martes, 20 de septiembre de 2011

El canto litúrgico

    La música y el canto litúrgico son consustanciales a la liturgia de la Iglesia; sin el canto, se empobrece, pierde su capacidad orante, trascendente y mística. El canto litúrgico ha unido los corazones en una unidad orante, han permitido expresar los sentimientos más nobles y puros para Dios, ha creado un ámbito de trascendencia. Con el claro poder evocativo del canto litúrgico, ha movido las almas para un encuentro, en muchos casos, conversivo, con el Dios vivo. Por eso la liturgia no considera el canto como un añadido estético o una forma de solemnizar sus ritos, sino como una expresión del amor y de la fe. Así nacieron hermosas melodías y bellos textos que nacían de la celebración litúrgica y tenían como destino la misma liturgia, con belleza y calidad artística. ¡Cuántas veces y en cuántas ocasiones la liturgia ha servido de inspiración para la música verdadera porque la liturgia misma es la Belleza del Misterio celebrado!

    El canto litúrgico, por su texto y por su melodía, ha permitido grabar en la memoria del pueblo cristiano salmos, textos bíblicos y confesiones de fe. Y el canto litúrgico ha expresado adecuadamente la espiritualidad cristiana, orientando la oración y la vivencia de los distintos momentos del ciclo del Señor.
¡Cómo dispone para esperar a Cristo Mesías el canto del “Rorate Caeli” en Adviento; qué ternura adorante cantar el “Adeste fideles” en el ciclo de la Manifestación del Señor; qué larga espera tan deseada poder escuchar por voz del diácono el Pregón pascual, entonar por tres veces el “Aleluya” en la Vigilia pascual, mudo durante la Cuaresma, y cantar durante cincuenta días “Regina Coeli, laetaere”; qué hondura y finura de sentimientos que conmueve a toda la persona el canto solemne del “Veni Creator” en Pentecostés o en la celebración del Sacramento del Orden (durante la Unción de las manos, no antes de la imposición de manos como un canto propio-ritual)! 

Son cantos y melodías reservadas para un tiempo litúrgico que al cantarla evocan multitud de vivencias y orientación para profundizar en lo celebrado. Vuelven cada año y así predispone a entrar mejor en la liturgia. La música en la liturgia orienta la oración, introduce en el Misterio, ejerce una pedagogía superior a las palabras.


    La Constitución Sacrosanctum concilium elogiaba ampliamente la música sagrada y su valor al servicio del culto litúrgico:

    La Tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente por el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria  o integral de la liturgia solemne...
    La música sacra, por consiguiente, será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea enriqueciendo de mayor solemnidad los ritos sagrados. Además, la Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte auténtico, que estén adornadas con las debidas cualidades (SC 112).

         El camino deseado por el Concilio Vaticano II era el fomento y el cultivo de la música, conservando los grandes tesoros musicales, el órgano y la polifonía, formando musicalmente, ampliando repertorios más populares pero dignos para los actos devocionales y así resuenen “las voces de los fieles” (SC 118). Pero, desgraciadamente, hemos perdido el gusto musical, el sentido de la belleza, secularizando la liturgia por medio de música que nada tiene de litúrgica, al capricho del coro y los gustos de los jóvenes como una nueva tiranía.

Realmente, ¿lo que se canta en las iglesias hoy eleva el alma, permite orar, nos lleva a mayor amor a Jesucristo, confiesa la fe eclesial en sus textos?

  

15 comentarios:

  1. Estupenda pregunta: ¿lo que se canta en las iglesias hoy eleva el alma, permite orar, nos lleva a mayor amor a Jesucristo, confiesa la fe eclesial en sus textos?

    Esta pregunta me conduce a otra pregunta previa ¿Que vamos a hacer a las iglesias? ¿Qué sentido tienen para cada uno de nosotros reunirnos para la misa?

    Quizás nos demos cuenta que los cantos reflejan el sentido que damos a la celebración litúrgica. Además, también podríamos preguntarnos sobre la cercanía/lejanía de Dios y si entendemos a Cristo como algo subjetivo-personal o es una Persona objetiva y real para todos nosotros.

    Ayer leía un comentario a una entrada sobre las penúltimas declaraciones de Hans Küng que me hizo reflexionar. Este lector reclamaba su "cristo personal", su vivencia interior y su entendimiento, como base para su propia religión. Rechazaba a Cristo como algo homogéneo para todos, ya que eso era una imposición de la "jerarquía" que le "coartaba su libertad".

    Esta postura en mayor o ne menor grado nos termina llevando perder la perspectiva y a terminar cantando cualquier cosa en una misa que festeja la reunión de personas que se sienten bien juntas. Diríamos que reunidos en la fe particular a cada "cristo" personal. :S

    Que Dios le bendiga D. Javier. Seguimos unidos en oración :)

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  2. Buenos días don Javier.Hay temas extraordinariamente bellos que alaban y dan gloria a Dios muy propios para las solemnidades y fiestas.En días ordinarios y memorias durante la comunión antes que enchufar el radiocasete o cd de turno es mucho mejor una canción de Palazón, Garabain ó Valverde entre todos a lo Fuente Ovejuna y un cantico final de acción de gracias.Un abrazo.

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  3. Hasta cierto punto puedo estar de acuerdo con el texto, pero la música litúgica debería ser, SIEMPRE, aquella que los grandes músicos de la historia han compuesto, y no la de ciertas grupos deformes con canciones del peor gusto. Para eso han existido Bach, Mozart o Beethoven, sin dejar de nombrar a tantos otros que con su música no hacen más que transportarnos al cielo. En Europa hay mucha más preparación y buen gusto musical que en España y da gloria bendita asistir a la Santa Misa. No es lo mismo escuchar, por ejemplo, un guitarreo hortera que el Ave Verum de Mozart, digo yo.

    Un buen día les deseo a todos.

    D. Javier me acuerdo de usted en mis oraciones para el día 17 de octubre.

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  4. "Realmente, ¿lo que se canta en las iglesias hoy eleva el alma, permite orar, nos lleva a mayor amor a Jesucristo, confiesa la fe eclesial en sus textos?". Pues no suele suceder, o al menos esa es mi experiencia, la triste experiencia. La Misa del pasado domingo en mi parroquia cantaron una cosa llamada 'Padrenuestro marinero' (¡en el momento del Padrenuestro!); antes habían sustituido el Gloria por otro texto. ¿Qué sentido tiene esto? Y encima con la connivencia de los presbíteros allí presentes (¡junto con un obispo!). A mí la mayoría del mundo del elepé parroquial me suena a matraca guitarril impulsada por hormonas adolescentes, que queréis que os diga.
    La ignorancia campa a sus anchas, como el otro día me decía Adolfo Ivorra...

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  5. Por cierto, querido Javier, estaré, D.m., el día 17 de octubre en la defensa de tu Tesina. ¡¡Qué gran alegría!!

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  6. Hoy me quedo con aquello de que la liturgia misma es la belleza del Misterio celebrado.
    Para mí, esto tiene mucha miga y me conviene rumiarlo largamente.
    ¡Gracias, Don Javier!
    Saludos a todos, unidos en oración.
    :)

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  7. La música nos eleva hasta la presencia del Señor,nos introduce en los misterios... Vibramos...
    Pero se ha degradado bastante.En mi parroquia
    hay órgano, y es una verdadera maravilla la liturgia. En otro templo, tocan guitarras,y lo
    hacen muy hermoso y solemne.
    Sin embargo no siempre es así, y mucho más cuando quieren animar y entona cualquiera...( se quita hasta la devoción)
    Tendríamos que recuperar el cultivo de la música.
    Unidos en oración. Dios les bendiga.

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  8. Amigos:

    El canto litúrgico siempre provoca debate animado. Por un lado están los innumerables abusos -Álvaro nos señalaba algunos de ellos- por otro la pobreza musical en general.

    El canto litúrgico debe, por su letra, ser confesante de la fe; por su estilo musical, noble y elevado para el fin que busca. En nuestras parroquias deberíamos empezar a tomar más en serio la función litúrgica del coro, que no es sobreañadida, sino connatural a la misma liturgia. Cantar es lo habitual (debe ser) en la Misa dominical, sin convertir la Misa en un concierto bellísimo de música clásica. Pensemos que muchas Misas (de Mozart o de Beethoven) se tocaba MIENTRAS proseguía la acción litúrgica, asistiendo a un concierto.

    Hay cantos dignísimos en castellano -por supuesto, también en latín- que bien acompañados por el órgano y coro, disponen para vivir santamente la acción litúrgica.

    Unos cantos corresponden más al coro, pero otros son para que todos los fieles lo canten, ayudados y sostenidos por el coro. Son cosas evidentes en cuanto se conoce la normativa.

    Finalmente hay que recordar que la letra del Ordinario de la Misa jamás se toca, se cambia, se parafrasea o se le añade nada (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Agnus Dei).

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  9. Me he debido explicar mal, porque, desde luego, la Santa Misa no debe ser un concierto. Lo que si, creo yo, que pudiese acompañar determinadas partes de la Misa. En Austria, por ejemplo, en todas las Misas que fuimos se acompañaban, en determinados momentos, las maravillosas cantatas de Bach y alguna que otra obra pequeña de Mozart y los fieles la siguían con sus respectivas partituras; pero ¡claro! el nivel musical que hay en Austria y la parte central de Europa, desgraciadamente no lo tenemos en España.

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  10. Para quien no lo conozca, hay un interesantísimo blog sobre música litúrgica, con la posibilidad de descargarse una gran cantidad de música, partituras, etc.
    Además tiene abundantes post sobre liturgia y también permite la descarga de libros sobre este tema.
    Y además tiene un enlace para este blog "nuestro" (:-)
    http://musikliturgik.blogspot.com/

    Mediante otro enlace, permite acceder a otra parte dedicada a la música religiosa también, pero menos indicada para la liturgia y dirigida más bien a grupos de oración, etc.
    http://musikteanima.blogspot.com/

    Por ejemplo en un post tiene el texto y el audio para poder cantar la Misa de Angelis, la más universalmente conocida en gregoriano:

    http://musikliturgik.blogspot.com/2010/07/la-misa-de-angelis-misa-viii.html

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  11. Capuchino:

    Muchísimo mejor explicado y tiene toda la razón.

    Aprendiz:

    Gracias por los enlaces y la información.

    ¡Ah! es verdad: ese blog nos tiene enlazados.

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  12. Hay dos cosas que llevo especialmente mal en Misa:
    Por un lado esos déficits musicales casi generalizados. Disfruto cuando canta todo el mundo y más si lo hacen bien.
    También me gustan las celebraciones de la catedral donde el coro canta música polifónica maravillosa, de una gran belleza, pero pienso que no es lo ideal, al menos, de manera casi exclusiva.
    Entiendo que Capuchino envidie los paises centroeuropeos que son capaces de cantar buena música casi toda la asamblea.

    Lo segundo que llevo mal es off topic (es que cierren las iglesias pocos minutos despues de terminar la Misa y no dejen a uno estar un ratito más, el mejor del día).

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  13. El Propio para el coro, el Ordinario para el pueblo. Eso es lo más razonable.

    El problema es que la música que se canta en las Misas no es litúrgica. Para hablar de música litúrgica hay que hablar primero de textos litúrgicos, y en el caso de la Misa los textos litúrgicos son bien claros: Introito, Kyrie, Gloria, Colecta, Gradual-Tracto (o Salmo), Aleluya con su versículo, Epístola, Evangelio, Credo, Ofertorio, Prefacio, Sanctus, (Plegaria Eucarística como manda la Ordenación General del Misal Romano), Agnus Dei, Communio.

    Lo que acontece es la absoluta suplantación de estos elementos por cosas totalmente ajenas a los Ritos Romanos.

    En el estado actual de la celebración promedio de la Misa el problema NO es la música, el problema es más fundamental: es el TEXTO. La suplantación del texto Litúrgico por lo que a cada uno le da la real gana...

    ¿Qué hacer? Formación litúrgica. Formación litúrgica de los coros.

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  14. Suscribo todo lo dicho!!!
    aunque sobre esto... queda mucho por decir. Para cuando un Enchiridium litúrgico-musical comentado???
    Si te animas lo preparamos juntos!!! jejejeje.

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  15. Óscarrr!!!!!

    ¡Menos mal que suscribes lo dicho! Me alegro de verte por aquí.

    A tu propuesta digo, Fiat! Yo me animo y lo preparamos juntos, pero, ¡chico, qué quieres que te diga!, después de tu ataque frontal a mi persona por ser "liturgista", recordándome que los "maestros difieren en sus opiniones", mientras comíamos aquella mariscada en tu tierra gallega, me sorprende (je,je,je). Tendrás que invitarme a tu archidiócesis a otra mariscada para convencerme (:)).

    Pero vale, seré bueno. Prepararemos el enchiridium cuando vos estiméis oportuno.

    Nos vemos, carissimo!

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