Gracias
te damos, Padre nuestro,
por
la santa viña de tu siervo David,
que
nos has revelado por Jesús, tu Hijo.
Gloria
a Ti por los siglos.
Gracias
te damos, Padre nuestro,
por
la vida y la ciencia
que
nos revelaste en tu santo siervo Jesús.
A
Ti la gloria por los siglos.
Como
este pan partido
estaba
antes disperso por los montes,
y
recogido se ha hecho uno,
así
se recoja tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino.
Porque
tuya es la gloria y el poder por Jesucristo en los siglos.
Gracias
te damos, Padre Santo,
por
tu santo Nombre,
que
hiciste que habitara en nuestros corazones,
y
por la ciencia y la fe y la inmortalidad,
que
nos manifestaste por Jesús, tu Hijo.
A
Ti la gloria por los siglos.
Tú,
Señor omnipotente,
creaste
todas las cosas por tu Nombre,
y
diste a los hombres manjar y bebida para su disfrute,
a
fin de que den gracias,
y
a nosotros nos has concedido espiritual alimento y bebida
y
vida eterna por tu Hijo.
Ante
todo hacemos nuestra acción de gracias porque eres poderoso.
A
Ti la gloria por los siglos.
Acuérdate,
Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal
y
para perfeccionarla en tu caridad.
Y
recógela de los cuatro vientos ya santificada,
en
tu reino, que le tienes preparado.
Porque
tuya es la gloria y el poder por los siglos.
Venga
tu gracia y pase este mundo.
Amén.
Ven, Señor Jesús. Amén.
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