domingo, 11 de diciembre de 2011

Convirtámonos porque está cerca

Durante los domingos II y III de Adviento, Juan el Bautista abre caminos a Cristo, el Mesías prometido, esperado, aguardado, pero lejos de ser una predicación dulzona y sensible, o una predicación revolucionaria llamando al "compromiso" y al cambio de estructuras sociales, es una predicación dura y exigente llamando a la conversión personal que, además, se concreta en gestos pequeños y cotidianos y no en discursos.


La preparación de la Venida del Señor no nos deja cómodamente instalados, sino más bien desinstalados, saliendo al desierto de donde ha de venir el Salvador; rompe las ataduras que nos retienen para estar libres y dispuestos a seguir al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. La conversión es un ingrediente del Adviento.

En nuestras iglesias resuena la voz del Bautista llamando a la conversión. El camino del Señor debe estar bien preparado para que Él pueda transitar y no tropezar con nuestros pecados. Es momento oportuno para abajar los montes de nuestro orgullo y levantar los valles de nuestros desánimos y cobardías, como reza una petición de las Laudes en este tiempo.

La figura de Juan el Bautista enlaza el Antiguo con el Nuevo Testamento, lo anunciado con la inminencia de su cumplimiento. El grita a quien quiera escuchar, que ya está aquí el Deseado de las naciones, el Príncipe de la Paz cuyo reinado será eterno.

Así pide la paz para los fieles la oratio ad pacem del domingo I de Adviento en nuestro rito hispano-mozárabe:

Señor, Dios omnipotente,
tú, para redimir al género humano
quisiste enviamos a tu Hijo,
igual a ti en la esencia y la eternidad,
el cual, anunciado por el ángel,
se hizo hombre en el seno de la Virgen María;
antes de la llegada de este mismo Hijo tuyo,
te dignaste destinar a Juan como precursor,
para que, por la predicación de la verdad en el desierto,
el pueblo, arrepentido de sus antiguos pecados,
obtuviese el perdón,
y así el mundo fuese digno de alcanzar
la plenitud de la gracia por medio del nuevo hombre de Dios
portador de la buena noticia del reino de la divina Trinidad.
En este tiempo en que esperamos la venida de tu Unigénito
concédenos el mismo don de la paz,
que te dignaste conceder en los tiempos pasados.
En el encuentro que esperamos, dígnate asociarnos
para recibir el premio, a aquellos que,
en los comienzos de la fe,
fueron lavados por Juan en el Jordán,
con las aguas de penitencia
y después bautizados por tu Hijo en el Espíritu Santo y el fuego.
R/. Amén.
Concédelo, oh Dios,
por el autor de la paz y del amor, nuestro Señor Jesucristo,
con el cual eres una sola e igual esencia
en la unidad del Espíritu Santo que reina,
Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
La figura de Juan el Bautista es el anuncio de los tiempos mesiánicos que ya están empezado a brotar:

Es justo y necesario darte siempre gracias,
Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno,
por Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro;
a quien Juan, amigo fiel, precedió naciendo,
precedió predicando en el desierto,
precedió bautizando;
al preparar el camino del juez y del redentor,
convocó a los pecadores a la penitencia,
y, a fin de ganar un pueblo para el Salvador,
bautizó en el Jordán
a los que confesaban sus propios pecados.
Él no confería a los hombres
la gracia de una total renovación,
sino que les animaba a esperar
la presencia del piadosísimo Salvador.
No perdonaba por si mismo los pecados de los que acudían a él,
sino que prometía para más adelante
la remisión de las culpas a los que creyesen;
así, quienes se sumergían en las aguas de la penitencia
debían esperar el remedio del perdón de aquél que había de venir,
y llegaría lleno del don de la gracia y de la verdad.

Cristo, pues, fue bautizado por Juan,
con agua visible y Espíritu invisible.
Todos eran guiados por la obediencia a la misericordia,
por el hijo de la estéril al Hijo de la Virgen,
por Juan, hombre grande, a Cristo, hombre Dios (Illatio, domingo I Adv., rito hispano-mozárabe).

8 comentarios:

  1. Buenos días, el título es ya en sí mismo una catequesis, la alegria de su llegada atempera el esfuerzo de la conversión. Hoy he aprendido que la Illatio del rito hispano- mozárabe es nuestro Prefacio del rito latino. Es bellísima, produce alegría, es una oración suave y dulce.

    Feliz y santo domingo

    ¡Que Dios les bendiga!

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  2. El grita a quien quiera escuchar, que ya está aquí el Deseado de las naciones, el Príncipe de la Paz...

    Concédelo, oh Dios,
    por el autor de la paz y del amor, nuestro Señor Jesucristo...

    Aunque no sea el tema de la catequesis de hoy, estas frases me recuerdan esa de Isaías 53:
    "El soportó el castigo que nos trae la paz"

    No sé qué dirá la teología, los Santos Padres, o qué opinará don Javier, pero para mí, cuando se habla de Paz en la Escritura, se refiere a esa paz de la que habla Isaías y no otra.

    Jesús es el autor de la paz y el Príncipe de la Paz porque El soportó el castigo que nos trae la paz.

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  3. Solo hay que pedirle para que Él nos oiga. Lo acunaremos en nuestro corazón con todo amor.

    Ven, Señor Jesús.

    Feliz domingo a todos.

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  4. Aprendiz 2:

    La paz que habla Isaías y la paz del evangelio en Jn 16. Pero sí, por ahí van los tiros.

    A TODOS LOS MIEMBROS DEL BLOG:

    Dos cosas:

    1) de mi email están saliendo correos rarísimos de spam. Una amiga me ha dicho que "No son virus propiamete, son robadores de emails. Saludos!!"

    Si alguien recibe alguno desde mi cuenta, que sepa que no soy responsable. He cambiado la contraseña a ver si así salvamos la situación.


    2) Quiero recordar que mantenemos un compromiso de oración: orar unos por otros, todos los días, los que formamos parte del blog como comunidad católica.

    Humildemente tengo dos intenciones muy importantes para mí y durante unos meses necesito, por favor, que roguéis machaconamente al Señor.

    pax!!!

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  5. Gracias don Javier por su respuesta. Yo tenía esa idea rondándome hace tiempo pero como no sé teologia ni nada de eso... Tal vez usted la pueda desarrollar mejor alguna vez en algún post.

    Es bueno recordar de vez en cuando el compromiso del blog. Por mi parte, lo tendré aún más presente esta Navidad.

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  6. Buenas tardes don Javier. He de profundizar en mi conversión con un buen examen general de conciencia en Navidad . ¿Me estoy preparando año tras año para el encuentro más cercano a cada paso en la venida cierta del Señor? Firmes en nuestro compromiso de oración. Sobre los correos no se apure porque detectamos pronto que se han generado por otros externos, típico correo "sin asunto" ó con "RV:" que no responde a ninguna lógica. Un abrazo.

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  7. Aprendiz 2:

    El compromiso de oración entre nosotros es fundamental; así este sitio no es una página más en la que leemos y curioseamos, sino una comunidad católica.

    Insisto: durante varios meses tengo 2 intenciones que hay que sacar adelante con la oración de todos.


    NIP:

    Es que con esos correos, una persona se pensó y se escandalizó como si yo los mandara queriendo. No me gusta que nadie se escandalice ni quiero enredos.

    pax!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  8. Oración, con compromiso, insistente, así será Padre Javier por usted y todos los miembros de la comunidad.
    Yo he recibido esos correos, pero claramente detectable como spam.
    Mi comunión de hoy se la ofreceré al Señor por sus intenciones.

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