lunes, 26 de septiembre de 2011

La Iglesia crece desde dentro (Catequesis)

Afirmar, como lo hace Ratzinger, que la Iglesia crece desde dentro supone, ante todo, el cultivo de la comunión con Cristo y no tanto el interés en lo exterior, en las reformas y cambios, o en una pastoral vacía que busque contentar a todos copiando modelos secularizados.

Cuando la Iglesia crece desde dentro, el "nosotros" de la Iglesia se ve robustecido, sin que puedan existir fricciones, o roces, o divisiones, o la clasificación de cristianos de primera y segunda división según pertenezcan o no a tal movimiento o tal comunidad. En ese "crecer desde dentro", aumenta el "nosotros" de la Iglesia, y el otro es considerado como miembro exactamente igual que yo, aunque distinto, diferente, con otra vocación, otro carisma, otro apostolado, tal vez otro estilo espiritual... pero unidos y formando parte de la gran Iglesia.

"La Iglesia crece desde dentro: es esto lo que quiere darnos a entender la expresión "Cuerpo de Cristo"; pero aquí se halla inmediatamente implicado también este otro elemento: Cristo se ha dado a sí mismo un Cuerpo; si quiero encontrarlo y hacerlo mío, estoy llamado a formar parte de él como miembro humilde y, sin embargo, de manera completa, pues yo soy realmente miembro suyo, órgano suyo en este mundo y, por consiguiente, para toda la eternidad. La idea de la teología liberal según la cual Jesús sería interesante, mientras que la Iglesia no pasaría de ser una miserable realidad, se diferencia radicalmente, por sí misma, de esta toma de conciencia. Cristo se da solamente en su Cuerpo, y nunca como mero ideal. Esto significa: se da junto con los otros, en la ininterrumpida comunión que atraviesa los tiempos, la cual no es otra cosa que su Cuerpo. La Iglesia no es una idea, sino un Cuerpo, y el escándalo del hacerse carne en que tropezaron tantos contemporáneos de Jesús se prolonga en el escándalo de la Iglesia; pero también a este propósito resultan válidas las palabras: Bienaventurado el que no se escandaliza de mí.

Este carácter comunitario de la Iglesia comprende necesariamente su carácter de "nosotros": la Iglesia no es algo que está no se sabe dónde; somos nosotros mismos la Iglesia. Es cierto que nadie puede decir: "Yo soy la Iglesia"; pero todos y cada uno podemos y debemos decir: nosotros somos la Iglesia. Y este "nosotros" no es, a su vez, un grupo que se aísla, sino que se mantiene más bien en el interior de la comunidad entera de todos los miembros de Cristo, vivos y difuntos. Siendo esto así, entonces puede un grupo decir de verdad: nosotros somos Iglesia. La Iglesia está aquí, en este "nosotros" abierto, que franquea fronteras (sociales y políticas, pero también las fronteras entre el cielo y la tierra). Nosotros somos la Iglesia: esto incrementa el sentido de corresponsabilidad, pero también la posibilidad de colaborar en primera persona; de aquí se desprende, en consecuencia, el derecho a la crítica, la cual, sin embargo, debe ser siempre y ante todo autocrítica. Porque la Iglesia, insistamos en ello, no es algo extraño, no es una realidad ajena: nosotros mismos la construimos. También estas ideas maduraron hasta ser directamente asumidas por el Concilio. Todo lo que se dijo acerca de la común responsabilidad de los laicos y todo lo que se estableció, en lo que a formas jurídicas se refiere, para su atinada realización, de aquí se deriva".

(Ratzinger, Iglesia, ecumenismo y política, p. 8-9).

5 comentarios:

  1. Buenos días don Javier. Nosotros somos la Iglesia y si no es mejor en todo y santa en sus miembros sin duda es porque yo no lo soy cada día un poco más.Una semana comenzó ayer con el propósito de lograrlo.Un abrazo.

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  2. Es fantastico.....en esto estoy en construir desde dentro...y ver que es un Cuerpo y es desde esta realidad donde tenemos que vivir el Amor de Cristo......Rezo por los matrimonios ultimamente...que esten unidos en la Comunion con Cristo!, sino ni familia ni nada de nada....

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  3. Que todos nos hagamos una "piña" enorme con Cristo y así poder crecer y crecer en Amor y Comunión con Él.

    A todos, feliz semana en el Señor.

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  4. "Nosotros somos la Iglesia: esto incrementa el sentido de corresponsabilidad, pero también la posibilidad de colaborar en primera persona; de aquí se desprende, en consecuencia, el derecho a la crítica, la cual, sin embargo, debe ser siempre y ante todo autocrítica.

    Autocrítica. Cierto. Una Iglesia mejor para porque todos quienes la conformamos seamos mejores.

    Que Dios les bendiga. :)

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  5. En este construir desde dentro, yo ofrecería algunos elementos más:

    -firme y clara identidad católica, sin permitir rasgos desdibujados o difuminados,

    -se construye desde dentro mediante la experiencia privilegiada de la liturgia bien vivida y de la oración personal, sosegada.

    ¿Lo haremos así todos?

    Un abrazo

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