jueves, 4 de septiembre de 2014

La oración sobre las ofrendas - I

Una de las oraciones sobre la Misa, que a lo mejor pasa desapercibida, es la oración sobre las ofrendas. De ella bien podemos entresacar teología, espiritualidad... y un poco de liturgia, de lógica litúrgica, es decir, de sentido común sobre las ofrendas, su valor y alcance.





1. Descripción


            Es una característica del rito romano que en cada Misa se recen (o se canten) tres oraciones menores: la oración colecta, la oración sobre las ofrendas y la oración después de la comunión. Cada una de ellas, breve, concisa en su estilo orante, cierra un rito con una procesión incluida. La oración colecta concluye los ritos iniciales con la procesión de entrada; la oración sobre las ofrendas cierra el rito de preparación de los dones con la procesión de ofrendas y, por último, la oración final concluye el rito de comunión con la procesión de los comulgantes hasta el altar.

            Las tres oraciones, aun en la concisión y brevedad, sin frases largas ni muy adjetivadas, ilustran el momento de la Misa en que se rezan, y son, como todo texto litúrgico, un manantial de piedad, de espiritualidad y también de teología. Cuando los fieles las oyen recitar con sentido y unción, sin apresuramiento, les parecen hermosas y comprensibles; más aún cuando se acostumbra a todos a meditar personalmente con los textos de la liturgia y no exclusivamente con “el Evangelio del día”.

            Acudiendo a la Introducción General del Misal Romano hallamos la descripción y realce de estas tres oraciones:


            “Estas oraciones las dirige a Dios el sacerdote que preside la asamblea actuando en la persona de Cristo, en nombre de todo el pueblo santo y de todos los circunstantes. Con razón, pues, se denominan ‘oraciones presidenciales’” (IGMR 30).



            Su carácter de verdadera oración, de plegaria auténtica, requiere que se pronuncien bien, dándole sentido, y que todos puedan oírlas bien, sin que la música ni ningún otro elemento apaguen la voz del sacerdote dificultando la oración de todos:


            “La naturaleza de las intervenciones ‘presidenciales’ exige que se pronuncien claramente y en voz alta, y que todos las escuchen atentamente. Por consiguiente, mientras interviene el sacerdote, no se cante ni se rece otra cosa, y estén igualmente en silencio el órgano y cualquier otro instrumento musical” (IGMR 32).


            La oración sobre las ofrendas, normalmente muy breve, cierra todo el proceso de preparación de los dones eucarísticos:

·         Procesión de ofrendas y canto
·         Presentación de los dones por el sacerdote en el altar
·         Oración secreta del sacerdote
·         Incensación
·         Lavabo de manos del sacerdote
·         Invitación a la oración
·         Oración sobre las ofrendas

            Es decir, de nuevo la secuencia es procesión – ritos – oración, como suele ser la estructura clara, diáfana, del rito romano.

            Sobre esta oración, la IGMR explica lo siguiente:


            “Terminada la colocación de las ofrendas y los ritos que la acompañan, se concluye la preparación de los dones con la invitación a orar juntamente con el sacerdote, y con la oración sobre las ofrendas, y así todo queda preparado para la Plegaria eucarística… Uniéndose a la oración, el pueblo hace suya la plegaria mediante la aclamación Amén” (IGMR 77).

4 comentarios:

  1. Reconozco que, si el blog no hubiera ido relacionando las oraciones colecta, sobre las ofrendas y después de la comunión, aún sabiendo que el sacerdote reza tres oraciones en esos momentos de la Santa Misa por participar en ella todos los días, no me hubiera percatado de su importancia.

    Señor, tú me llamaste para ser instrumento de tu gracia, para anunciar la buena nueva, para sanar las almas (del himno de Laudes).

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  2. Le había puesto un poco de mas cuidado a la oración Colecta, entonces ahora le pondré mucho mas atención a las otras dos. Sin embargo en ciertas ocasiones he tomado alguna de estas oraciones como mensaje de estado en mi móvil o perfil de FB. Tarea pendiente.

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  3. Julia María y María Auxiliadora:

    Es para que adquirir una "mente litúrgica", una espiritualidad litúrgica, lo primero es interiorizar, meditar, considerar, los mismos textos que la liturgia reza. Poseen valores teológicos (lex orandi-lex credendi), espirituales, pastorales, etc...

    No me canso de trabajar sobre los textos mismos de la liturgia, y no me canso de intentar -también por tanto en el blog- de inculcar ese método como camino espiritual, proque la liturgia es la mejor escuela de vida espiritual.

    Este es el primer artículo de una larga serie sobre las oraciones sobre las ofrendas, que deseo sea útil.

    Saludos.

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  4. Añado algo más.

    Esta serie de artículos, como otros, por ejemplo, los de "la participación en la liturgia", son las colaboraciones mensuales que ofrezco a los boletines de la Adoración Nocturna masculina (ANE) y Adoración Nocturna femenina (ANFE) de mi diócesis de Córdoba. Lo que escribo para los boletines, lo subo al blog.

    Creo en la necesidad de esta formación litúrgica para vivir bien la liturgia de la Iglesia.

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