lunes, 12 de septiembre de 2011

Universitarios católicos

Más de una vez, jóvenes que están en la Universidad, católicos ellos, que espero que realmente estudien y se abran al conocimiento de la Verdad y no simplemente aprobar asignaturas, se preguntan sobre su existencia católica en la Universidad. Realmente lo tienen duro, difícil: sienten que se les mira como bichos extraños, seres de otro planeta. Piensan que, como la Universidad es cosa de la razón-inteligencia, la fe es una superstición pasada y miran a los jóvenes católicos con cara de extrañeza.

Desde luego, lo primero que hay que desmontar es que la fe se relegue al ámbito del sentimiento, de la privacidad, y que la razón sea autónoma e incompatible con la fe. Al revés, la razón participa del Logos, que es Jesucristo, y la fe empuja a la razón a la búsqueda de la Verdad, la ilumina y sostiene. Por tanto, nada más católico que el estudio, la formación, el amor a la Verdad, el cultivo de la razón con la luz de la fe, el desarrollo de la inteligencia. Los jóvenes católicos en la Universidad deben saberlo y mirar su carrera universitaria desde esa perspectiva.

El papa Benedicto se dirigía a los jóvenes en la Universidad y les decía:
¿Qué espera la Iglesia de vosotros? Es el mismo tema sobre el que estáis reflexionando para sugerir la respuesta oportuna: "Nuevos discípulos de Emaús. Como cristianos en la Universidad"...

Esto puede realizarse si vosotros, como los discípulos de Emaús, encontráis al Señor resucitado en la experiencia eclesial concreta, y particularmente en la celebración eucarística. "En cada Misa, de hecho --recordé a vuestros compañeros hace un año durante la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney--, el Espíritu Santo desciende nuevamente, invocado en la solemne oración de la Iglesia, no sólo para transformar nuestros dones del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor, sino también para transformar nuestra vida, para hacer de nosotros, con su fuerza, un solo cuerpo y un solo espíritu en Cristo".


Vuestro compromiso misionero en el ámbito universitario consiste, por tanto, en testimoniar el encuentro personal que habéis tenido con Jesucristo, Verdad que ilumina el camino de cada hombre. Y es del encuentro con Él de donde mana esa "novedad del corazón" capaz de dar una orientación nueva a la existencia personal; y sólo así se convierte en fermento y levadura de una sociedad vivificada por el amor evangélico (Benedicto XVI, Discurso a los participantes del primer Encuentro Europeo de Estudiantes Universitarios promovido por la comisión Catequesis-Escuela-Universidad del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, 11-julio-2010).
En la Universidad hay que destacar el testimonio de vida de los jóvenes católicos. Son normales, no mojigatos asustados de todo, pero no comparten un estilo de vida que desdiga del Evangelio. En ellos se pueden reconocer virtudes que iluminan y, en el fondo, cuestionan a los demás: fidelidad, respeto, educación, capacidad de entrega, trabajo y sacrificio, seriedad en las cosas, alegría sencilla, amistad... y naturalidad en los gestos cristianos, en el hablar de Cristo, en vivir su fe católica sin arrogancia pero sin esconderse tampoco.

El testimonio de vida cuestiona. Las palabras -necesarias- pueden acabar en dialéctica, discusión, y al final de modo demagógico, atacar a la Iglesia con un simplismo impropio de gente que está estudiando en una enseñanza superior (se supone) que es la Universidad. Hablan desde los tópicos adquiridos. Pero el testimonio de vida sí puede desarmar al otro. 

Además, el testimonio de vida y la naturalidad cristiana harán descubrir a otros católicos, y desde la fe, entablar vínculos de amistad cristiana, compartir experiencias de fe, apoyo cristiano, mutuo enriquecimiento.

21 comentarios:

  1. Se necesitan cauces, nuevos cauces. A eso vamos.

    La relegación de la Iglesia a lo privado tiene mucho más que ver con propios que con extraños, y no sólo en la Universidad.

    Un abrazote, páter.

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  2. Daría cualquier cosa por ser estudiante y dejar claramente mi testimonio por donde fuere.

    Feliz día de la Virgen para todos.

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  3. Buenos días don Javier. Durante la carrera se ejercitan mucho las virtudes,esforzarse mucho en el estudio, no haber copiado jamás, salir con amigo/as sin entrar en terrenos pantanosos y terminar las fiestas guardando castidad también nos convierte sin duda ninguna en bichos raros, agradáblemente raros diría yo arropados todos esos años bajo el manto del Pilar. Un abrazo.

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  4. Nada fácil el papel de nuestros jóvenes en las universidades públicas de hoy en dia, tan imbuídas de rencor y odio a todo lo que suene cristiano. Hay que orar por ellos, para que se mantengan firmes en al fe, arraigados como viejos árboles, junto a la ribera de la Gracia de Dios. O santos, o condenados.
    Un saludo cordial.
    :)

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  5. Razón tiene Felicitas, la vida de un jovén universitario católico no es nada fácil. Es una época difícil, en un ambiente muy heterogéneo, lleno de competitividad, egoísmo y caminos que paracen atractivos pero que tienen una meta sin valores.

    Yo, desde mi testimonio, puedo decir que no es nada fácil hacer entender que tu vida es así y no la vas a cambiar, a veces te hacen muchas preguntas que incluso te hacen tambalearte y preguntarte si este es tu camino, preguntarme si ellos no tendran razón y a nosotros nos ha lavado la cabeza. Es muy difícil hacer ver que para mi no es un esfuerzo levantarme un domingo para ir a la Eucaristía, aunque la noche de antes haya salido de fiesta y me haya acosado tarde, hacer entender que el tiempo libre que dedico a la Iglesia es tiempo que gano, porque me hace feliz, hacer ver que no es cosa de viejos, que como vimos en Madrid, hay millones de jóvenes dispuestos a darlo todo por seguirle, seguros de que recibirán el 101%, hacer entender que yo quiero estar con alguién que me ame y no con muchos que les guste, que el alcohol y las drogas me hacen feliz un rato, pero Él me da la felicidad eterna...

    A veces es tan complicado...

    Un abrazo y hoy os pido por todos los jóvenes, para que sepamos poner a Cristo en nuestras vidas.

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  6. Pudiera decir muchas cosas de la vida universitaria en la actualidad en mi país... Mis hijos son universitarios en una Universidad pública, les toca un trabajo muy duro sobrevivir allí, pues la inseguridad de las aulas de clase es algo nuevo para ellos. Digamos que el testimonio que hemos podido darles ha sido algo extraño para ellos, pues de vivir un catolicismo muy light, pasamos a ser miembros activos de la Iglesia luego de nuestra conversión, un cambio muy grande para unos preadolecentes, que comenzaron a vernos como bichos raros.Ya hace casi una década de eso y de vez en cuando puedo ver alguna pincelada del verdadero amor a Dios y a los hermanos en sus actitudes. Por respetar su privacidad no les explico mas.
    Como padres nos corresponde poner a su alcance la verdad, la respuesta que muchas veces buscan en lugares y personas equivocadas. He podido ver como Dios Padre se encarga de preparar el momento y la ocasión para que podamos darle a conocer en el momento justo; y así nosotros con la sabiduría que nos da como padres amorosos aprovechar y zas! evangelizar y en algunas ocasiones con los amigos incluídos.

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  7. Siempre suele pasar que nos ven como raros...
    Pero en la mayoría ,el testimonio coherente
    de vida, llega a cuestionar, llegando a la
    admiración, y respeto.
    Feliz día de la Virgen María.
    Dios les bendiga.

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  8. Destaco la frase; "Vuestro compromiso misionero en el ámbito universitario consiste, por tanto, en testimoniar el encuentro personal que habéis tenido con Jesucristo, Verdad que ilumina el camino de cada hombre."

    Como el tema me toca de cerca, me extenderé un poquito. Mi experiencia es que cuando uno entra en la universidad pública, uno se zambulle en una especie de piscina de aislamiento sensorial. Todo parece confluir en los estudios y los ratos libre son para olvidar la ansiedad que se almacena dentro. Se pasa mal. Te siente dejado de la mano de profesores y compañeros. Ciertamente, como alumno se te considera más un estorbo que una oportunidad.

    En este ambiente enrarecido podríamos pensar que unos avispados agentes de pastoral podrían ser de gran ayuda para los alumnos. También podríamos pensar que la Iglesia presente en las facultades podría ayudar a equilibrar el estrés y la desesperanza que se vive a diario. Pero, pero... la Iglesia teme este mundillo. Lo compruebo en carne propia.

    Hace años estuve intentando ayudar al delegado diocesano de pastoral universitaria y fue muy frustrante. No entro en detalles, pero parecía que lo ideal era el fracaso de toda iniciativa.

    Hace unos meses me quejaba de esto conversando con un sacerdote en Roma. Mi miró con una especial bondad y me dijo "No te preocupes, la pastoral universitaria no funciona en ningún sitio"

    Bueno, esto me "alivio" al mismo tiempo que me clavó al suelo. :S :-))))

    Sobre la postura de los poquísimos profesores católicos que conozco, es para escribir un libro. Pero créanme, hasta dar testimonio aséptico de una postura vital cristiana se hace cuesta arriba. Las heroicidades se pagan. Si te descuidas te machacan, a no ser que partas premachacado :-)))

    Dios dirá qué se podrá hacer. Confiemos en Él.

    Un abrazo en el Señor :)

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  9. Antes que nada, hay que aclarar que no es lo mismo ser un universitario de esos que dicen ser "católicos modernos" (los del "yo creo en Dios pero la Iglesia tendría que modernizarse y apoyar el aborto y el matrimonio homosexual") y los católicos de verdad.

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  10. Tienes mucha razón Soldado Vikingo, hay cada "católico" que dan ganas de cambiar de bando, yo prefiero como tú elegir los de verdad contra viento y marea.Un abrazo.

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  11. Disculpad que no diera señales de vida ni contestase los comentarios, pero la vida no da para más.

    Séneka:

    ¡Bienvenido, bienvenido! ¡Ya era hora!

    Es verdad: por desgracia yo también estoy convencido de que la relegación de la fe católica a lo privado es más cosa nuestra que de los extraños; nosotros mismos nos hemos encerrado y reducido la fe a muy poca cosa, insignificante, sentimental, poco atractiva; más que luz del mundo, nos conformamos con ser una pequeña cerilla que se apaga pronto para no incomodar.

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  12. Capuchino de Silos:

    ¡Qué valiente! ¿Ya está de vuelta de vacaciones? ¿Ya la tendremos habitualmente entre nosotros? Me alegro.

    NIP:

    Sus palabras concretan con ejemplos muy asequibles algo del testimonio, tema de esta catequesis. Sí, bichos raros... arropados por el Señor y la Virgen.

    Felicitas:

    Hoy, la Universidad pública es un reto para la fe y, si no entran firmes en Cristo y saben seguir arraigados en Él, las corrientes los pueden arrastrar.

    Pero también puede ser un momento fuerte e intenso de formación doctrinal en la fe y testimonio de vida. Recuerdo la catequesis de hace unos días J.A.S.P, preparados, formados (JMJ).

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  13. Carolina:

    Tus palabras son importantes aquí, entre otras cosas, porque estás viviendo esa realidad ahora. Sí te sugeriría que, a título personal, te cuestionases la catequesis de hoy porque va dirigida a vosotros, jóvenes, y también a quienes hemos de ver a nuestros hermanos en esos ámbitos.

    Rezamos. No te preocupes, que rezamos. Un beso

    ¿Y tu blog, cómo va? "En la orilla del camino".


    María Auxiliadora:

    Apunta Vd. en una dirección sugerente. Los padres han de encauzar el camino de sus hijos a la Verdad, una vez que ellos mismos se han encontrado con el Señor. Si van provistos de una fe viva, hecha carne en su familia, gracias a sus padres, las convicciones y el estilo de vida están arraigados.

    Pero si los padres abdican de su función de educadores delegando en otros (colegio, instituto, catequistas, abuelos...) y los padres no ejercen una función directiva y rectora, los jóvenes estarán desprovistos, despojados de una personalidad cristiana en un mundo hostil -o al menos, indiferente, según los casos-.

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  14. Marián:

    El testimonio y la belleza de una vida cristiana interpelan... pero siempre a largo plazo.

    Miserere:

    Su comentario es espeluznante. Desconozco la "pastoral universitaria" y la actitud del profesorado que sea católico (soñaba con que era más militante, más testigo), pero me queda un mal sabor de boca. A mí me parece que es campo primordial de trabajo, de suscitar preguntas, de encender el deseo, de arropar humanamente y sostener una esperanza.

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  15. Soldado Vikingo:

    ¡Cuánto tiempo!

    No te quepa la menor duda. Siempre en el blog, al decir "católico", digo "católico de verdad" y no simplemente "católicos modernos" como bien describes.

    NIP:

    Es verdad que viendo esos católicos 'modernos', que son más del mundo que del Reino, más de la secularización que de la fe, darían hasta ganas de cambiarse de bando...

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  16. por cierto, amigos:

    todos los comentarios se han centrado en el punto del testimonio; pero creo que también merece prestar atención al segundo párrafo de la catequesis: la actitud vital de sabiduría y fe para abordar el estudio.

    ¿O acaso no os llama la atención?

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  17. Tiene razón D. Javier, se nos ha pasado dar la importancia al segundo párrafo. Al vez porque nos resulta muy evidente si se vive la universidad dentro de un ambiente cristiano y, casi imposible de conseguir, si nuestra vivencia universitaria es pasar el mal trago lo antes posible.

    Una solución sería la puesta en valor de la universidad católica. Pero no termino de verla como una solución en estos momentos. Leía hace unos meses una entrevista con el rector de una universidad franciscana norteamericana. Se dejaba claro que la universidad en España es particulamente alienante u que, incluso dentro de una universidad católica española, es muy difícil hacer pastoral. Menudo reto hay por delante.

    Un abrazo en el Señor :)

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  18. Miserere:

    No puedo discutir con Vd., que vive ahí, en la Universidad como docente y conoce ese mundo mejor que yo desde sus mismas entrañas. Pero creo que la Universidad católica sí es una opción, o quiero creer que sí es una opción. La Universidad pública, si correspondiera a su vocación de Universitas - saber - Verdad, no tendría que ser un obstáculo y un mal trago, sino una etapa preciosa de ejercicio de la razón y de la fe.

    Es curioso que desde fuera se vea nuestra Universidad tan mal, y se la califique de "alienante". Aquí parece que eso es lo normal.

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  19. He buscado el enlace al que me refería. Es interesante ver las diferencias entre el concepto de universidad católica española y la que el rector de la universidad franciscana de Steubenville trae:

    http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=14489

    Sobre la universidad de Steubenville. es interesante leer este enlace: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=14394

    Un saludo en Cristo :)

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  20. Copio la frase más impactante del artículo:

    ""Hace un par años, cuando toda la diócesis de Madrid celebraba la Misión Joven, unos chicos del Camino Neocatecumenal pasaron clase por clase por nuestra universidad invitando a unas catequesis kerygmáticas. Sólo se apuntaron dos alumnos, y uno era primo del organizador. ¡Esto es el ártico, el Polo Norte!", dijo... y se refería a una universidad católica con varias personas dedicadas a la pastoral."

    En al universidades católicas españolas hay que predicar el kerigma desde su aspecto más básico... tiene bemoles el asunto. Pero ser conscientes de ello es lo que nos permite poner remedio.

    :)

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