lunes, 12 de mayo de 2025

De rodillas (Ritos y gestos - XIX) y 2ª parte



Recibir una gracia


            Los dones de Dios y su bendición se reciben de rodillas. La transmisión de la gracia mediante las grandes plegarias se recibe de rodillas. Somos pequeños ante el gran Don que Dios nos da.



            Así, en el sacramento del Matrimonio, la solemne plegaria de bendición nupcial es pronunciada sobre los esposos con imposición de manos estando éstos de rodillas (RM 81).

            En el sacramento del Orden, el ordenado recibe la imposición de manos del obispo estando arrodillado ante él (CE 509; 531; 582). Después, durante la plegaria de Ordenación, también permanecerá de rodillas (CE 510; 533).

            En los ritos de la profesión religiosa, el nuevo profeso emite la fórmula de profesión normalmente de rodillas delante del celebrante o del superior. Arrodillado después, recibirá la plegaria de bendición sobre el nuevo profeso (CE 762).


            También en la consagración de vírgenes, éstas emitirán su voto de rodillas y el Obispo luego rezará la solemne plegaria de consagración estando las vírgenes de rodillas (CE 733).

            Así, de rodillas, reciben la plegaria de bendición los nuevos lectores y los nuevos acólitos al ser instituidos en este ministerio estable (CE 800; 815).

            Tradicionalmente –aunque ninguna rúbrica lo indique ahora de forma expresa- aquellos que son crismados en la Confirmación recibían este Sacramento de rodillas. Se sobreentiende que se arrodillarán puesto que se prescribe que el obispo se sienta para crismar (CE 465) y sólo podrá crismar sentado si el confirmando se arrodilla delante de él.



            De rodillas, ante el Obispo, se reciben las entregas en los distintos ritos litúrgicos.



            Los dones de Dios se acogen y se reciben humildemente: de rodillas ante el Misterio de su elección y de su gracia.





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