lunes, 27 de mayo de 2019

Sentencias y pensamientos (VII)

43. Graba en tu corazón la puerta de tu Sagrario.
 

44. Canta y goza la liturgia adorando, descalzándote y contempla el espectáculo admirable de la zarza que arde y no se consume: ¡es el Paso salvador de Dios en sus misterios!




45. Quieres volar, ¿no sabes que es Dios el que pone ese deseo en tu alma? Por tanto, es Él el que se compromete para hacerte volar cuando Él crea oportuno. Mientras, hagamos lo que podamos.


46. Vuela a la santidad, pero no como los mosquitos que hacen ruido y pican con cólera, sino con majestuosidad, como las águilas.


47. A veces somos casi cadáveres dedicados a las cosas de Dios pero sin entregarnos plenamente al Dios que da sentido a las cosas que hacemos.


48. Dios te quiere a ti, no tus cosas ni tu trabajo. Te quiere a ti, te busca a ti, te desea a ti.



 
49. El camino de la santidad es múltiple y adecuado para cada alma. Es el Señor quien nos santifica


50. Esperamos, deseamos, amamos su venida. Lo necesitamos sólo a Él, lo buscamos a Él; mendiguemos a Cristo; pidámosle al Padre que nos lo dé, que sin Él ni vivimos, ni valemos, ni somos nada... y todo se vuelve triste, aburrido, apagado, gris, sin Él.


51. ¿Qué es ser espiritual? ¿Qué se entiende por una “persona espiritual”? Lo pienso y hallo una primera respuesta, vivir y desear la santidad.



52. La santidad es además deseo de Dios, pasión por Cristo, un gran amor por la Iglesia, sed de redención para la humanidad, de edificación de la Iglesia.



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