La catequesis de adultos parroquial tiene mucho de conversión y seguimiento de Cristo, no sólo formación doctrinal (¡con lo necesaria que es!), sino que debe proporcionar herramientas adecuadas para "cristificar" y "cristianizar" la vida cotidiana.
Una ayuda para integrar personalmente todas las dimensiones formativas de la catequesis de adultos (doctrinal, litúrgica, moral y espiritual) e irlas concretando, pasado algún tiempo de catequesis (un año por lo menos), será la proposición seria de un plan de vida o de unas normas de vida, que cada cual debe "escribir" en conciencia y ante Dios, para que la catequesis vaya modelando el vivir diario. Es simplemente un instrumento pedagógico que permite ver todas las dimensiones de la catolicidad vivida y vayan plasmando con sinceridad su adhesión a Cristo en cosas concretas, ¡porque Cristo tiene que ver con toda la vida, con todo lo concreto!
La santidad es un proyecto de vida y ha de configurar nuestra existencia, y está al alcance de todos. Su gracia no va a faltar... pero habremos de poner orden y colaborar con la gracia porque la santidad no se improvisa.
Unas normas de vida son una ayuda fundamental para vivir cada jornada en presencia de Dios. En su conjunto, nos pueden parecer muchos elementos, demasiadas cosas y que absorben todo el tiempo; si somos realistas vemos que no es así. Necesitamos una pedagogía que eduque nuestra alma, un orden en nuestra vida que dé unidad a todo lo que somos y vivimos.
Las normas de vida abarcan lo diario, y esa es la propuesta ("obligatoria") de la catequesis de hoy:
- ofrecimiento de obras, oración personal, Santa Misa diaria, Ángelus, Rosario y visita al Sagrario;
- lectura y formación personal, retiro, confesión mensual;
- y, por último, el apostolado concreto: matrimonio-familia, parroquia, trabajo, etc., como exigencia que brotaba del propio bautismo, o si no nos gusta la palabra "exigencia", digamos como respuesta personal al Señor y colaboración con la Gracia.
Como telón de fondo, que puede aflorar en alguna catequesis, en algún retiro, en algún tema, está el capacitar al catequizando a descubrir su vocación personal, su misión en la Iglesia y en el mundo, asumiendo gozosamente la tarea que Dios va asignando ya sea en la parroquia, ya sea en asociaciones, en la propia familia, en el trabajo, en el mundo cultural, político o económico, etc. El Directorio lo expresa así:
“La catequesis está abierta, igualmente, al dinamismo misionero. Se trata de capacitar a los discípulos de Jesucristo para estar presentes, en cuanto cristianos, en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social. Se les preparará, igualmente, para cooperar en los diferentes servicios eclesiales, según la vocación de cada uno. Este compromiso evangelizador brota, para los fieles laicos, de los sacramentos de la iniciación cristiana y del carácter secular de su vocación” (DGC 86).
La propuesta -exigente- de la catequesis de hoy es asumir un plan o normas de vida que serán el soporte para vivir en la presencia del Señor, para caminar en su presencia en el país de la vida. Sin una vida interior seria, ¿qué frutos daremos?, ¿qué santificación obraremos?, ¿qué matrimonio se sostendrá?, ¿qué catequesis se impartirá?, ¿qué caridad comunicaremos en nuestras Cáritas?, etc. etc. No, no podemos ir a salto de mata, ni tomando vacaciones respecto a Dios, ni limitándonos a una Misa "rápida" el domingo y hasta la semana siguiente. Volvamos a repetir entonces las normas de vida y pensemos cómo ajustarlas en los horarios de nuestro día:
Cada jornada:
- ofrecimiento de obras y oración personal,
- Santa Misa diaria,
- Ángelus y Rosario
- visita al Sagrario;
- lectura
- Eucaristía dominical
- Tiempo amplio de adoración al Santísimo expuesto
- y formación personal y comunitaria (en catequesis de adultos, Círculos, Escuela de comunidad, grupo...)
Cada mes:
- retiro,
- confesión mensual;
- y, por último, el apostolado concreto
Me parece una propuesta "obligatoria" muy interesante. Tomo nota, Don Javier. Muchas gracias. :)
ResponderEliminarMagnífico plan, no hay otro mejor. Vivir así es poder decir:
ResponderEliminarOh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. Del Salmo 62
Pax.
Precioso plan de vida espiritual para ofrecerle al Señor todos los días sin faltar ni uno.
ResponderEliminarMe uno a la oración de "Desde Sevilla" de la A a la Z.
Que el Señor les bendiga.
¡¡¡Feliz semana!!!
Mis fieles en las parroquias por las que he pasado, se sabían esto casi de memoria por las veces que lo repetía tanto en la catequesis de adultos como en retiros y en la homilía.
ResponderEliminarEstoy convencido de su eficacia.
Si desde esta tribuna, desde esta mini-cátedra, desde este lugar de catequesis, tuviera alguna autoridad moral, sería algo imprescindible ajustarnos todos a vivirlo.
No podéis imaginar lo urgente que puede ser esto para mí como sacerdote fruto del rodaje de los años.
¡¡Lo necesitamos!! Unas normas de vida son una ayuda férrea para que no nos arrastre el torbellino del mundo, ni el desorden personal, ni la pereza.
¡¡Ánimo!! Ponedlo en práctica y os alegraréis. Comenzad por la Misa diaria, el Sagrario y la confesión mensual.
Muchas gracias por el post de hoy, don Javier.
ResponderEliminarCon todo respeto, creo que una confesión mensual es muy insuficiente. Como mínimo, quincenal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al menos, eso es lo que yo he observado en mí mismo: Que si la confesión no es muy frecuente, el espíritu se relaja, pierde tensión positiva, cuesta más mantener el deseo ferviente de ser santo.
ResponderEliminarAunque no sé, tal vez a otros les baste una vez al mes, como dice.
Un saludo cordial y gracias por su magnífico blog.
Hola D.Javier. Lo escribo, me lo aprendo bien y lo aplicaré desde ¡ya!, Ángelus incluido, un buen Plan de desarrollo integral, asumo el compromiso.Un abrazo.
ResponderEliminarLlego tres cuartos de horas antes de la Santa Misa para hacer oración y estar con el Señor. Me encanta ser la primera en llegar para saludarle. Después la Comunión. Sin estas tres maravillas al comienzo del día no sabría vivir. Ángelus a las 12 H aunque esté pelando patatas.
ResponderEliminarPor la tarde, Santo Rosario, un ratito de lectura.
Acordarte del Señor por las esquinas a lo largo del día es la mejor medicina para sentirse sana y fuerte con un rosario en el bolsillo para acordarte que Él dió la vida por nosotros.
La confesión una vez por semana es mi costumbre. No puedo dejarla pasar más tiempo.
La gracia de los sacramentos es tan importante como comer y descansar cuando se está cansado.
La catequesis de hoy conviene recordarla de cuando en vez.
D. Javier muchísimas gracias, vamos por buen camino y usted ayuda muchísimo. Desde Sevilla, también ayuda, no se nos vaya a poner celosa María.
Háblenos un día de la oración, por favor. ¡Es tan importante!
Nip, puedo asegurarte que eres hombre nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, sí don Javier, háblenos un día de la oración :)
ResponderEliminarGracias Capuchino, estamos en comunión.
Bendiciones.
Buenas noches, acabo de entrar en el blog y leer la reflexión de hoy y me he quedado asombrada, es magnífica y parece hecha "a medida" para mí. Muy buena forma de "empezar a construir sobre Roca". Muchas gracias D. Javier.. y a todos los que comentais. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que, en general, estas normas de vida hayan tenido tan buena aceptación. Ojalá todos los que acudimos aquí lo vivamos así y tengamos otro punto de contacto en esta "comunidad católica virtual".
ResponderEliminarAlonso Gracián:
Su afirmación por supuesto es respetuosa y no me molesta.
Pongo la confesión mensual porque ese es el mínimo a mi entender. Poco a poco, con este Sacramento, uno necesitará vivirlo con más frecuencia, 15-20 días, recurriendo a la Misericordia divina y como acicate para la vida cristiana. Pero creo que, por lo menos, todos debemos coincidir en la confesión mensual.
Capuchino de Silos y Desde Sevilla:
Hoy me """enfado""" con vosotras. ¿Que hable de la oración? ¿No lo he hecho? ¡ay, amigas despistadas! Os habéis hecho amigas entre vosotras y ya no leéis con atención, echándoos piropos la una a la otra. ay, ay. (Je,je).
Os aconsejo que miréis la etiqueta "Oración" en la columna de la derecha: 97, 97 catequesis ya tratan de lleno o de pasada sobre la oración.
Así que, por vuestra ""osadía"" a leer las dos las 97 entradas.
Ahora bien:
Si lo que me sugerís es catequesis sistemática sobre la oración, de iniciación, de pasos concretos para orar... eso ya es otra cosa y tal vez lo haga (porque tengo muchas catequesis y pláticas sobre eso).
Pax. Y mi bendición +.
¡¡Hola Ana Belén!! Coincidimos: estaba respondiendo ahora a los comentarios. Gracias si te parece magnífica, pero bien sabes que es para vivirla. Te animo a ello.
ResponderEliminarEs la primera vez que escribes: bienvenida y que no sea la última. Esto es una "comunidad católica virtual", como vimos no ha mucho, y sirve de ayuda y refuerzo para la paz y el bien de Cristo en nuestra vida.
Pax
Gracias D. Javier, nos ha entendido muy requetebien. No hace falta hablar mucho aquí para estar en sintonía.
ResponderEliminarGracias también por la bendiciones de ambos dos.
Mañana más, si Dios quiere.
Vale, don Javier, jaja, acepto la 'penitencia', es un placer :)
ResponderEliminarY la sugerencia es contar con su saber. Es cierto que no hace falta hablar mucho aquí para estar en sintonía,Capuchino.
Gracias por su bendición. Pax.
Gracias Don Javier. Sabe que le sigo desde "la isla del encanto" - Puerto Rico. Gracias por el post de hoy pues me confirma ciertas dudas que van surgiendo en el caminar. Dios le bendiga.
ResponderEliminarPues si, D Javier...estoy caminando en una Cdad Neocatecumenal, y todo este plan casi lo hace solo la Gracia....me encantaria la Misa diaria...pero la tengo lejos y lo tengo dificil, pero sabe? la Presencia no la pierdo y me mantengo en tensión sin perder la Paz.Rece por mi vale?
ResponderEliminarARtaban:
ResponderEliminar¡¡Desde Puerto Rico!! ¡Caramba! Un abrazo.
Gosspi:
Junto a los elementos que aporta el Camino, estas normas de vida aportan alguno más para vivir la jornada. ¿No se puede arreglar lo de la Misa diaria? ¡Es necesidad de amor!