martes, 6 de abril de 2010

Algunas sugerencias para la liturgia de la cincuentena pascual

La Pascua se ha de distinguir en todo de los demás tiempos litúrgicos del año y sus solemnidades, porque ésta es la SOLEMNIDAD, no hay otra mayor, ni más festiva, ni más solemne, hasta su clausura en Pentecostés.

A modo de sugerencias:

-El saludo del sacerdote en la Misa sea el mismo durante la Cincuentena: "El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos vosotros".



-El acto penitencial breve y recitado, diariamente, en su tercera fórmula: "Tú, que ... Señor, ten piedad" (por cierto, es una aclamación y no peticiones de perdón como aparecen algunas fórmulas en el libro de la sede: "Porque no hemos hecho... Señor, ten piedad").

-Mejor sustituir los domingos el acto penitencial por la aspersión con el agua bautismal. Si se emplea la bendecida en la Vigilia pascual, se utiliza un formulario de acción de gracias; si es nueva, entonces se bendice.

-Sobre todo, insistamos, sobre todo, el canto del GLORIA todos los domingos de Pascua. Evidentemente, del Gloria, no de algo que se le parezca como "Gloria, gloria, Aleluya" o "No sé cómo alabarte ni qué decir Señor...". El Gloria es una doxología, un himno de alabanza, trinitario y con perspectiva pascual. El coro parroquial debería tener dos o tres melodías para el Gloria.

-El salmo responsorial, que de por sí, ha de ser cantado, en Pascua con mayor razón. Se puede cantar la antífona del Leccionario o bien un estribillo "Aleluya, aleluya". En la misa diaria, pienso en muchos conventos y monasterios, al menos, POR FAVOR, cantar la antífona. Si no se puede cantar el salmo ni la antífona, muy bien podría el lector añadir a la antífona la palabra Aleluya. Por ejemplo, la de ayer: "Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Aleluya".

-Diariamente el canto del Aleluya antes del Evangelio. ¿Qué menos, no?

-Asimismo, diariamente, el canto del "Santo".

-Aconsejaría para destacar la cincuentena, que el Canon romano fuera la plegaria eucarística durante los cincuenta días, con especial atención durante la octava que tiene embolismo propios "Acepta Señor en tu bondad esta ofrenda... por aquellos que has hecho renacer del agua y del Espíritu Santo..." y "Reunidos en comunión en el día santísimo..."

-La misma monición al Padrenuestro. Una de ellas destacaría mejor el carácter bautismal de la Pascua: "Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos..."; otra el carácter pneumatológico de la cincuentena entera: "El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado..."

-La monición diaconal a la paz, durante la cincuentena: "En el espíritu de Cristo resucitado, daos fraternalmente la paz".

-Añadiría en conventos y monasterios de clausura: en la Misa diaria, si no hay costumbre de cantar, en Pascua el canto de comunión sería un modo de solemnizar el tiempo mayor y más hermoso. Las monjas lo agradecerán... aunque cueste más ensayos y, sobre todo, vencer la costumbre de no cantar en las Misas diarias.

Serían elementos que repetidos de forma exclusiva e insistente durante los cincuenta días pascuales permitirían una unidad, mostrar su importancia, recalcar determinados aspectos.

Y quienes no tienen responsabilidades litúrgicas directas, al menos, saben así cómo es la liturgia pascual, porqué se hacen ciertas cosas en este tiempo, de qué modo y porqué el sacerdote saluda de determinada manera... Conocer la liturgia es poder vivirla de manera espiritual.

6 comentarios:

  1. Desde mi ignorancia como laico noto que las misas sin liturgia o con una liturgia descafeinada heredadas del concilio vaticano II dan la sensacion de que la presencia de Dios en la Misa tiene menos peso.
    Por eso me gusta la insistencia cada vez mayor de los sacerdotes jovenes que dan mas enfasis en la liturgia de la Misa

    La consagracion eucaristica debe de ser dicha con devocion y despaciosamente, que los asitentes a la Santa Misa notemos como se efectua el milagro eucaristico.

    No una "turboconsagracion" y perdonad la expresion pero ha habido una "Moda" postconcilial en que muchos sacerdotes se estendian en dedicacion y tiempo en la Platica y la losritos liturgicos se hacian de largo o no se hacian para no aumentar la duracion de la Santa Misa.

    ResponderEliminar
  2. Coincido en parte con Vd., amigo.

    De la liturgia antes del concilio Vaticano II habría mucho que hablar, pero no vamos a entrar en ello.

    Sí me ha parecido simpatiquísima su definición: "turboconsagración"; es verdad, así es en muchísimos casos, y es muy triste. La Eucaristía tiene dos partes intrínsecamente unidas, la liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística; incluso en la distribución temporal han de estar equilibradas. Por ejemplo, una Misa dominical de unos 40 min., 20 min. a la Palabra, 20 min. a la liturgia eucarística para realizar bien la preparación de los dones (e incensación), canto del prefacio, anáfora, fracción del Pan y distribución respetuosa, sosegada, de la comunión.

    Antes, la predicación se sobreponía a la Misa en muchos casos, y se interrumpía durante la consagración (toque de campanillas) se retomaba después de la elevación. La comunión no se distribuía nada más que en la "Misa de comunión" y normalmente antes o después de la Misa... El panorama no era idílico antes. Y ahora, igualmente, han nacido otros abusos que hay que erradicar.

    ResponderEliminar
  3. Perdone mi impertinencia y mi curiosidad pero ¿a que abusos se refiere?

    Le insisto en que no me conteste si no es su deseo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. algunos de esos abusos los he destacado en mi comentario anterior. Los hay. Pero no quiero entrar en polémicas.

    ResponderEliminar
  5. Estimado Don Javier: Enhorabuena por el blog. Y muchas gracias por las sugerencias dadas más arriba.Lo he pasado a los demás miembros de mi comunidad, pues me parecío importante. También para que lo pongamos en práctica. Un abrazo muy fraterno y mi recuerdo en la oración. Hno. José Ignacio Pedregosa.

    ResponderEliminar
  6. José Ignacio: Feliz Pascua. Gracias por su felicitación por el blog, máxime viniendo de alguien que por carisma lo suyo son los medios de comunicación para anunciar a Jesucristo, al estilo de san Pablo, en los areópagos de hoy y con los medios y técnicas de hoy.

    Me ha sorprendido gratamente que haya pasado a la comunidad el contenido del post.

    Aquí estamos, evangelizando o más propiamente ofreciendo catequesis de adultos en materias de espiritualidad y liturgia. Dios dé fruto a este trabajo.

    Un abrazo in Xto.

    ResponderEliminar