tag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post1638316347940776657..comments2023-12-29T22:08:16.851+01:00Comments on Corazón eucarístico de Jesús. El Sagrario: Unción de enfermosJavier Sánchez Martínezhttp://www.blogger.com/profile/00964676740165409211noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-91927474556980142772013-11-05T17:58:42.340+01:002013-11-05T17:58:42.340+01:00Creo que todos tendríamos que estar preparados, o ...Creo que todos tendríamos que estar preparados, o preparándonos para afrontar el momento final de la vida terrena. De alguna manera, o de muchas maneras todos estamos enfermos. El pecado es una gravísima enfermedad. <br />El valor de la unción de enfermos lo explica claramente lo escrito. Tal vez si nos fuera mucho más familiar de lo que es, seríamos mucho más conscientes del valor del dolor, el sufrimiento y la enfermedad. Valor no porque sean buenos, sino por la actitud que la FE nos proporciona para acogerlos en nuestras vidas. Alabado sea DIOS. Sigo rezando. DIOS les bendiga.ANTONIO SEBASTIÁNhttps://www.blogger.com/profile/13800329316286870266noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6060318232615427734.post-6279446615172522292013-11-05T11:15:26.557+01:002013-11-05T11:15:26.557+01:00“La oración de la Iglesia pide que el pecado y las...“La oración de la Iglesia pide que el pecado y las consecuencias del pecado sean canceladas”. “Cristo mismo por medio de su Iglesia, viene al enfermo hoy para salvarlo”. Sacramento celebrado de forma litúrgica y, por tanto, comunitaria; Palabra y sacramento formando un todo inseparable porque son inseparables en el Señor.<br /><br />Como no todo el que sufre es bueno, como a veces concluye una mirada superficial sobre la vida humana, el Catecismo nos dice que el hombre experimenta su impotencia, sus límites y su finitud en la enfermedad y que ésta puede hacer a la persona más madura, ayudarla a discernir lo esencial, empujarla a una búsqueda de Dios, a un retorno a Él, pero también puede conducirlo a la angustia, desesperación y rebelión. <br /><br />Necesitamos la virtud de la fortaleza cristiana, la que nace y crece “esperando contra toda esperanza” como nos dice la Carta a los Romanos, para vivir cristianamente las dificultades propias de la enfermedad grave o de la fragilidad de la vejez, dando así al dolor, secuela del pecado original, un sentido nuevo. <br /><br />¡Gracias, Señor, por vivir! Amén (del himno de laudes) ¡Qué Dios les bendiga!<br />Julia Maríanoreply@blogger.com