos encontramos por tanto en un tiempo de difícil compromiso para afirmar la libertad de anunciar la verdad del Evangelio y de las grandes adquisiciones de la cultura cristiana.
Pero no debemos aminorar ni el impulso ni la fuerza del anuncio: el corazón del hombre está hecho para la Verdad y la busca aunque no llegue a percibirlo. La respuesta es Jesucristo para el hombre de hoy mientras vemos derrumbarse toda una civilización que nació cristiana pero que el secularismo actual ha ido minando en sus bases.
"La respuesta es Jesucristo". Como le canta el cantautor católico Martín Valverde a Cuba: "sólo Dios compain, sólo Dios; esto sólo lo arregla Dios".
ResponderEliminarUn santo triste es un triste santo; si hemos encontrado la perla, el tesoro, la dracma perdida...¿cómo no estar alegres?
Encomendaremos sus nuevas acciones apostólicas pero...¡no nos deje huérfanos!
Julia María
Como la abeja obrera (no se le crea, es obrera y reina) se propone concisión, la complementamos. Las historias originales de los primeros comics (no de los actuales) reflejan verdades eternas al narrar la continua lucha entre el bien y el mal. Recordaré siempre a mi madre haciendo las voces del doctor Octupus, el Camaleón, la tía May, el tío Ben..., Spiderman. Puede que ahí radique nuestra aficción a la literatura y artes escénicas.
¡Ah! La colmena compensa con su aparente silencio la "locuacidad" de su representante...je,je, mami...
Ricardo
Julia María:
EliminarCiertamente, encontrar la perla escondida que es Jesucristo, alegra la vida y le da un tono feliz y nuevo; pero no quita la agonía de Getsemaní en muchos momentos ni la tristeza, casi amargura, de los combates del demonio. Una cosa no quita la otra, ¿eh?
Tranquila: no os dejaré huérfanos. Ahora mismo hay 890 catequesis programadas, y pienso seguir con este apostolado de la formación en el blog. Ya os contaré las nuevas encomiendas.
Ricardo:
Eliminar¡bienvenido! Permíteme tratarte de "tú", porque deduzco que, sin más remedio, eres más joven que yo.
Yo carezco de aficiones literarias y de cómics, eso es una deficiencia; lo más "Zipi y Zape".
La abeja reina, señora letrada doña Julia María es locuaz y habla y escribe... pero eso no significa que la colmena quede enmudecida. Revolotea en los comentarios, escribe, aporta: ¡estás en tu casa!
Aquí cuantos más seamos leyendo y aportando, (y rezando cada día unos por otros, que es un compromiso del blog), tanto mejor.
Oye, ¿no serás también abogado? ¡Me da miedo tanto abogado suelto en este blog!!
Un abrazo Ricardo.
DIOS conduce la historia, pero nosotros no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Muchas gracias, Padre, por la reflexión
ResponderEliminar¡Evidente! Jamás con los brazos cruzados, pasivamente, sino obreros en la viña del Señor, llamados cada uno a distinta hora de la vida.
EliminarAnte el relativismo reinante y la negación de la Verdad, nos toca dejar traslucir con lo que somos, hablamos y vivimos, que la Verdad existe, que es única, que seduce y que atrae... y que estamos hartos de tanta mentira (¡en todos los sentidos!).
Un abrazo.
El comentario de que encontrar a Jesucristo no quita la agonía de Getsemaní en muchos momentos ni la amargura de los combates del demonio me ha resultado esclarecedor. Gracias
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