miércoles, 2 de noviembre de 2011

Y por las almas del purgatorio

Ayer veíamos en la catequesis que la santidad es imprimir a Cristo en cada uno, dejando una imagen perfecta, nítida, con colores ajustados, y no velada, torcida, borrosa.

Pero hoy, con solidaridad eclesial, es decir, movidos por la caridad sobrenatural en la Comunión de los santos, oramos y ofrecemos sufragios en la Santa Misa por los fieles difuntos. ¿Por quienes? Por los que no son santos.


Aquí, las expresiones populares se prestan a confusión. En la solemnidad de Todos los Santos se cree que se recuerda también a todos los familiares difuntos porque a todos directamente 'los hemos canonizado'; a todos los difuntos, con suma facilidad, decimos que 'ya están con Dios', de modo directo e inmediato. Se nos olvida, en la escatología, la etapa de purificación o purgatorio donde están aquellos hermanos nuestros que no han imprimido bien a Cristo en sus almas, como si una foto estuviera borrosa, y es el Amor -el Espíritu Santo- el que termina la tarea de imprimir bien en ellos a Cristo.

Canonizamos con demasiada facilidad, como si todos en la muerte estuvieran preparados, dispuestos y llenos de la caridad sobrenatural para gozar de Dios. Hemos olvidado las verdades de la fe. En los entierros, al celebrar los ritos exequiales, no celebramos al difunto como si ya junto a Dios intercediera por nosotros, sino que somos nosotros los que intercedemos y suplicamos por el perdón de sus pecados, ahora que ha vivido la Pascua del Señor en su carne mortal.

Ayer, así pues, recordabamos a los santos, a los que gozan plenamente de la visión de Dios, de la compañía de la Trinidad; pero hoy recordamos y oramos por las almas del purgatorio, por los fieles que aún no están plenamente preparados y han de purificarse del pecado y de sus consecuencias.

Es sencillo; baste recordar la enseñanza del Catecismo:

1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

1031 La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador.

También os aconsejo que releamos las palabras del papa Benedicto XVI en la Spe Salvi, pinchando aquí. De esta manera hoy aprovecharemos para recordar la escatología, lo último, las verdades eternas y para orar por las almas del purgatorio.

9 comentarios:

  1. Es cierto que canonizamos con demasiada facilidad. A lo mejor este hecho parte de interpretar que la "canonización" es potestativa de la Iglesia y se ignora que no se canoniza a quien se quiere sinó a quien demuestra estar la gloria de Dios. :-)

    Que Dios le bendiga y a todos los lectores. Unidos en oración

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  2. En este día de los difuntos, quizás también sea bueno recordar a todos los nuestros, o sea a todos los de nuestro blog-comunidad. ¡Aunque muchos ni siquiera llegaran a saber lo que es internet, o un ordenador!

    He entrado en el directorio Catolyblogs que nos dejó ayer Angelo y he visto que hay un blogger que también se llama Aprendiz, así que, desde ahora seré Aprendiz 2 (yo no tengo ningún blog)

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  3. Mi párroco nos sugería ayer rezar por todos nuestros antepasados hasta Adán y me pareció una sugerencia muy interesante. Hace unos días me costó trabajo y muchas bromas tranquilizar a una amiga cuyo esposo había fallecido porque nuestro párroco no le iba a dedicar un panegírico (nunca lo hace) pero ante su pregunta ¿y por qué otros sacerdotes sí lo hacen? no pude responderla.

    Orando por todos nuestros difuntos.

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  4. Buenas tardes don Javier. Ofreceré la Misa por las almas del purgatorio.Un abrazo.

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  5. Muere alguien y dicen o decimos, ya está con Dios.La culpa se perdona con la confesión . Pero queda la pena que tenemos que purificar.
    Por eso tenemos que tener caridad con nuestros
    hermanos del purgatorio. Rezad, tenedlos presentes.
    Ofreced a Dios los pequeños o grandes sacrificios que se presentan a lo largo del día, para expiad nuestros pecados y los pecados de los demás.Para cuando muramos, inmediatamente veamos a Dios cara a cara.
    ¡Dios les bendiga.

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  6. Miserere:

    Ese es el quid de cuestión. Pero fruto del "buenismo" reinante, a todos damos por hecho que 'ya están con Dios', es decir, son santos. ¡Menudo despiste!

    Aprendiz 2:

    Pues aquí siempre será "Aprendiz" a secas sin mayor problema, porque para eso es "nuestro" en el blog, "nuestro aprendiz".

    Yo hoy he pedido por todas las almas del purgatorio, por algunos difuntos muy concretos, por aquellos a los que he presidido sus exequias en los años de ministerio... y por los vivos. Pero confieso que no he pedido de manera especial por nuestros difuntos, los del blog. Espero que el Señor supla lo que yo no he hecho.

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  7. Julia María:

    Me quedo tranquilo. Nunca he hecho un panegírico de canonización, ni jamás he dicho -sí lo he escuchado- que "nos encomendamos a este hermano nuestro difunto". Cuando me constaba la verdad de la vida cristiana de un difunto, he resaltado algunos puntos modélicos, que sirvieran como testimonio de vida, y a continuación he hablado de pedir por los difuntos, ofrecer sufragios, etc.

    Repito: lo de canonizar (panegírico) a todo difunto, es fruto del "buenismo" y una gran ignorancia de las verdades últimas: cielo, infierno, purgatorio, juicio particular y juicio universal; ignorancia entre clérigos incluidos.

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  8. NIP:

    ¡Qué breve! Sí, por todas las almas del purgatorio hemos rezado hoy.

    Marián:

    Prácticamente su comentario refleja la homilía que he predicado en la Misa parroquial. He partido de la solidaridad eclesial - Comunión de los santos, he explicado la gran misericordia de Dios que supone la purificación, purgatorio, porque el Espíritu Santo remata su obra en nosotros, y cómo ahora nos toca a nosotros: ofrecer sufragios, penitencias, oraciones y el sacrificio de la Santa Misa...

    A todos pax!!!!!

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  9. Buenos días don Javier y todos los demás.
    Entro aquí porque aún no he leído el post de hoy. Pero sí he leído el post de Luis Fdo Pérez Bustamante en Infocatólica sobre los lefebristas y aparece también un comentarista con el nick de Aprendiz que tampoco soy yo.
    Apenas comento en ningún otro blog que no sea éste y no uso este nick en ningún otro sitio.

    Agradezco mucho a don Javier sus cariñosas palabras, pero para evitar equívocos en personas que puedan visitar éste y otros blogs católicos, será mejor que firme como "aprendiz 2"

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