miércoles, 6 de marzo de 2013

Hágase tu voluntad... (V)

El cristiano, sostenido por la gracia y las virtudes teologales, es el hijo que conforma su vida y su voluntad a la voluntad del Padre. Hay aquí una inversión. Quien sólo siente una lejana trascendencia, impersonal, vive a Dios de manera tan lejana y casi supersticiosa, que pretende someter a Dios a su propia voluntad y capricho. El cristiano es quien adquiere tal docilidad por el Espíritu Santo que se abre a la voluntad de Dios, la busca, la ama, la procura realizar.


Esa vida teologal le sostiene incluso cuando la voluntad de Dios en la propia vida incluye la cruz -como a su propio Hijo- por un fin mayor y salvífico, con una fecundidad nueva y renovada. La vida cristiana participa de la obediencia del Hijo a la voluntad del Padre y de la forma mariana, la disponibilidad incondicional, que dice "Hágase en mí".

Cada día rezamos "hágase tu voluntad..." porque cada día hemos de reorientar el corazón, convertirlo, es decir, volverlo al Señor para que su voluntad, siempre buena, sea el norte orientador y no se desvíe ni a derecha ni a izquierda por las tendencias del corazón, la concupiscencia, el miedo.

El Padrenuestro es una catequesis diaria del corazón, una evangelización interior, hasta que podamos decirle al Padre que nos dejamos hacer, que nos sitúe donde quiera, que nos confíe lo que quiera y mande que vayamos al lugar que Él vea mejor. Es aquello de "dame lo que mandas y manda lo que quieras"; sí, dame la gracia de poder realizarlo, y teniendo tu gracia, seguro que puedo realizar lo que sea, todo lo que ordenes. Envíame.



"n. 7. Hágase tu voluntad. Si tú no se lo mencionas, ¿no va a hacer su voluntad? Recuerda lo que recitaste en el Símbolo: "Creo en Dios Padre todopoderoso". Si es todopoderoso, ¿por qué rezas para que se cumpla su voluntad? ¿Qué quiere decir Hágase tu voluntad? Hágase en mí de manera que no resista a tu voluntad. Por tanto, también aquí oras por ti y no por Dios.

La voluntad de Dios se hará en ti aunque no la cumplas tú. En aquellos a quienes se dirá: Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino preparado desde el principio del mundo para vosotros, se cumplirá la voluntad de Dios de que los justos y santos reciban el reino, y también en aquellos a quienes ha de decir: Id al fuego eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles. En éstos se cumplirá su voluntad de que los malos sean condenados al fuego eterno. Otra cosa distinta es que la cumplas tú. Porque es en beneficio tuyo; no oras sin motivo que se realice en ti. Sea en beneficio, sea en perjuicio tuyo, la voluntad de Dios se hará en ti; pero debe hacerse también por ti. ¿Por qué, pues, digo: Hágase tu voluntad en el cielo y en la tierra, y no: "Hágase tu voluntad por el cielo y por la tierra"? Porque lo que haces tú es él quien lo hace en ti. Nunca haces tú lo que él no hace en ti. A veces hace en ti lo que tú no haces; pero nunca haces tú nada si él no lo hace en ti.


8. ¿Qué quiere decir En el cielo y en la tierra, o como en el cielo, así en la tierra? Cumplen los ángeles tu voluntad; cumplámosla también nosotros

Hágase tu voluntad, como en el cielo, así en la tierra. El cielo es la mente; la tierra, la carne. Cuando dices, si es que lo haces, las palabras del Apóstol: Con la mente sirvo a la ley de Dios; con la carne, en cambio, a la ley del pecado, se cumple la voluntad de Dios en el cielo, pero aún no en la tierra. Cuando la carne llegue a ir de acuerdo con la mente y la muerte haya sido engullida por la victoria, en modo que no quede ningún deseo carnal en lucha contra la mente; cuando pase el combate que se libra en la tierra; cuando pase la guerra que se combate en el corazón; cuando pase lo dicho: La carne apetece contra el espíritu y el espíritu contra la carne, dos fuerzas que luchan entre sí para que no hagáis lo que queréis; cuando haya pasado esta guerra y toda la concupiscencia se haya conmutado en caridad, nada quedará en el cuerpo que resista al espíritu, nada que domar, nada que frenar, nada que pisotear, sino que todo caminará hacia la justicia por el camino de la concordia; es decir, se hará la voluntad de Dios en la tierra.

Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Cuando oramos así buscamos la perfección. Otra vez: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. En la Iglesia, el cielo son los espirituales; la tierra, los carnales. Hágase, pues, tu voluntad así en la tierra como en el cielo; es decir, como te sirven los espirituales, sírvanse así también los carnales una vez convertidos para mejor.

Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Hay otra forma de comprensión piadosa en extremo. El cielo es la Iglesia; la tierra, sus enemigos. ¿Qué significa Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo? Crean en ti nuestros enemigos, como creemos nosotros. Conviértanse en amigos, acábense las enemistades. Son tierra, y por eso están en contra nuestra. Hágasen cielo, y estarán de nuestra parte".

(S. Agustín, Serm. 56,7-8).

7 comentarios:

  1. Buenos días don Javier. Voluntad de Dios es que todos los hombres se salven, muchos lo haremos por su corredentor ayuno y sacrificio, porque no abandona la cruz y su ejemplo anima a seguir adelante. Aplicar Cielo y tierra al alma y cuerpo me da mucho que meditar. Un abrazo.

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    1. Habremos de colaborar, compartir la pasión de Cristo en nuestra carne y, aunque hoy apenas se entienda, el ayuno y la penitencia son medios corredentores.

      Un gran abrazo.

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  2. Yo creo que san Agustín, en el mismo sentido que san Pablo, nos insta a suplicar que cumpla Su Voluntad en nuestra mentalidad carnal, mentalidad que deriva de nuestra entidad corporal (física y psíquica) frágil, sensible, vulnerable, susceptible de ser manejada por el miedo y el deseo que, cegándonos a la verdad, nos conduce no sólo a la lujuria y a la gula, sino también y no en menor grado a la envidia, rivalidades, divisiones, partidismos…

    La oración más perfecta y realista por nuestros enemigos, la mayor caridad, lejos de sentimentalismos, es pedir a Dios que cumpla su voluntad en ellos, como nos aconseja el santo obispo de Hipona.

    Hágase tu voluntad en la tierra como se hace en el cielo ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Sí. Perfecto.

      No añadiré nada para no estropear lo que la sra. letrada ha expresado.

      Besos!!

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  3. Ir contra la voluntad del PADRE es ir contra uno mismo. Hacer la voluntad de DIOS es la única manera de ser uno mismo. Alabado sea DIOS.
    Una vez más, muchas gracias, Padre. Sigo rezando.

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    1. La voluntad de Dios es lo mejor, con lo cual, es el mayor bien para uno mismo.

      Siempre cuesta, por supuesto, pero es el mejor camino.

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  4. y que caso tiene orar para pedir, si finalmente es; "hágase tu voluntad", no es un contrasentido!?

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