lunes, 25 de marzo de 2013

Un testimonio antiguo sobre la Vigilia pascual

Es alegórico y difícil, pero no deja de ser interesante el texto de hoy: es la Epistola Apostolorum, de mitad del siglo II, por la zona de Asia Menor.

Pensemos que por allí cunde el gnosticismo, doctrinas esotéricas y muy espirituales, con la que tuvo que enfrentarse el cristianismo; un espiritualismo sin carne, un desprecio a la materia creada y una doctrina reservada sólo para los muy espirituales y avanzados en el conocimiento.

Fruto de ese ambiente, y empleando un lenguaje común a ese ambiente espiritual y gnóstico, la Epistola Apostolorum hablará de la Vigilia pascual. Ésta transcurre en la noche de la Pascua, siendo convocado todo el pueblo cristiano para velar, vigilar, con las lecturas y salmos y con la Eucaristía celebrada.

Y lo importante, además, es el clima de expectación, de vigilancia, de tensión, el tono espiritual de la comunidad cristiana durante esta Vigilia pascual, tal como lo muestra este documento.

"Vosotros haréis memoria de mi muerte. Cuando llegue la Pascua (versión etiópica: 'vosotros haced memoria de mi muerte, esto es, celebrad la Pascua, entonces uno...'), uno de vosotros estará recluido en la cárcel a causa de mi nombre; estará triste y lleno de aflicción porque, mientras vosotros celebráis la Pascua, él estará ausente en la cárcel. Mi poder se manifestará en forma de ángel Gabriel, las puertas de la cárcel se abrirán, y entonces podrá salir e ir a vosotros.

Permanecerá en vuestra compañía durante la vigilia nocturna hasta el canto del gallo. Terminado el memorial y el ágape, nuevamente será encerrado en la cárcel para testimonio, hasta que pueda salir para predicar lo que yo os he transmitido.

Nosotros, empero, le dijimos: "Señor, ¿es conveniente que tomemos y bebamos nuevamente el cáliz?" "Conviene que lo hagáis, respondió el Señor, hasta el día en que vuelva al Padre junto con todos aquellos que han sido muertos por mi causa" (versión etiópica: 'hasta el día en que vendré con mis heridas').

Entonces le dijimos: "Señor, ¿por qué poder o en qué forma volverás?" Respondió el Señor diciendo: "En verdad os digo, vendré como el sol luciente; siete veces más que el sol lucirá mi gloria en medio de una nube resplandeciente; apareceré en la tierra precedido de la cruz, para juzgar a vivos y muertos".

Le dijimos nuevamente: "Señor, ¿después de cuántos años acaecerá esto?" Y el Señor dijo: "Después de ciento cincuenta años, en los días de Pascua, tendrá lugar la venida de mi Padre"" (Epistola Apostolorum, 15-16).


 Dentro del lenguaje, que se hace difícil, hallamos algunos puntos destacables.

-El primero sería el interés de que todos estén reunidos en esa vigilia nocturna de Pascua, incluso aquél (¿quién? ¿a qué se refiere?) que es liberado de la cárcel por el ángel sólo para poder asistir a esa vigilia y luego volver a su encarcelamiento. Todos estarán allí. Es un pueblo en fiesta y nadie falta.

-Lo segundo es el carácter nocturno: se desarrolla por la noche hasta el canto del gallo. El carácter de una vigilia, máxime la vigilia pascual, es que transcurre por la noche y este carácter nocturno debe ser resaltado. Nunca ha sido ni debe convertirse en un oficio vespertino, es decir, que comience por la tarde cuando todavía hay sol (como cualquier Misa de sábado por la tarde) ni mucho menos que se desarrolle el sábado santo por la mañana (eso ocurrió cuando todas las celebraciones se fueron adelantando al horario matinal; Pío XII quiso adecuarlas a su hora propia y aún hoy ha quienes prefieren ese horario matinal que dio origen a que ya el Sábado se tocara las campas del Gloria por la mañana, el "Sábado de Gloria").

-El tercer rasgo es que siendo una vigilia, necesita un tiempo amplio de oración, y no se busca la brevedad. Durante mucho tiempo según el texto: "vigilia nocturna hasta el canto del gallo". Los cristianos celebran la Pascua con una celebración de oración que dura varias horas y posee un carácter único durante todo el año. La brevedad, la rapidez, son enemigas mortales de la liturgia y más aún si esta liturgia es la liturgia de una vigilia por Pascua.

-El cuarto rasgo es la celebración "del memorial y el ágape": alude a la celebración eucarística y tal vez pueda indicar una comida festiva después, un refrigerio en caridad para todos. La vigilia pascual incluye siempre la celebración eucarística, la Oblación del sacrificio de su Cuerpo y Sangre. Al menos en este texto del siglo II no hallamos ninguna indicación más que sea explícita. Pero la celebración de la Eucaristía, constituyendo su centro, requiere un desarrollo ritual amplio, solemne y festivo, desde las oraciones en común hasta la procesión de los dones hasta el altar, desde el canto (semitonado) de la plegaria eucarística hasta el beso de paz entre todos y la comunión que, evidentemente, se distribuía con las dos especies para todos los fieles, como siempre fue costumbre de toda la Iglesia. Hoy, probablemente, es la parte más rápidamente se realiza y que en nada se diferencia de la celebración de una Misa cualquier otro día del año, omitiendo el canto de partes de la Misa (como el prefacio, la consagración, etc.) o distribuyendo la Comunión (velozmente) sólo con la especie de Pan.

-El quinto y último rasgo de este documento es la espera ansiosa del Señor. "Señor, ¿por qué poder o en qué forma volverás?" Y la respuesta del Señor: "en los días de Pascua..." La vigilia pascual está conectada con la escatología, por la resurrección del Señor, y con la parusía, pues se esperaba que ésta ocurriría en Pascua, que en la misma noche de la vigilia pascual volvería el Señor en gloria y majestad. Es una noche para esperar y velar en oración porque tal vez vuelva ahora el Señor y deseamos que venga y nos encuentre, como rezamos en Adviento, "velando en oración y cantando su alabanza".

Ya este documento, tan antiguo, nos permite entender el valor y la importancia que siempre tuvo la vigilia pascual en el corazón católico y, para nosotros hoy, como catequesis, un estímulo para vivir la vigilia pascual, todos, sin ausentarse nadie, con ese mismo deseo, tensión, espera e interés.


6 comentarios:

  1. Lo repito: “Es una noche para esperar y velar en oración porque tal vez vuelva ahora el Señor y deseamos que venga y nos encuentre, como rezamos en Adviento, “velando en oración y cantando su alabanza”.

    Hemos entrado con Él en Jerusalen y la consumación está ya tan cerca... En oración ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Sí, Julia María, ya estamos cerca...

      Queda que esa noche santísima estemos todos -católicos de facto y no meramente de nombre- con las lámparas encendidas en nuestras manos aguardando a que venga el Esposo.

      Saludos!!

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  2. Buenas tardes, don javier.

    Este año voy a celebrar la Semana Santa en Malta-un sitio como cualquier otro para prácticar mi inglés de misa, aunque me llevaré una "chuleta", for if acaso-, y no solo la Vigilia Pascual sino también los Oficios, dos puntos del camino sin los que no podríamos llegar a nuestro Destino, que no es otro que celebrar la Resurrección.

    La Vigilia es una de las cuatro patas de la Mesa (que tiene las mismas letras que Semana salvo la finalización -na)en la que nos debemos basar los cristianos: Domingo de Ramos, Jueves Santo (¿hay algo más bonito que la Última Cena?), Viernes Santo (para resucitar hay que morir, mirando el árbol de la Cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo)y, por supuesto, la Vigilia.

    La colmena,aparte de alas para volar y aguijón para picar (pero poco), tenemos oídos, y hemos escuchado que preguntaba por nosotros. Ahora que estamos en época de peplum le confesamos que vamos por la vida más liados que la pata de un romano, pero eso no es óbice para que, cada día,no se encuentre usted en nuestras oraciones...y en "Favoritos".

    Un afectuoso abrazo.

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    1. La colmena:

      Gracias por escribir y dar señales de vida.

      La apretada síntesis que ofrecéis es sugerente: ya nos contaréis que tal se celebra la liturgia en Malta.

      Vuestra vida -como la de otros- está más liada que la pata de un romano... pero, ¡chicos!, sacad tiempo de escribir, por fa.

      Menos mal que no me habéis sacado aún de "Favoritos", jejeje

      Un gran abrazo

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  3. La duración de la noche es incierta. Pero mientras dura tenemos tiempo para la purificación personal. Me da por pensar que la noche es un regalo de DIOS.
    Sigo rezando

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    1. La noche es tiempo de salvación -canta un himno castellano de la liturgia.

      En la noche Dios actúa, se revela, salva, santifica, libera.

      Por eso, en la noche, resucita el Señor y en la noche velamos con la gran liturgia de la Vigilia pascual.

      Saludos!!!

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