sábado, 5 de febrero de 2011

Himno eucarístico al Corazón de Jesús (Textos de los Padres - IX)

Del cielo de los cielos se ha desprendido aquel carbón que hoy es consagrado y respetuosamente llevado en las manos de los sacerdotes, de estos hermanos y compañeros de ministerios de los ángeles celestiales, los cuales, con perfecta armonía, levantan su voz temblando ante ti.
También nosotros, aunque enrededados en pecados, queremos, como ellos, cantar y clamar:
Santo eres tú, ¡oh Dios mío!, que das lo santo a los santos.
Santifícanos por tus misterios celestiales a nosotros que clamamos a ti.
Santo eres tú, ¡oh Fuerte!, que con tu fuerza poderosa has descubierto el fraude del maligno y nos has deparado armas para vencerlo y vernos libres de sus intrigas.
Santo eres tú, ¡oh Inmortal!; te alabamos porque has sido crucificado por nosotros. Pues por la puerta de tu costado abierta en la cruz ha sido santificada la tierra, la cual antes estaba maldita por la transgresión que Adán hizo del mandamiento.
Alabanza sea a ti, ¡oh Señor sobre todas las cosas!

(Rábulas de Edesa, Himno eucarístico, 2).

21 comentarios:

  1. Precioso detalle del cuadro de la foto en que la Virgen con su mano izquierda cóncava recoge la Sangre que sale del costado de su Hijo.

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  2. ¡Oh Dios mío!. ¡Oh Fuerte!. ¡Oh Inmortal!.
    Maravilloso Himno para rezar, para meditar...para llegar al cielo.
    ¡Cuántos tesoros tiene la Iglesia!. Gracias don Javier por traérnoslos.
    Feliz día a todos.

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  3. Antes de "la abolición" el Tris-hagion también se cantaba en los Oficios de Viernes Santo.

    "Hagios ho Theos, hagios ischyros, hagios athanatos: eleison hymas.
    Sanctus Deus, sanctus Fortis, sanctus Inmortalis: miserere nobis."

    Y la cosa acababa con esta exclamación de alegría:


    "Crucem tuam adoramus hodie,
    et tuam resurrectionem laudamus et glorificamus.
    Ecce enim propter lignum
    venit GAUDIUM in universo mundo."


    Desde Sevilla dixit: "Quanta divitiae habet Ecclesia".

    Y yo añado: ¡y qué bien escondida tras la "abolición"!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  4. Tulkas:

    ¡¡QUE YA ESTÁ BIEN!! Rebaje el tono o no vuelva a escribir aquí.

    De abolición,nada.

    Y, para su saber, no está abolido, basta que vea el ordo de la celebración litúrgica del Viernes Santo.

    Le aconsejo dos horas de oración ante el Sagrario y se calme. A ver si el Señor lo asiste.

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  5. Ya lo sé que no hay tal abolición.

    Lo que pasa es que ha sido necesario el Summorum Pontificum para que la cuestión de si está abolido o no aflorase del todo.

    Pero la abolición jurídica o no (en este caso es un NO) no ha tenido ningún efecto frente a la abolición práctica. Y esta abolición existe, sin duda, y nos asfixia.

    La Misa ha pasado de ser lo que dispone la Iglesia a lo que evacua el asambleocentrismo litúrgico. ¿Quién lo negará??

    ¿El Sagrario? ¡Pero hombre! Si al entrar a una iglesia lo primero que te preguntas es lo de la Magdalena: "se han llevado a mi Señor y NO SÉ DÓNDE LO HAN PUESTO".

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  6. Sí, ante el Sagrario.
    Probablemente no lo encontrará Vd. en las basílicas romanas, ni en San Pedro porque está en la Capilla del Sagrario, algo para Vd. abominable ya que no domina el aula.

    Pues váyase allí, una vez que lo encuentre -¡claro!- y póngase de rodillas ante el Santísimo y rece, rece mucho. Porque por sus palabras aquí una día sí y otro también, necesita Vd. que Cristo lo sosiegue. Y hasta que no lo haga, aquí desde luego no hay lugar para Vd.

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  7. Aquí, como en todo, criterios objetivos.

    "Algo para Vd. abominable".

    Ojalá fuera tan sencillo. No es abominable la Iglesia (como el Oriente) en la que el Espiritu no ha desarrollado una forma concreta de adoracion eucaristica fuera de la Divina Liturgia, ni tampoco la Iglesia en la que el Espiritu aun no lo habia inspirado (como, por ejemplo, la era de los Padres y de los Martires de los primeros siglos, cuando se construyeron las basilicas de Roma). No es abominable el Espiritu por soplar alló donde Él (qui ex Patre proccedit, qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur, qui locutus est per prophetas, Deus, Dominus et Vivificans Spiritus) quiera.

    Lo que sí es abominable es que aquí, en el Occidnete, se haya procedido al revés y se haya expulsado a Dios de sus templos.

    Más leve me parece el crimen de los que quemaban iglesias hace 70 años. Más leve que expulsar a Dios de sus templos (terribilis locus, Domus Dei, porta coeli), y quizá con ignorancia invencible que lo hacían.

    "Ya que no domina el aula".

    Respondeo: no el aula, sino "de mar a mar hasta que falte la luna". Que domine a solis ortu usque ad occasum, in cordibus nostris, ya que le hemos impedido hacerlo en sus templos.

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  8. Tiene razón, don Javier:

    Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles,
    si no tengo amor, soy como campana que suena
    o címbalo que retiñe.
    Y aunque tuviera el don de hablar en nombre
    de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia;
    y aunque mi fe fuese tan grande como para trasladar montañas,
    si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera
    todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.1 Cor. 13, 1-3.

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  9. El amor se tiene hacia los hermanos, no hacia las estructuras. NO confundamos.

    Aquí sigo a san Pablo: "soportaos unos a otros con caridad".

    En ningún momento dice: soportad las estructuras, y menos cuando ellas, y los usos, y las degeneraciones de lo heredado, de lo que se nos ha transmitido, son responsables de la sangría de fieles.

    Menos mal que en España no hay cismáticos lefevrianos, que de haberlos tendríamos otra sangría.

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  10. Que ya va siendo hora de despertar del sueño.

    Dos cosas hemos expulsado de las iglesias:

    a.-a los pecadores

    b.-al Dulcísimo, al Creador, al Redentor, al Santificador, al Fuerte de Jacob, al León de Judá, al Testigo Fiel, Lucero de la mañana, Primogénito de entre los muertos, Verbo de Dios desde el principio, Renovador de todas las cosas, al Buen Pastor, al Maná verdadero,al Consuelo del resto de Israel, al que ha de venir a juzgar, a Aquel ante cuya presencia tiemblan las naciones todas y el Líbano no basta para leña, al que nos habló en la zarza, al que nos encontró en Mambré, al que bajó al infierno, al que sirven los ángeles, a Aquél por el que suspiraron los profetas,, al que lleva la espada en la boca y el cinturón de oro, al que habla a las Iglesias, al que nos conoce desde que nos tejíamos en el seno materno, al Rey de la gloria, al que obediente se humilló hasta muerte de Cruz, al que lloró por Jerusalén, al que redujo Jericó a ruinas, al hijo de David, al Ungido del Señor, al que ha derramado al Paráclito, al que nos ha mostrado el Rostro del Padre.

    "Menos mala fue la suerte de los que perecieron al filo de la espada, que la de aquellos que murieron de hambre; pues estos se fueron aniquilando, consumidos por la carestía de la tierra". -Cuarta Lamentación-.

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  11. ¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la Casa del Señor! Ya están pisando nuestros pies, tus umbrales Jerusalén!
    Alegrémonos, hermanos, porque hoy es primer sábado de mes y podemos ofrecerle a la Virgen un Rosario en desagravio por nuestros pecados y los del mundo entero, podemos concelebrar la Santa Misa con nuestros queridos ministros ordenados que en Ella actualizan el Santo Sacrificio de Jesucristo, su Muerte y Resurrección en los cuales hallamos nuestra Vida Eterna, llena de gozo y plenitud. Mantengamos bien alta nuestra Esperanza en el Amor Misericordioso del Señor que tanto ha hecho por nosotros y no permitamos que anide en nuestras almas el demonio de la tristeza que esteriliza el espíritu y lo reduce a la inactividad.
    Confiemos mucho en Nuestro Señor Jesús, que es el Señor de los tiempos y las eras y rindámosle alabanzas, himnos y cánticos inspirados.
    Visitemos todos a Jesús Sacramentado que por Amor a nosotros allí nos espera y ofrezcámosle nuestras vidas para que siempre se haga la Voluntad del Padre en nosotros. Sólo así hallaremos el gozo que nuestros corazones ansían.
    ¡Feliz 1er sábado de mes a todos!

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  12. Dios me libre a mí, laico, de "concelebrar" nunca Sancta Missa alguna.

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  13. También dice esto la Biblia, y es igual de verdad:

    "La casa de Israel se ha convertido en escoria: cobre y estaño, hierro y plomo son todos éstos en medio del crisol. Escoria de plata han venido a ser.
    Por lo cual, esto dice el Señor Dios: por canto todos habeis venido a ser escoria, por eso he aquí que Yo os reuniré en medio de Jerusalén, como quien junta plata, y cobre, y estaño, y hierro, y plomo en medio de la fragua, y enciende fuego debajo de ela para fundirlos. Así Yo os recogeré lleno de furor e ira, y allí os dejaré, y os derretiré. Os congreagaré, y os abrasaré con el fuego de mi furor; y en medio de él os derretiré. Como se funda la planta en medio del horno, así vosotros lo seréis en meido de Jerusalén; y conoceréis que Yo soy el Señor cuando habré derramado sobre vosotros la indigación mía. Dile a Jerusalén: tú eres una tierra inmunda."

    Evidentemente estas palabras, que sí se pueden aplicar a la Jerusalén de la época y a la Sinagona actual, sólo son aplicables a la Esposa de Cristo en cuanto humana, no en cuanto UNIDA A CRISTO de forma indisoluble por voluntad del Señor mismo.

    Pero aquí, no nos engañemos, no perdemos nosotros. Ninguno de nosotros va a dejar de ir a misa Novus Ordo y con el Sagrario escondido ni el Sacramento va a dejar de ser eficaz aunque el cura sea pederasta.

    Aquí los que pierden son los que están en el atrio de los gentiles, porque para ellos somos escándalo.

    Kyrie eleison.

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  14. Sí, pero dice también:

    "Quien quebrante una sola iota de la Ley será el más pequeño en el Reino de los cielos".

    La iota es la más pequeña de las letras del alfabeto griego.

    De todas formas yo NUNCA hablo de tradición entendida en sentido folclórico, como tampoco de inmovilismo.

    Sino, simple y llanamente, de que se ha expulsado al Señor de su Templo. Punto.

    Y mi conciencia católica me obliga a decirlo y no a callarme. Igualmente me obliga a decir que la Iglesia ha ocultado sus riquezas a los sencillos, y ha renegado de sí misma para inclinarse ante el mundo.

    Y lo digo aquí porque yo nada puedo hacer. Don Javier, que es cura, a lo mejor puede hacer algo.

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  15. Tulkas, debe darse cuenta que no es el lugar para sus reivindicaciones ni las formas que utiliza, son las adecuadas.

    Aquí venimos a dar gracias a Dios por habernos dado todo lo que tenemos y para aprender en comunidad todo aquello que nos acerque más a Dios. Este es un espacio positivo de alabanza, fraternidad y comunión.

    Le rogaría que intentara dejar sus rechazos, perplejidades y desavenencias fuera y que se esforzara por contagiarse del Espíritu de Dios.

    Lugares hay para que suelte toda su indignación como usted desee hacerlo. Al menos permítanos a nosotros disfrutar de la Gracia de Dios.

    Un abrazo fraterno :)

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  16. Gracias, Tulkas, por considerarme escoria, porque eso soy, pero mi Señor Jesús me amó y se entregó también por mí. ¡Toda la Gloria a Él por los siglos eternos!
    Él sí que tuvo compasión de esta pecadora y supo llamar a mi puerta impulsado por su Misericordioso Amor. ¡Gloria a Él por todos los siglos!
    Y cuando hablo de concelebrar me refiero al sacerdorcio común de los fieles. Somos un pueblo de sacerdotes y la Santa Misa la celebramos ( que no escuchamos sólamente ) con el sacerdote para ofrecerle al Padre la Víctima Santa e Inmaculada y ofrecernos con, en y por Él en expiación de nuestros pecados y los pecados del mundo entero y para que también en nosotros se haga Su Santa Voluntad.
    Amén.

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  17. Felicitas:

    De escoria nada.

    Cualquiera puede entender el sentido que le dio Vd. a "concelebrar", como plebs sancta, ofreciendo por manos del sacerdote.

    Tulkas: SE ACABÓ.

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  18. El demonio hasta con el rabo araña.

    Pater Noster, qui es in caelis,
    sanctificétur nomen Tuum,
    adveniat Regnum Tuum,
    fiat volúntas tua,
    sicut in caelo et in terra.
    Panem nostrum cotidiánum
    da nobis hódie,
    et dimitte nobis débita nostra,
    sicut et nos dimittímus
    debitóribus nostris;
    et ne nos indúcas in tentationem,
    sed libera nos a malo. Amén

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