lunes, 23 de julio de 2012

El apostolado entraña dificultades


La persona humana es muy compleja. El psiquismo humano es muy complicado: se defiende, rechaza, acepta, juzga. "El corazón del hombre, ¿quién lo entenderá?" (Jer 17,9) Entra en conflicto el consciente, el inconsciente, los deseos y pulsiones con los movimientos de la razón y de la voluntad; el ser con todo lo que de no-ser se alberga aún en el hombre; el mal que se hace y no se quiere y el bien que se querría haber hecho.

    A esta persona, a este hombre, es al que hay que servir, evangelizar y amar. Confiados en las personas, la misión fracasa, porque el pecado se introduce en el corazón humano, se rompen fidelidades y afectos y el que confió en el que ahora le rechaza ¿en quién se refugiará? Al tratar con personas se constata cuán difícil es anunciarle la salvación de Jesucristo para que escuchando crea, creyendo espere y esperando ame. De la naturaleza humana, tan compleja, nace el rechazo, la crítica, la cerrazón, y el apóstol, hombre él también, tendrá que resituarse, aceptar el principio de realidad, amando y sirviendo a los otros tal como son pero, a la vez, quitando de su corazón todo aquello que obstaculiza la misión a la que ha sido llamado: el sentimiento de impotencia, la ansiedad compulsiva, el miedo al fracaso o al rechazo, la falsa humildad (fruto del egoísmo).

    El apóstol, al evangelizar, se va autoevangelizando, y sino, ¡pobre de él! Crece con las dificultades y el corazón se purifica en una más plena y perfecta oboedientia fidei donde se sigue el mandato del Señor y no los propios deseos del corazón. En la fe, ciega y oscura, se evangeliza. Un par de sandalias, sin el caballo de nuestros ídolos; sin bastón, con el único cayado de un corazón creyente anclado en Jesucristo y marchando tras sus huellas (cf. 1Pe 2,21), por los mismos caminos que Él recorrió.

    El apostolado nunca es un juego ni algo sobreañadido que se pueda tomar o dejar a libre arbitrio sino que forma parte connatural del ser discípulo. Por eso las dificultades, de todos los órdenes, irán apareciendo. Muchas de ellas aflorarán como consecuencia de la fragilidad del propio psiquismo humano y de la debilidad del propio corazón; otras serán trampas que el Maligno nos pone para engañarnos y apartarnos así de nuestra vocación y misión; otras, finalmente, vendrán de fuera, de los otros. Mas, como todo sirve para el bien de aquellos a quienes Dios ama, todas estas dificultades del apostolado nos son útiles para un contínuo crecimiento en el ser apostólico. Constantemente hay que purificar los afectos, y corregir todas aquellas inclinaciones desviadas del propio corazón que nos apartan de la verdadera libertad del cristiano para hacernos esclavos de nuestra imaginación o de nuestros deseos. Servirán las dificultades para resituarnos constantemente en los específico de nuestra vocación, el envío, y unirnos cada vez más, por la oración y la gracia, a Aquél que nos envía y que nos llamó porque quiso para estar con Él (cf. Mc 3,13).

    Sólo cuando se tiene el corazón firmemente enraizado en la comunión vital, existencial, orante, con Jesucristo, se es Apóstol. Si se tomase el apostolado como un juego, un entretenimiento, algo pasajero que se puede tomar y dejar cuando nos conviene, y que en cuanto pide más tiempo o exigencia en nuestra vida rechazamos, estaríamos muy lejos de haber entendido el sentido misional y apostólico de nuestro Bautismo.

    Y es que el apostolado sólo puede ser cruz, pero cruz gloriosa, donde morimos y resucitamos con Cristo fecundando nuestra vida entregada el apostolado emprendido. La Cruz gloriosa es el sitio donde encontramos la vida y donde la vida queda iluminada, adquiere nuevo sentido y plenitud. Sin miedo a ella, afianzados en ella, porque ahí encontramos la Vida, sin rehusarla, sin rebelarnos contra ella. La cruz que el Señor nos regala para que vivamos en el Amor de Cristo, desnudo, sin nada, sólo crucificados con Cristo. Ahí, las dificultades del apostolado, nos dan vida.


¿No sintió Cristo estas dificultades?
¿Acaso para los apóstoles todo fue un camino de rosas?
Y los santos, ¿no leemos las dificultades y cruces que asumieron?

Pero, con Cristo, ¡podemos con todo!

13 comentarios:

  1. Le pedía a Dios catequesis para recibirla yo , me veía necesitada de ello y me encontré con catequesis prematrimonial - con mi marido y otros dos matrimonios que no conocíamos- y el pecado metido en el corazón,primero la vanidad ( cuando realmente me imagino que nuestro párroco no tenía a quién recurrir ), después el orgullo : miedo a hacer el ridículo, a ser juzgado, al fracaso , sentimiento de carga insufrible, de impotencia..... Y es verdad que sirve para nuestro crecimiento, con la ayuda de Dios te vas resituando,vas aprendiendo a estar alerta corrigiendo las inclinaciones que no son puras, a ponerte en todo momento en manos de Dios y confiar en la ayuda que siempre te da si te dejas llevar por Él , y a procurar no entorpecer sus planes . Y darle gracias por que en definitiva , aunque no lo parecía en principio, es una auténtica catequesis unido a haber encontrado CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESUS. Siempre nos da mas de lo que Le pedimos.

    Un abrazo

    María M.

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    1. Querida María M.:

      Dios siempre, de una forma u otra, incluso después de mucho tiempo, nos pone los recursos y medios por delante.

      Le agradezco infinitamente sus palabras, y como siempre le digo, es vd. única en levantar la autoestima. Gracias por sus palabras sobre el blog. Y es que, de verdad (de corazón) pretende ser un lugar de formación seria de católicos firmes.

      Un abrazo.

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  2. Para mi el discernimiento del camino es complicado. Creo que necesitaría un director espiritual. Lo he intentado varias veces, con los fracasos correspondientes. Solo rezo y rezo para no apartarme ni un solo instante de CRISTO.
    Me hace bien leer sus artículos, muchas gracias, Padre. DIOS le bendiga.
    Abrazos.
    Antonio

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    1. Antonio:

      El discernimiento suele requerir un director espiritual, o alguien versado en las cosas y actuaciones de Dios, que una e interprete los signos que Dios pone en nuestras vidas.

      Los artículos -mejor, las catequesis de este blog- siempre serán una ayuda no solo formativa, sino en vistas al discernimiento, porque para discernir, las cabezas deben estar bien amuebladas, con ideas claras y sólidas.

      Un abrazo

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    2. Padre, ante la imposibilidad de cambiar mi cabeza por otra, seguiré rezando, seguiré leyendo su catequesis y trataré de conseguir a alguien que me dirija espiritualmente. Siento interiormente esa necesidad cada vez más intensamente.
      Con todo, después de esto, solo me queda encomendarme a DIOS y ponerme en sus manos.
      Abrazos.
      Antonio

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  3. Cierto que el psiquismo humano es muy complicado, pero también es cierto que cuando el bueno de Jeremías dijo: "El corazón del hombre, ¿quién lo entenderá?" no existían estudios sobre la psique humana, sobre la vinculación entre el pensamiento- comportamiento y los deseos, miedos e ignorancia a los que pueden acudir también los no católicos sensatos. Sin estudios de psicología, los católicos lo encontramos en místicos como san Juan de la Cruz ¿Han observado que los personajes públicos nunca se arrepienten de nada?

    Como dice la entrada, el apostolado es difícil porque primero hay que lavar el propio corazón con la lejía de lavandero del profeta Malaquías, que no es otra que Jesús porque no es nuestro reino sino el Reino de su Padre, a fin de no emular a la madrastra de Blancanieves: Espejito, espejito mágico ¿quién es la más hermosa? Y debemos cuidar que no se nos pegue el polvo a nuestras sandalias (“Sacudid el polvo de vuestras sandalias”), no sea que, evangelizando, seamos nosotros los mal evangelizados. La autoevangelización es clarísima cuando evangelizas a tus hijos porque pones en ella todo el corazón.

    Lucas y Mateo nos dicen: ved que os envío como ovejas entre lobos; sed prudentes; no pueden matar el alma; seréis odiados; si me han rechazado, también os rechazarán a vosotros... El otro día algún amigo me recordaba muy acertadamente que en occidente los católicos estamos en tiempos de martirio de palma blanca y no roja, y que eso duele, molesta, aburre, agota, aunque los dientes de las fieras salvajes y de las balas sean más expeditivos.

    Cuando mi oración dice ¿no puedes ponérmelo más fácil? “veo” su sonrisa al mostrar sus heridas y contestarme ¿tú qué crees? Pero bueno, tengo que reconocer que a mí me “dotó” de algunos “genes guerreros” vía abuela materna, je, je.

    ¡Qué Dios les bendiga!

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    1. Jamás dudaría de sus genes guerreros, señora letrada, y temo por los pobres jueces y fiscales cuando vd. se levante y haciendo uso de la palabra, exponga sus argumentos. Jeje. ¡Lo que daría por verla en plena faena!!!

      No, no nos lo pone fácil, y es verdad: muestra sus llagas y nos habla con esa inmensa ternura que vos describís.

      Pero discrepo (matizo): cuando hablaba del psiquismo no me refería en modo alguno a conocimientos psicológicos o exámenes psiquiátricos, sino al hecho de la mente humana, tan compleja.

      Y segundo: el polvo de los pies no es -en la mente del Evangelio- por desprendimiento de todo para empezar de nuevo, sino como repulsa allí donde uno no ha sido bien acogido cuando ha entregado su vida por el Evangelio predicando.

      Sin que obste nada en contra.

      ¡Se levanta la sesión por hoy!

      (abrazos en el Señor a vd. y su colmena)

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  4. Pues me he visto descrita en muchas de sus líneas de esta entrada. Apostolados que le cambian los planes a Dios, apostolados que a través del miedo y con amenazas de condenación, pues no me parece. Así lo he sentido yo, y reflexionaba si en alguna oportunidad me había dirigido a otros de esta manera. Tal vez veo un cambio en mi concepto de Dios; del Dios juez al Dios Padre Amoroso. Lástima que como Antonio Sebastián el Director Espiritual brilla por su ausencia. Abrazos a todos.

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    1. Todos, amiga mía, nos habremos visto reflejados en esta catequesis, de una manera u otra. A partir de ahí... pulir y crecer, aprender y recordar, entregarnos al Señor.

      Un gran abrazo!!!!!!

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  5. Por cierto:

    RECUERDO A TODOS:

    Si tenéis cuenta en Google +, dadle a "Me gusta". Si no tenéis cuenta, al menos, señalar con el ratón en una de las opciones para valorar la catequesis ("bien", "mejorable", "me gusta y no comento", etc.) y así, aun cuando no dejéis comentarios, vuestra opinión se refleja de alguna manera.

    Gracias.

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  6. Buenas noches a don Javier y compañía.
    Quiero decirle que no haga caso del voto que pone: largo. Lo he pulsado por error, queriendo darle al Bien.

    Son muy pocos los días del año en que no leo sus catequesis pero, el pulsar en las reacciones, reconozco que con frecuencia se me olvida y otras veces le leo en el móvil y allí no sé como se hace.

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  7. Aprendiz2:

    No se preocupe por el fallo tecnico; si quiere puede volver a pulsarlo y se quita.

    En la version movil no salen estas "reacciones".

    Un abrazo

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  8. La tecnología no es lo mío don Javier. Lo he vuelto a pulsar, obedientemente, y en lugar de quitarse, ya hay dos votos como "largo" así que, si puede, será mejor que lo quite Vd. (:-)

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