viernes, 6 de julio de 2012

Brilla el misterio de la Cruz (XIV)

"El mismo Nacimiento del Señor sirvió al Misterio de la Pasión;
el Hijo de Dios no tuvo otro motivo para nacer
que el de poder ser clavado en la Cruz.

En el seno de la Virgen asumió carne mortal;
en la carne mortal se cumplió el plan redentor de la Pasión
y, gracias al plan inefable de la misericordia de Dios,
se hizo que el sacrificio de la redención
fuera para nosotros destrucción del pecado
y comienzo de resurrección para la vida eterna"

(S. León Magno, Serm. 48,1).

7 comentarios:

  1. Tengo un especial cariño a san León Magno ya que he estado integrada durante 19 años en una parroquia de la que es titular. Bellísimos los párrafos del sermón 48 a los que sólo puedo responder con palabras del mismo santo: “Reconoce cristiano tu dignidad"

    ¡Qué Dios les bendiga!

    ResponderEliminar
  2. Bendita Cruz que redimió mis pecados,
    me trajo la resurrección.
    ¡Muchas gracias Don Javier!
    Saludos.Dios les bendiga.

    ResponderEliminar
  3. El Misterio de la Cruz es inmenso. Tiene tal profundidad que a veces da miedo asomarse al borde el mismo. Pero ese Misterio no es algo ajeno a nosotros, sino que nos engloba y nos da sentido. La redención pasa por la Cruz y nuestra salvación por negarnos a nosotros mismo y cargar la cruz personal.

    Que Dios le bendiga D. Javier... les tengo a todos en mis oraciones. :)

    ResponderEliminar
  4. La cruz, que Misterio a veces tan al alcance y otras...
    Doy gracias a Dios por darme la mia y por enseñarme en Jesucristo a asirme a ella y a no rechazarla. Pero cuanto duele, cuanto, si no sintiera sus heridas, me refiero a las que mis pecados provocaron en la pasión y el cuerpo de Cristo, no podria, no podria sujetar la mia ni un segundo. Es un gran Misterio, sí, una lucha constante.
    Hoy me alegro de esta entrada que me da mucho animo, gracias.
    Aprovecho para saludar a tod@s últimamente el tiempo no me permite comentar tanto como antes.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Vino a derramar AMOR y no a ser clavado en la Cruz, derrocho amor a todos, enseño a amar y demostro el mayor amor dando su vida por nuestros pecados y por su AMOR. No entendais que este comentario es en contra de las palabras de S. Leon, pero cada tiempo tiene su momento y si en el de San Leon era importante resaltar el temor y la muerte en la Cruz, en estos creo que es necesario AMOR sincero y de VERDAD

    ResponderEliminar
  6. Pues yo veo en el fragmento que nos trae don Javier un kerigma que hay que recordar siempre y muy especialmente en estos tiempos en que, como dice el P. Cantalamessa, son muchos los católicos a los que no se les ha hecho este anuncio fundamental que es el núcleo de nuestra fe:


    ... gracias al plan inefable de la misericordia de Dios,
    se hizo que el sacrificio de la redención
    fuera para nosotros destrucción del pecado
    y comienzo de resurrección para la vida eterna"

    También he pensado muchas veces que Dios, al enviar a su Hijo al mundo, tuvo que hacerlo en esa época histórica en que existía la crucifixión como terrible método de ejecución y tortura, porque es la que más gráficamente muestra el amor de Dios: de brazos abiertos y atados, dejando bien patente que, como dice tantas veces la Escritura, su amor es eterno.

    ResponderEliminar
  7. Quería haber añadido en el comentario anterior, de brazos abiertos y atados y con el corazón abierto por la lanza...

    Creo que si tuviéramos ojos, bastaría mirar al Crucificado para tener fe, para creer que:

    Como se alza el cielo sobre la tierra,
    así de inmenso es su amor para los que le temen (Sal 103)

    ResponderEliminar