¿Cómo
se realiza esta piedad eucarística, este culto al Santísimo Sacramento? Hay
tres formas fundamentales según la Instrucción Eucharisticum
Mysterium:
1) Oración de acción de gracias en privado después de la comunión y de la Misa2) La visita y oración ante el Sagrario.3) La exposición del Santísimo Sacramento.
Ya en la carta apostólica Mane
nobiscum Domine, afirmaba Juan Pablo II:
18. Hace falta, en concreto, fomentar, tanto en la celebración de la Misa como en el culto eucarístico fuera de ella, la conciencia viva de la presencia real de Cristo, tratando de testimoniarla con el tono de la voz, con los gestos, los movimientos y todo el modo de comportarse. A este respecto, las normas recuerdan —y yo mismo lo he recordado recientemente— el relieve que se debe dar a los momentos de silencio, tanto en la celebración como en la adoración eucarística. En una palabra, es necesario que la manera de tratar la Eucaristía por parte de los ministros y de los fieles exprese el máximo respeto. La presencia de Jesús en el tabernáculo ha de ser como un polo de atracción para un número cada vez mayor de almas enamoradas de Él, capaces de estar largo tiempo como escuchando su voz y sintiendo los latidos de su corazón. «¡Gustad y ved qué bueno es el Señor¡» (Sal 33 [34],9).