tag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post220284573255928076..comments2023-12-29T22:08:16.851+01:00Comments on Corazón eucarístico de Jesús. El Sagrario: Silencio en el ofertorio... o cuando el sacerdote reza en silencio (y III)Javier Sánchez Martínezhttp://www.blogger.com/profile/00964676740165409211noreply@blogger.comBlogger6125tag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-32933572206871688022013-01-19T10:23:41.172+01:002013-01-19T10:23:41.172+01:00Renuevo hoy mi consagración; recibo de nuevo su ll...Renuevo hoy mi consagración; recibo de nuevo su llamada; y ahí estoy, en la "cola" de los pecadores... con Jesús. El está, yo soy. Estamos: El, realizando el objetivo de su venida; yo, asumiendo pecados -una larga lista, sí- errores, debilidades, fracasos..., ¿a dónde iría?<br />En la Eucaristía, está igualmente; y recibe a los pecadores, come con ellos, se ofrece por ellos; yo quiero estar, le como, le ofrezco mis pecados con un gesto íntimo de la mano en el corazón (¡lo siento! le digo); y también con un gran deseo (¡te amo! digo igualmente), y quiero ofrecerme con El, como hostia pequeña, dejando mi vida en la patena, en las manos del sacerdote, del Sacerdote. Me conoce, lo sabe todo mejor que yo. No prometo, no propongo... repito: ¡lo siento! ¡te amo! No ha venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.<br /><br />- Espero que no haya ningún disparate teológico!!<br /><br />- Disculpen esta anotación tan personal, quizás simplista.<br /><br />Gracias, D. Javier.<br /><br />Oremos.SILnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-59544513380580001812013-01-18T21:58:44.691+01:002013-01-18T21:58:44.691+01:00Tendrá vd razón don Javier, es tan complicado como...Tendrá vd razón don Javier, es tan complicado como nuestra doliente psicología, nuestros autoengaños y automentiras.<br /><br />Mi desasosiego es real, no es una frase hecha, pues veo a mi alrededor como los autoengaños impiden la evangelización interna y externa; interna porque nos situan en una cruz de Cristo que no es la real y sería terrible que nos tuviéramos que dirigir a Jesús: pero Señor no hemos profetizado en tu nombre…; externa: un Cristo placebo no será escuchado ya nunca más por los no creyentes porque la huella de Nietzsche y demás no va a desparecer ya que sus errores en alguna forma pusieron de relieve los nuestros, así los que siguen buscando y no tienen especial mala voluntad nos dirán claramente que autoengaños mejores les ofrece el mundo. ¿Exagerada? Es bastante posible.<br /><br />Una pregunta: partiendo de mi premisa de que a Dios debemos darle todo lo que somos y tenemos, también el pecado, pues si no se lo damos ¿cómo nos va a curar? yo no logro encajar esta entrega del pecado en el ofertorio y sí en el acto penitencial y en el Kyrie de la Santa Misa (además, claro está, en el sacramento de la confesión).<br /><br />Buenas noches<br /><br /><br /><br />Julia Maríanoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-26026226445357213622013-01-18T21:25:06.916+01:002013-01-18T21:25:06.916+01:00Bien por los matices.
Así... la medida es siempre...Bien por los matices.<br /><br />Así... la medida es siempre el amor-la caritas.<br /><br />Y todo ofrecido junto con Cristo en la Misa.Javier Sánchez Martínezhttps://www.blogger.com/profile/00964676740165409211noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-49827431726662773902013-01-18T21:24:05.267+01:002013-01-18T21:24:05.267+01:00Tiene razón, pero ¡qué complicado!
No podemos ofr...Tiene razón, pero ¡qué complicado!<br /><br />No podemos ofrecernos como víctimas cuando a veces somos verdugos, y si nos protestan, pensar que somos incomprendidos o etc. Sí, si tiene razón.<br /><br />Pero ofrezcamos todo lo que no pueda repugnar al Señor. En Malaquías se insiste en que jamás le ofreceríamos al rey o al gobernador un novillo o una ternera coja o enferma, y sin embargo, a Dios ¡¡sí se las ofrecemos!! Mejor ofrecerle todo lo que sea digno de Él.Javier Sánchez Martínezhttps://www.blogger.com/profile/00964676740165409211noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-4711690342349585082013-01-18T20:00:27.990+01:002013-01-18T20:00:27.990+01:00Julia Maria, yo también tiendo a pensar que de muc...Julia Maria, yo también tiendo a pensar que de muchos de nuestros agravios y sufrimientos somos más culpables que inocentes. Tal vez por falta de madurez personal, tal vez por falta de una FE madura, tal vez por no abrazar la VERDAD, tal vez por muchas otras razones, pero quizá también y en cualquier caso por falta de AMOR.<br />Se me ocurre la intensidad con que abrazamos la CRUZ, es la intensidad con la que amamos.<br />Por otra parte, ¡¡¡cuánto dolor y cuánto sufrimiento nos causa el pecado!!! Colocarlo en la patena puede ser una buena forma de conversión. Alabado sea DIOS. <br />Sigo rezando. Muchas gracias Padre. DIOS le bendiga.ANTONIO SEBASTIÁNhttps://www.blogger.com/profile/13800329316286870266noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-10706491020644325052013-01-18T14:32:09.455+01:002013-01-18T14:32:09.455+01:00¡Qué claro lo tenía D. Manuel!
Dejando sentado qu...¡Qué claro lo tenía D. Manuel!<br /><br />Dejando sentado que no le pongo ningún “pero” al Catecismo, existen conceptos que, tal y como dice la entrada, se pueden encontrar en cualquier devocionario popular de todos los tiempos y que me han producido siempre un cierto desasosiego. En concreto: “Todas las tribulaciones y pesadumbres de la vida, todos los sufrimientos, todos los esfuerzos, penalidades y trabajos pueden convertirse en un instrumento de asimilación a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo por nosotros”. <br /><br />Por ejemplo: metemos la pata hasta el fondo, y el afectado por nuestro comportamiento equivocado se rebela a nuestro egoísmo, pretensión u otra actitud nuestra inaceptable; nuestra mente comienza a inventar un drama inexistente convirtiéndonos a nosotros en “víctima inocente” cuando no somos tal, “drama y víctima” inexistente que pretendemos ofrecer a Cristo en vez de dedicar nuestra energía a convertirnos. No me lo estoy inventando, ha sido y sigue siendo así; de muchos de nuestros pretendidos agravios y sufrimientos somos más culpables que inocentes.<br /><br />Quizá se considere una barbaridad pero creo que la pasión, muerte y resurrección de Cristo responden a su predicación (entiéndase de palabra y obra), y, por tanto, en último término, al rechazo de Dios por parte del hombre que prefiere sus intereses y sus sueños (sean estos de liberación del yugo romano o cualquier otro). Y ahí es donde Jesús nos manda un verdadero misil de amor: su pasión. Todos los sufrimientos, tribulaciones… que se identifiquen con el actuar de Cristo, con el espíritu que le movía, podrán ser ofrecidos y se unirán al sacrificio redentor, los demás no.<br /><br />Me he puesto, quizá, demasiado seria. Ponemos en manos de Dios todo lo que somos y lo que tenemos, incluso nuestros pecados, pero reconociéndolos como tales; no todo se puede ofrecer como si fuera unible al sacrificio redentor de Cristo. Ante nuestro pecado, nuestra ignorancia, nuestra cobardía… sólo caben las palabras del buen ladrón: nosotros somos culpables, acuérdate de mí cuando estés en tu reino.<br /><br />En oración ¡Qué Dios les bendiga!Julia Maríanoreply@blogger.com