A lo largo del año litúrgico, hay
algunas celebraciones que poseen sus ritos peculiares, únicos en ese día.
También ellos conforman el entramado variado de la liturgia.
-La Calenda en la mañana del 24 de
diciembre. Cada día, según una antigua tradición, en el Cabildo Catedral y en
los Monasterios, se hace la lectura del Martirologio. Al terminar Laudes –o al
final de una Hora menor- se hace el anuncio de los santos y mártires que se
celebrarán al día siguiente.
La mañana del 24 de diciembre tiene
lugar el canto de “la Calenda”, el anuncio de que al día siguiente, 25 de
diciembre, se celebrará la santa Natividad del Señor. Este anuncio, la Calenda,
reviste tal solemnidad, que incluso se canta, y el Martirologio trae la
musicalización correspondiente.